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“Colombia es hoy un gran actor internacional”: Michael Mckinley

El embajador de Estados Unidos en Colombia, Michael Mckinley, quien visitará Cali la próxima semana, dice que este país es, actualmente, uno de los mercados más importantes para Norteamérica.

22 de octubre de 2012 Por: Margarita Vidal Garcés

El embajador de Estados Unidos en Colombia, Michael Mckinley, quien visitará Cali la próxima semana, dice que este país es, actualmente, uno de los mercados más importantes para Norteamérica.

La explicación de que el Embajador de los Estados Unidos de América en Colombia hable un envidiable español, es que su padre, un empresario de compañías multinacionales norteamericanas, se convirtió (y con él su familia), en un trotamundos que iba de Venezuela a México, a Brasil, a España, a Canadá, a los Estados Unidos (Ohio, Texas, Connecticut, Washington), y terminó mandando a sus hijos a estudiar en Inglaterra.También contribuyó a la sintaxis, que Michael entrara al servicio exterior de su país hace 30 años, donde, además de ocupar cargos en Estados Unidos, Londres, Uganda y Mozambique, fue designado embajador en Perú y en Bolivia. Y para acabar de perfeccionar su lengua castellana, en Bolivia se casó con Fátima Salces Arce, una bella mujer, enérgica y llena de humor, que le ha enseñado el lenguaje del amor durante los últimos 28 años. Mckinley hizo su postgrado en estudios latinoamericanos en la prestigiosa Universidad de Oxford y es además un gran conocedor de Venezuela, país donde nació. Experto en resolución de conflictos, ha participado en crisis como las de Darfour (Sudán), la retirada de las tropas cubanas de Angola, el proceso de paz en Mozambique y la Guerra del Congo, y ha dirigido programas de refugiados en África y Europa. Llegó a Colombia en momentos en que la agenda con Estados Unidos estaba enredada y los países latinoamericanos repudiaban a coro el poco interés de Washington en la región, a partir de los atentados de S-11. Como si fuera poco, la condición de Colombia de aliada incondicional de los Estados Unidos se criticaba a lo largo y ancho de una región de gobiernos izquierdistas, abiertamente hostiles al Tío Sam. Por otra parte, Estados Unidos y Colombia habían cocinado por años, en difíciles y criticadas negociaciones, un Tratado de Libre Comercio, que se había empantanado por las críticas de los demócratas gringos a las reiteradas violaciones a los Derechos Humanos en Colombia, a los numerosos asesinatos de sindicalistas y a la violación de los derechos laborales en amplios sectores del país. Se levantaban voces frente a un supuesto fracaso de la lucha antidrogas, y el país vivía la transición entre el gobierno de Álvaro Uribe y el de Juan Manuel Santos. Por su parte, el embajador americano traía una apretada agenda de prioridades, para desarrollar durante su gestión en un país al que hoy califica, con entusiasmo contagioso, como ejemplo a seguir en el concierto latinoamericano. Su intervención fue definitiva para destrabar los obstáculos que seguían impidiendo la implementación del TLC, y ha sido factor fundamental en la profundización de las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos que, según afirma, merced a las políticas santistas se han convertido en una relación de “tú a tú”, entre dos “socios” .Michael McKinley llega la próxima semana a Cali, donde se realizarán dos reuniones tendientes a profundizar el diálogo en el hemisferio, así como los temas de integración regional. El primero se realizará el martes, con el título de Caminos a la Prosperidad, en su quinta edición, con la participación de la canciller María Ángela Holguín y la asistencia de quince países. Se trata de profundizar el diálogo a nivel regional sobre políticas y buenas prácticas relacionadas con desarrollo, pobreza, creación de empleo e inclusión social. Se anunciará la creación de un Centro de Asistencia a Pymes en Cali, como parte de una Red de Apoyo a Pymes que se proyecta extender a un total de 2.000 centros más, en toda la región. Otros puntos del programa son: el apoyo en negocios para mujeres y políticas energéticas para llevar electricidad a 30 millones de personas que todavía no cuentan con el servicio en la región. El miércoles el Mincomex Díaz-Granados abrirá un foro sobre Competitividad de las Américas, que reunirá a centenares de empresarios, ministros de Industria y Comercio de diferentes países, para profundizar en temas como el crecimiento económico, el comercio y la inversión. La creatividad y la Innovación serán temas centrales de discusión.¿Por qué se escogió a Cali?Cali es una ciudad que sufrió mucho en su momento, una ciudad de donde se salió mucha inversión pero en los años recientes hemos visto su renacimiento, el regreso de inversiones, una política agresiva de desarrollo, de alivio a la pobreza y búsqueda de oportunidades. Quedan desafíos por delante, pero yo soy muy feliz de regresar a Cali, una ciudad de gente muy calurosa y especial y creo que es importante resaltar lo que está pasando de bueno.Antes de continuar con los temas de la agenda, sé que usted se casó con su esposa Fátima, en Bolivia, al tiempo que dos hermanas de ella se casaban también con otros dos diplomáticos norteamericanos. Tengo la sospecha de que el de ustedes fue un amor fulminante a primera vista. ¿Estoy equivocada?Risa. No, así fue.Chévere este dulce preámbulo. Vamos con los temas: usted tiene una dilatada experiencia en resolución de conflictos similares al nuestro. ¿Cómo analiza la situación de Colombia hoy?En los últimos doce años ha habido un cambio fundamental en el país y se dice que el Plan Colombia tuvo mucho que ver porque ayudó a incrementar y a refinar la capacidad de las fuerzas de seguridad colombianas. En realidad los grandes artífices del cambio han sido los sucesivos gobiernos, las instituciones y el pueblo colombianos.