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El efecto de las redes sociales en el amor

La obsesión por las redes sociales y el Blackberry está cambiando la manera en que nos relacionamos con nuestro círculo social y afectivo. Amores, cada vez más ‘en-red-ados’.

23 de enero de 2011 Por:

La obsesión por las redes sociales y el Blackberry está cambiando la manera en que nos relacionamos con nuestro círculo social y afectivo. Amores, cada vez más ‘en-red-ados’.

Las redes sociales y los teléfonos de última tecnología han cambiado los códigos de las relaciones de pareja. Hoy en día, una adolescente se entera de que rompió con su novio porque en su perfil de Facebook ya no dice “en una relación”.Antes que un beso, las ‘lolitas’ permanecen expectantes a que, vía Facebook, su contacto favorito cambie el estado a “comprometido”. Los jóvenes de hoy exigen una prueba de amor muy distinta a la de generaciones pasadas: “Si me quieres de verdad, pones que estás conmigo en Facebook, Myspace, Badoo, Msn, Twitter y demás”. Ya no deshojan margaritas para decir: “Me quiere, no me quiere”, sino “me sigue, no me sigue...” Y entre palabras de amor como ‘okis’, ‘nop’ y ‘sip’ se generan expectativas con la complicidad de un ‘nick’. Los instintos despiertan, ya no en la sala o la discoteca, sino en la ventana del messenger, el muro del Facebook o la pantalla del Blackberry.Este último, más conocido como ‘BB’, se ha vuelto un arma letal para los que pretenden huir de una adolescente intensa, pues ella sabe exactamente a qué hora leyó él su mensaje, y cuánto tiempo tardó en responder. ¿Apagar el aparato? Ni pensarlo. Eso equivale a asesinar la relación. Las parejas modernas, aún estando frente a frente, se envían por el ‘BB’ mensajes que deberían decirse de viva voz. Y el tono de la voz, dice la psicóloga Chiquinquirá Blandón, “permite seducir, apoyar, acompañar. Si solo usan mensajes de texto no se fortalece el vínculo afectivo”.El ‘BB’ no es la única adicción de los ‘teens’, 68% de ellos usan las redes sociales para contactarse con amigos, según un estudio de la Fundación Creafutur ‘Teens 2010’. Y las redes son responsables de que la forma de relacionarse con sus pares haya cambiado. Ya no se enamoran con flores y serenatas, sino con mensajes de texto, íconos, emails. Hasta allí, todo está bien. Lo problemático es cuando solo se relacionan así, porque “se quita trascendencia y profundidad a la relación y se pierden de la posibilidad de vivir plenamente las emociones. El contacto físico genera el apego, al estimularse la oxitocina. A menos contacto, menos apego y más vulnerable la relación.Mónica Villada agradece a las redes sociales haber podido sostener la relación con su novio que está en Buenos Aires. Si no pueden hablar o conectarse, a través de sus estados en Facebook él sabe si ella está feliz o triste. Reconoce que cuando otra mujer le escribe algo, ella se arma un lío en la cabeza, “peor si lo veo en una foto con otra”. Cuenta que duró 15 días sin saber de él y creyó que habían terminado. El malentendido se solucionó cuando él subió al Facebook un mensaje en el que le explicaba la razón de su silencio: la muerte de su abuelita.Esto solo deja en evidencia la endeble comunicación que existe entre las parejas que creen que la cantidad de mensajes enviados es directamente proporcional al amor.Las inseguridades están a la orden del día en estas relaciones ‘en-red-adas’: “¿Por qué fulanita te escribió eso tal día, en tal fecha y a tal hora?”. Lo que dicen los estudios“La obsesión por Facebook está potenciando los celos en situaciones donde antes no los había”, dice la psicóloga Amy Muise, quien encabezó un estudio publicado por CyberPsychology & Behavior sobre cómo esta red despierta celos entre los universitarios.No hace que la gente se torne más celosa de lo que era, pero sí es detonante de episodios de celos, pues la información que se distribuye no tiene contexto. Otro estudio de la Universidad de Guelph, en Canadá, señala que el 95% de los cibernautas busca a sus ‘ex’ en la red, lo que desata conductas paranoicas. Los psicólogos advierten que estar expuestos a ese constante flujo de datos afecta la estabilidad de las parejas: “cuanto más se sepa, peor”. En otras palabras, el exceso de información chatarra es perjudicial para la salud emocional. Víctima de Facebook fue Cristina Fernández, quien canceló su cuenta para evitar su divorcio, porque un ‘ex’ la bombardeó con mensajes que despertaron los celos de su esposo. Y este no es un caso aislado. Según una investigación de la Academia Americana de Abogados Matrimoniales, uno de cada cinco matrimonios se acaban en EE.UU. por culpa de Facebook, que fue pensada para conectar a la gente, pero ahora, para bien o para mal, la separa. Es el caso de una ‘tweet’ colombiana @repolinda80, quien reconoce abiertamente que se separó de su esposo por su adicción a Twitter. “Me la pasaba peleando con él, porque yo estaba todo el día en la dimensión desconocida, en modo zombie, enviando ‘tweets’, respondiendo ‘mentions’ y ‘dms’, haciendo ‘#ff’. Un día envié sus maletas a donde su mamá, por no dejarme twittear”, explica. Y mucho se ha comentado el caso de una mujer que se quedó ‘plop’ al enterarse por Facebook de su propia separación, pues su marido reveló en su muro: “Mi esposa me dejó, yo no era lo suficientemente bueno, ¿no es una pena?”.Claro que hay quienes se dan sus mañas para sacar adelante su relación de pareja y no salir enredados. Estas son su estrategias, para que no lo tomen por sorpresa: Bloquean la información a personas fuera de su grupo de amigos, borran los comentarios escritos o recibidos después de leerlos. Crean un perfil alternativo para sus conquistas y otro serio para sus amigos/pareja. “¿Me sigue o no me sigue?”.Cupido está en TwitterEs una de esas curiosas aplicaciones de terceros para Twitter. Se trata de ‘Find love on twitterverse’, que permite a sus usuarios encontrar a posibles amores en el sistema de ‘microblogging’. Basta con introducir el nombre de usuario y ver qué le depara el destino o simplemente para divertirse.Dato claveSegún el estudio realizado por la Fundación Creafutur, el 55% de los ‘teens’ tienen perfil online. El 66% dice que a su perfil solo acceden amigos. 48% visita redes sociales a diario.70% de mujeres usan Facebook y Myspace, frente al 54% de hombres. 91% dice que usan las redes para estar en contacto con amigos que ven con frecuencia, 82% con los que ven poco. 72% para hacer planes, 49% para hacer amigos y 17% para romance.DesintoxícateMientras que entre las estrellas de Hollywood están de moda las dietas de desintoxicación, ya es frecuente ver cuentas de Twitter cerradas porque quienes fueron sus usuarios están en proceso de ‘desintoxicación’. Actualmente, es común ver comentarios en red como “estoy en mi desintoxicada de Twitter, ya casi nadie aporta nada interesante, se está volviendo un lugar para sacar lo emo que todos tenemos”. Usar en exceso las redes sociales provoca una dependencia patológica que incluso ya tiene nombre: ‘Internet Addiction Disorder’. En Italia ya abrieron dos clínicas psiquiátricas para tratarla, y no dan a basto con tantos adictos.

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