Helenita Vargas en sus mejores canciones

Los grandes éxitos de la ‘Ronca de Oro’ hacen parte de la banda sonora de la vida de muchos colombianos. Historias ocultas detrás de sus canciones.

“En su forma de interpretar canciones fue totalmente honesta, todas las cantó como ella misma decía, de forma visceral, con toda intensidad, con la misma fuerza interior, porque las vivía y lloraba con ellas. Todas tenían el corte del engaño, del maltrato, del amor mal pago y del despecho”. Esa es la definición que de Helenita Vargas dan sus amigos de toda la vida. También entre los nuevos artistas es digna de admiración. El cantante bogotano Andrés Cepeda dice de la artista con quien compartió dentro y fuera de los escenarios: “No podía cantar una canción sin sentirla en los huesos, era una dicha verla cantar, porque te movía. Tenía gran capacidad de transmitir emociones y de vivir intensamente cada palabra que pronunciaba, eso era muy bello. Tenía que sentir las letras y la música hasta los huesos”.Cuenta Cepeda que la primera canción que cantó en la vida fue una de las interpretadas por Helenita: De Carne y Hueso, escrita por su amiga Graciela Arango de Tobón. “Tiene una letra tremenda que me encanta: ‘¿De qué estás hecho tú? ¿De piedra o hielo? que no sabes sentir ni amor ni celos’”.Otro de sus dones fue cultivar amistades. Las reuniones en su casa, donde era posible toparse con personajes de la talla de María Dolores Pradera, Chavela Vargas o Celia Cruz, terminaban siempre alrededor de una guitarra, con ‘La Ronca’ cantando tangos como ‘Cuartito Azul’, un éxito en sus fiestas. Allí estaban vetadas las canciones de sus shows. Su repertorio entre amigos era de tangos y boleros. Se los sabía todos. Como dice su amigo Raúl Fernández de Soto: “Ella no se limitaba a recitar la canción, la hablaba, la contaba, la expresaba”.María de los Guardias(Carlos Mejía Godoy) Una canción folclórica que Helenita volvió internacional. Su hija Pilar Ibarra interpretó este tema en un homenaje que el Congreso de la República le rindió a su mamá el 20 de diciembre de 2010, en el salón del Concejo Municipal, acompañada por el Mariachi Oro y Plata. Su letra parecía hecha para la ‘Ronca de Oro’, porque habla de un batallón para ella sola. En los conciertos la cantaba con mucha picardía y la dedicaba siempre a un ‘teniente Cosme’ que escogía entre los guardias del lugar. No tenía problema en abrazarlos y besarlos. Policías y gays la adoraban, era su reina honoraria.Golondrinas (Carlos Gardel)Una canción folclórica que Helenita volvió internacional. Su hija Pilar Ibarra interpretó este tema en un homenaje que el Congreso de la República le rindió a su mamá el 20 de diciembre de 2010, en el salón del Concejo Municipal, acompañada por el Mariachi Oro y Plata. Su letra parecía hecha para la ‘Ronca de Oro’, porque habla de un batallón para ella sola. En los conciertos la cantaba con mucha picardía y la dedicaba siempre a un ‘teniente Cosme’ que escogía entre los guardias del lugar. No tenía problema en abrazarlos y besarlos. Policías y gays la adoraban, era su reina honoraria.Señor (Graciela Arango de Tobón)Es tal vez la canción más recordada de la ‘Ronca de Oro’. La cantó en una ocasión a dúo con Margarita Rosa de Francisco, quien recuerda que lo que más le gustaba a Helenita era la caracterización al pronunciar “veneno”. Por la forma como interpretó este tema, muchos pensabanque era fiel reflejo de sus sentimientos hacia algún mal amor o mal marido (el primero), ella lo negó, “cuando canto también actúo”, decía.Mi Huella (Graciela Arango de Tobón)Vals predilecto de Helenita, le recordaba a su gran amor, su segundo esposo. Habla del recuerdo inolvidable que deja una persona en otra. Lo escribió su amiga Graciela Arango de Tobón, autora de muchas canciones que ‘La Ronca’ interpretó. Está incluido en el disco ‘Entre Amigos’. “La cantaba de forma intensa. Fue su mejor interpretación, en sus shows fue un ícono de su repertorio”, asegura su amigo Roberto Gómez.Galleguita (Alfredo Navarrine)Esa era la canción que más tarareaba cuando era niña. Aprendió a cantar, antes que a escribir. Decía que amaba esa canción porque la había escuchado desde el vientre de su madre, Susana Marulanda.Esa y un vals que fue el primero que grabó cuando tenía 17 años, titulado: ‘Absurdo’, de Homero Expósito, la llevaban al borde del llanto. Su amigo Luis Guillermo Restrepo cuenta que la última vez que se lo puso a escuchar, ella lloró.