¿En qué ha consistido ese cambio?En la transformación del país en términos económicos, institucionales y de seguridad, entre otros. Recuerde por ejemplo, que hace apenas diez u once años, más de 250 municipios no tenían presencia del Estado, de modo que el cambio ha sido profundo e indicativo de avances en la solución de problemas como la lucha contra el narcotráfico, la guerrilla, los paramilitares y la delincuencia común. Colombia ya se perfila no sólo como un país emergente en América Latina, sino como líder regional, gracias a estas transformaciones positivas en la que los Estados Unidos, a través del Plan Colombia también han jugado su papel.Mientras trataba de dialogar en el Caguán, Andrés Pastrana armaba, tecnificaba y profesionalizaba a nuestras Fuerzas Armadas. ¿Qué ha cambiado hasta hoy cuando estamos frente al nuevo proceso de diálogo que arrancó el jueves en Oslo?El presidente Obama, la secretaria de Estado Clinton y otros voceros de mi gobierno, hemos sido claros al afirmar que se apoyarán los esfuerzos para llegar a una paz negociada en este país y que estamos dispuestos a dialogar con el gobierno de Colombia sobre cómo asistir el proceso, cuando así nos lo soliciten. Estamos en un momento delicado, muy “colombiano”, por decirlo así, de modo que hay que ser muy prudentes frente a las negociaciones. En cuanto a procesos anteriores, pienso que importa más enfocarse sobre cómo llegar a la conclusión del conflicto y respetar la confidencialidad de las conversaciones. En su presentación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado Estadounidense, antes de venir a Colombia, usted habló sobre las prioridades de su gestión en Colombia: Derechos Humanos, lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, seguridad, protección del medio ambiente, TLC. Después de dos años, ¿cuál es el balance?Al comienzo hubo escepticismo en ciertos sectores porque históricamente el enfoque había sido sobre temas de seguridad y lucha contra el narcotráfico, lo que parecía definir muchos aspectos de nuestras relaciones bilaterales. No era tan contundente, pero sí era importante trabajar esos temas como prioridad, debido a la coyuntura que atravesaba el país. Yo llegué aquí en un momento de transformación en que se podía construir sobre los éxitos obtenidos en la lucha contra la violencia, que ya permitían trabajar en otros temas, no solo internos, sino regionales e internacionales. Después de un proceso interesante de varios años, Colombia se ha transformado en el tercer socio comercial de los Estados Unidos dentro de América Latina, después de México y Brasil, y, está entre sus primeros 22 socios comerciales a nivel global. A partir de ahí y dentro del esquema del presidente Obama, cobraba importancia una nueva iniciativa en exportaciones, un viraje fuerte en la manera como Estados Unidos trabajaba los temas comerciales, de inversión y desarrollo económico en la región. Colombia surgió entonces como un eje importantísimo y entonces le pusimos un gran empeño en conseguir la ratificación del TLC en el Congreso Norteamericano.Colombia trabaja TLC’s con muchos otros países, ¿eso qué significa?Estados Unidos sigue siendo el mercado internacional más importante para Colombia, aunque es obvio que otros tratados también lo son para el desarrollo del país. A su vez, el mercado colombiano también sigue siendo muy importante para Estados Unidos. A manera de ejemplo le cito el tema energético. Queremos tender lazos estratégicos en lo económico y en lo comercial, que cada vez tienen mayor relevancia. En segundo lugar, la lucha contra el narcotráfico ha tenido éxitos contundentes: especialmente a través de los dos últimos años el potencial de producción ha seguido bajando en forma importante. Este año Colombia pasa a ser el primer productor de cocaína, al tercer lugar. Eso es un avance. Y, todavía más importante, hay que destacar el desarrollo de Colombia como actor internacional en temas de seguridad.¿Y eso qué significa?Más de 16 países se han beneficiado de políticas de capacitación en seguridad, en América del Sur, en el Caribe, Centroamérica, México y África. Hace diez años Colombia parecía no poder resolver problemas internos y hoy tiene una capacidad de primer orden para combatir la criminalidad, de tal manera que se ha convertido en un socio importante en la lucha contra el crimen organizado internacional. Una cifra que me gusta citar es que a finales de 2013 Colombia habrá concluido Tratados de Libre Comercio con más de 45 países de las 3 regiones más importantes del mundo desde el punto de vista económico: la Unión Europea, Estados Unidos y Asia.Segunda parte: Michael Mckinley, optimismo contagiante

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