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Claudia Yesenia leyendo las palabras ante el Santo Padre. | Foto: Foto: tomada de @elpapacol en Twitter

MEDELLÍN

El testimonio de una niña víctima de la violencia que conmovió al Papa en Medellín

A la edad de dos años, Claudia perdió a su familia y en medio de estos hechos ella quedó herida y desamparada.

9 de septiembre de 2017 Por: Redacción de El País

Claudia Yesenia, una menor de trece años que perdió a su familia en una masacre en San Carlos, Antioquia, conmovió con sus palabras al papa Francisco durante su visita a Hogares San José, en la tarde de este sábado en Medellín. 

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"Dios te regaló una tía que te cuidó en un hospital y te atendió, y finalmente una comunidad que te recibió", le contestó el Papa a la joven. 

A la edad de dos años, Claudia perdió a su familia y en medio de estos hechos ella quedó herida y desamparada, pero "Dios es grande" y fue acogida en los Hogares Infantiles San José de Medellín. "Hoy tengo 13 años y con alegría puedo contar que soy una niña feliz", relató la joven.

Los Hogares San José, con sede en el barrio Boston del centro de Medellín y dirigido por monseñor Armando Santamaría, tiene programas sociales que benefician a casi 1200 niños y niñas vulnerables.

Estas fueron las palabras de la joven al papa Francisco

"Mi nombre es Claudia Yesenia García Ramírez. A mis dos años de edad, perdí a mi familia en una masacre provocada por la guerrilla, en San Carlos, Antioquia. Solo sobrevivimos 10 niños y mi tía.

Desde ese momento nuestras vidas cambiaron. Yo también me vi afectada, recibí un disparo en el abdomen y una bala rozó mi cabeza y me dejó esquirlas, por lo que estuve mucho tiempo hospitalizada.

A mi tía se le cerró el mundo y no sabía qué hacer, porque quedamos 10 niños entre 2 y 8 años para sacar adelante, pero Dios es tan grande, se dio cuenta de la obra de la Arquidiócesis de Medellín, los Hogares Infantiles San José, y acudió a Monseñor Armando Santamaría, pidiendo ayuda. Él nos recibió a todos en los hogares, como nuestra segunda familia.

Llegué al hogar a los 2 años, hoy tengo 13 años y con alegría puedo contar que soy una niña feliz, porque sané mis dolores y tristezas con el amor recibido y la oportunidad de una vida nueva.

Tengo todo lo que necesita una hija de Dios para ser feliz: la fe, el calor de hogar, buena formación, salud, alimento y estudio. Estoy en la Normal Antioqueña en el grado octavo, preparándome para ser maestra y enseñar los valores que he aprendido.

Padre Francisco: le comparto mi agradecimiento con Dios y con la Iglesia, porque hoy soy una mujer nueva y con esperanza. Dios lo bendiga en su Santa Misión".

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