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El exceso de trámites se presta para las 'mordidas': Carlos Fernando Galán

Carlos Fernando Galán, director de Cambio Radical asegura que hay que fortalecer las veedurías ciudadanas. Cree que el proceso de paz se debe acelerar y que al Presidente no lo trasnocha la reelección.

27 de octubre de 2013 Por: Margarita Vidal | El País.

Carlos Fernando Galán, director de Cambio Radical asegura que hay que fortalecer las veedurías ciudadanas. Cree que el proceso de paz se debe acelerar y que al Presidente no lo trasnocha la reelección.

Viene de familia de políticos y periodistas. Por sus venas corre sangre de comunero, como decía su padre, el carismático líder Luis Carlos Galán, asesinado por Pablo Escobar en 1989, y quien era descendiente del líder José Antonio Galán que lideró la revuelta comunera hace 232 años en las bravas tierras de Santander. La pasión por el periodismo le llegó por el lado materno, pues Gloria Pachón, su mamá, trasegó exitosamente y por muchos años, la sala de redacción del periódico El Tiempo y su abuelo Álvaro Pachón De la Torre fue por muchos años columnista de El Espectador.Tenía solo 12 años cuando su padre cayó abaleado en la Plaza de Soacha. Y contra lo que podría suponerse, o quizá precisamente por eso, la pasión por la política se le metió en el pellejo. Ha sido periodista, candidato a la Alcaldía de la capital, concejal de Bogotá, Secretario Presidencial para la Transparencia, y hoy es el nuevo jefe del partido Cambio Radical, cuya lista para el Senado de la República encabezará el 9 de marzo de 2014, en un bis a bis muy taquillero con Juan Manuel, su hermano mayor, que también aspira a una curul del Senado, por el Partido Liberal. ¿Cómo se siente al rescate de Cambio Radical?Entusiasmado porque veo posibilidades de armar una buena lista al Congreso para recuperar la vigencia del partido que tiene 1500 concejales a nivel nacional y 60 diputados. Después de que Germán Vargas asumió el Ministerio del Interior la gente se sintió un poco abandonada, porque, aunque tenía un espacio en el gobierno nacional con él como ministro, no sabía cómo organizarse para las elecciones y eso llevó a la debacle de 2011, cuando se le dieron avales a muchas personas cuestionadas. Esto sucedió porque no había un criterio claro para escoger candidatos. La situación de Cambio Radical se asemeja un poco a la ‘resurrección de Lázaro’ porque estaba agónico.Cuando Germán Vargas se retira del gobierno para asumir la Fundación Buen Gobierno, el Liberalismo y la ‘U’ empiezan a presionar para absorber a Cambio Radical y desaparecerlo como partido. Cuando me llamaron a la dirección hice un llamado a la reflexión, y hoy estamos adelantando una reorganización a fondo, apoyados en los dos millones de votos que sacamos en 2011. ¿Qué abarca esta nueva plataforma?Seguridad ciudadana y temas como la paz y los problemas del agro, la situación del país frente al conflicto armado -las dos caras de la problemática de violencia e inseguridad en el campo -y otros temas como la extorsión y el hurto de celulares que es un problema grave. ¿Qué piensa de los paros y protestas?Culpar al presidente Santos es reducir el problema en forma inadecuada. El malestar en los campos colombianos es mucho más profundo y requiere no solo mejores y más profundos análisis, sino la adopción de medidas de choque y una política agraria a largo plazo. Aquí lo importante es el tema de la tenencia de la tierra y me parece fundamental que esté en la mesa de La Habana. Que el gobierno haya decidido avanzar con la Ley de Restitución de Tierras es un eje clave para resolver esos problemas. Hay que determinar también el rol del Estado frente al tema complejo del mercadeo de los productos agropecuarios y apoyar al sector garantizándole acceso a programas que generen aumento de productividad en el campo.¿Cuál ha sido el error de Colombia en ese campo?Montarse los últimos 22, 23 años, al tren del libre comercio sin tomar las medidas necesarias para aprovechar las oportunidades que este brinda. Un ejemplo, los dramáticos problemas de nuestra infraestructura. Es absurdo que llevar una mercancía de Bogotá a Buenaventura cueste más que transportarla de Buenaventura a Shanghai. ¿Qué nos impide avanzar en infraestructura? Que tenemos un diseño institucional nocivo para esos procesos. Como Secretario de Transparencia de la Presidencia me di cuenta de que nos hemos llenado de normas para prevenir la corrupción, pero con resultados adversos porque la normatividad para contratar en el Estado se volvió tan compleja que solo la entienden los corruptos. Volvimos ineficiente el Estado y eso hay que corregirlo.Pero también hay trabas serias en temas como medio ambiente y consultas previas. Son temas válidos que hay que defender y respetar, pero sin irnos al extremo en que estamos hoy, con espacios tan cooptados por determinados sectores, que las consultas se vuelven talanqueras en los procesos de desarrollo. A esto hay que sumarle los procesos de contratación realizados en el gobierno anterior, al parecer con problemas graves de planeación, adiciones presupuestales y en la ejecución de las obras. ¿Tratar de blindarnos contra la corrupción ha conducido a la parálisis?En muchos casos sí, porque el exceso de trámites se presta para ‘mordidas’ aquí y allá. Este gobierno ha avanzado en eso y la Agencia Nacional de Compras Públicas, Colombia Compra Eficiente, bajo la dirección de la Paca Zuleta, ha hecho un esfuerzo importante. Yo trabajé también en el diseño de la política de transparencia que se va a implementar, a partir del próximo mes, y que incluye un capítulo para