El pais
SUSCRÍBETE

"El gobierno debe oír al que piensa diferente": expertos sobre marcha uribista

Entre las consignas estuvo el rechazo a la mala atención en salud, la debilidad de la justicia, la desaceleración de nuestra economía, el aumento del costo de vida y la inseguridad.

4 de abril de 2016 Por: Redacción de El País.

Entre las consignas estuvo el rechazo a la mala atención en salud, la debilidad de la justicia, la desaceleración de nuestra economía, el aumento del costo de vida y la inseguridad.

[[nid:523130;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/04/marcha-cd.jpg;full;{Alrededor de 3.000 personas simpatizantes del Centro Democrático salieron a marchar en Cali en contra de las políticas de gobierno del presidente Juan Manuel Santos.Fotos: Hroy Chávez | El País}]]

Las miles de personas que salieron a protestar a la calle  el pasado sábado pese a la lluvia, según los analistas, lanzaron un llamado de alerta al Gobierno Nacional.

El politólogo Diego Cediel  explica que  el Gobierno y partidos que apoyan al presidente Santos deben relacionar la marcha no con la violencia, sino con el 13 % de favorabilidad que tiene el Presidente de la República.

Dice que  lo primero a resaltar es el día de la convocatoria. Explica que entre semana muchos van a las marchas porque así se zafan  de sus obligaciones académicas o laborales. “El sábado es un día para aprovechar en familia, para hacer cosas personales y la gente decidió ir a marchar”.

A renglón seguido comenta que las manifestaciones en el país siempre han estado asociadas a las luchas de izquierda, a los sindicatos, a la academia y esta vez fue un sector de derecha el que hizo el llamado y los colombianos salieron de manera espontánea.

Cediel considera preocupante que, por ejemplo, el hijo del Presidente, Martín Santos, haya relacionado a los protestantes con bandas criminales, cuando debería hacerlo con el alto porcentaje de ciudadanos que sienten que hay un desgobierno.

Y es que en las manifestaciones hubo diferentes expresiones. Desde quienes no están de acuerdo con las negociaciones con las guerrillas; pasando por las quejas contra la corrupción, los impuestos, la falta de políticas para atender diferentes situaciones; exigencias para que Santos salga del poder; condenas a bandas criminales y hasta quienes expresaban problemas personales.

De acuerdo con organizadores de la marcha en Cali, unas 20.000 personas participaron en la manifestación. Para Christian Garcés, excandidato a la Gobernación del Valle y promotor de la marcha,   “en la medida en que se tenga la posibilidad de dialogar, podrá haber un consenso con el Gobierno”.

El político comentó que si el presidente Santos está comprometido con el diálogo y escucha a la mayoría de los colombianos que hoy están inconformes, según las encuestas y las marchas, debe sentarse a hacer acuerdos con quienes piensan diferente, para tomar rumbos diferentes en temas como las negociaciones con las Farc y el ELN.

Así mismo, en situaciones como la mala atención en salud, la debilidad de la justicia, la desaceleración de nuestra economía, el aumento del costo de vida y la inseguridad. “Si el gobierno no puede cambiar la forma gobernar y no logra resultados en lo que le interesa al pueblo pues sólo le queda renunciar”, aseguró.

Sostuvo que en el tema del proceso de paz, no se puede olvidar que las Farc sometieron al país a 60 años de crímenes y “uno debe saber hasta dónde debe dar prebendas”.

El concejal Roberto Rodríguez, del Centro Democrático,  dice estar satisfecho con el resultado de la manifestación en Cali.

“Mucha gente se movilizó sin tener una filiación política. Alguien me contó que protestaba porque los impuestos lo tienen agobiado; otro, porque su empresa está apunto de quebrar”, comentó el concejal.

Sin embargo, el exmagistrado José Gregorio Hernández cuestionó precisamente eso. Que no hubo una unidad de temas por los cuales protestar, y en la manifestación “hubo marchantes engañados”, por lo que lamentó que la gente misma no haya identificado los fines de la manifestación, ¿contra qué marchaban? ¿qué se pedía?.

Incluso, desde las redes sociales hubo críticas porque en algunos carteles había mensajes de llamado a la violencia. En Cali se leyó: “Con Farc no se negocia, se les da de baja”. Pero los promotores de la marcha respondieron que esos fueron hechos individuales.

La senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, dijo que lo que había que lamentar era que se hubiera tildado la marcha en contra de la paz, cuando se trató del desgobierno, a favor de los ciudadanos y en contra de unas negociaciones donde se están dando concesiones lamentables. “El hijo del presidente Santos nos estigmatizó y eso tipo de hechos son los que generan la persecución contra la oposición”, sostuvo la senadora.

Sí, pero no 

Varios senadores también se pronunciaron sobre el resultado de la marcha, que antes de llevarse a cabo calificaron de “uribista” y aseguraron que no irían “más de cuatro gatos”. 

El presidente del Congreso, Juan Fernando Velasco, dijo en Twitter que: “La marcha tiene un importante significado democrático, pero no entiendo la furia de algunos tuiteros porque digo que no salieron ocho millones de personas anunciadas”.

El senador Armando Benedetti dijo que “una marcha con asistencia del 0,3 % del censo electoral es más de entusiasmo que de personas. Una  marcha con 4 GATOS!!!”.

Mientras que la senadora de la Alianza Verde, Claudia López,  reconoció que “la marcha fue un éxito y los felicito. Pero si fuera contra la impunidad no marcharían al lado de Uribe”.

Pero uno de los voceros del partido de la U, el senador Roy Barreras, dijo que “hay que escuchar las voces de preocupación de los marchantes pacíficos.  Hay que dar respuestas y encontrar acuerdos. Colombia es una sola”.

La situación, para el politólogo Cediel, es preocupante, porque sus argumentos de reconocimiento son “con tono revanchista”. “No hay que restarle legitimidad a las manifestaciones, no porque vayan a tumbar a Santos, sino porque es necesario reconocer esas deficiencias de Gobierno”.

AHORA EN Colombia