simplificar las normas de contratación y hacerlas más modernas y con menos trabas. También hay que abrir la discusión nacional sobre el control fiscal y disciplinario, porque mientras esté cooptado por la política nunca será lo que se espera. ¿Y cómo se materializa ese control?Fortaleciendo las veedurías ciudadanas y dándoles herramientas para que puedan ser efectivas. También faltan normas de protección a denunciantes de casos de corrupción. El Estatuto Anticorrupción tuvo un avance importante al establecer que los encargados del control interno -una herramienta preventiva en las entidades estatales- sean designados directamente por el Presidente de la República, que podrá tener un control directo sobre ellos. Propusimos algo similar a nivel territorial para garantizar que ese control interno efectivamente prevenga la corrupción y tenga alguna independencia de las entidades.¿Cambio Radical apoyará una posible reelección del presidente Santos?Sí, pero yo creo que al presidente Santos, a diferencia de otros líderes, no lo trasnocha el tema de la reelección, pero lógico que se preocupe por consolidar algunos de los programas en los que ha avanzado en estos tres años y, muy especialmente, por el proceso de paz. Su reflexión seguramente sabrá determinar lo mejor para el país. Hace unos días dijo que cambiaría mil veces su reelección por lograr la paz en Colombia. Eso me da tranquilidad y confianza en él como líder político. ¿En qué se diferencian Uribe y Santos?El país llegó a acostumbrarse a la manera de gobernar de Uribe, que para mí no es la más adecuada. Creo que el presidente Santos es mucho más institucionalista, lo cual es positivo porque genera una capacidad estatal para enfrentar los problemas, y que estos no dependan de lo que decida un señor cuando se levanta, o a través del Twitter, sino de un aparato institucional preparado para dar respuestas. Más allá de las discusiones políticas, yo creo que el estilo de Uribe no fue positivo porque debilitó la institucionalidad estatal y eso es grave. Como Santos tiene una actitud completamente distinta, trabaja por unas instituciones fortalecidas, y, como no es efectista, tal vez no le llega a esa gente que espera órdenes perentorias o que su líder patee el tablero cada vez que se ponga bravo. Hoy tenemos un presidente tratando de concertar -a través de los mecanismos que existen en el Estado- con los diferentes estamentos para encontrarle soluciones a los complejos problemas del país. ¿Qué provoca las dudas frente a la negociación en Cuba?Que estamos negociando con las Farc y que al mismo tiempo estas hacen ataques a la población. Eso afecta la imagen del gobierno porque la gente no ha logrado entender la negociación en medio de la guerra con unos tipos que siguen teniendo la capacidad de asesinar soldados y de hacerle daño a la población. El gobierno les está dando durísimo a las Farc, pero la opinión registra poco ese hecho. Ese es un riesgo que Santos asumió a conciencia, porque era la única forma responsable de hacerlo. A Uribe le queda muy fácil atacar al gobierno porque él magnifica y capitaliza cada acto de la guerrilla a su favor y en contra del presidente Santos. ¿Cuál cree usted que será el resultado de las listas uribistas? Mi percepción es que les va a ir bien, pero menos de lo que ellos creen. Cuando hablan de 25 senadores están locos; podrían llegar a 15, que de todas maneras es una cifra considerable. No se mira con muy buenos ojos la posibilidad de que haya un mano a mano Santos vs Santos y Galán vs Galán, en las elecciones.En Colombia siempre se ha criticado que políticos tradicionales les hereden sus votos a parientes y me parece válida la crítica, pero en nuestro caso, mi hermano Juan Manuel no me está diciendo: “hágale, entre a la política que yo le entrego mis banderas para que usted continúe”. Estamos compitiendo ambos democráticamente para llegar al Senado de la República y de pronto nos quemamos, pero puede suceder que salgamos elegidos ambos.A la que ponen en un predicamento es a su pobre mamá…Claro, ella tendrá que mantener su voto secreto. (Risa). Por otra parte, no sobra recordarle que Juan Manuel y mi mamá han sido militantes del Partido Liberal y que cuando yo decidí lanzarme por Cambio Radical, ellos no estuvieron de acuerdo, pero respetaron mi decisión. Y cuando me lancé a la Alcaldía de Bogotá, Juan Manuel, que era el director del Partido Liberal, proclamó a David Luna. No es la primera vez que estamos en orillas distintas. ¿Primero la Alcaldía de Bogotá y luego la Presidencia?Mi papá decía que cuando uno aspira a dos cosas simultáneamente puede equivocarse. Sostenía que muchas de las personas que más han influido en la historia de Colombia no llegaron a la Presidencia, de tal manera que es secundario preocuparse por eso. También decía que cuando uno se pone la Presidencia como meta, termina convirtiéndola en un fin: Me gusta la Alcaldía de Bogotá porque creo que puedo mandar un mensaje interesante a futuro. ¿Cómo está viendo el proceso de La Habana y la posibilidad de levantar temporalmente la mesa mientras pasan las elecciones?Me parece que las pausas no son positivas y que, por el contrario, lo que se debería hacer es acelerar el proceso. Si las Farc se concentraran en los cinco puntos de la agenda inicial podría llegarse mucho más rápidamente a unos acuerdos y yo propondría que los delegados sesionaran en La Habana en forma permanente. Si las Farc no se dan cuenta de que la oportunidad es ahora, pueden cometer el error de derrumbar las negociaciones ante la opinión, y si la gente no las apoya, apaga y vámonos.

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