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"Colombia dará un gran salto en infraestructura": Germán Vargas Lleras

El vicepresidente Germán Vargas Lleras dice que su afán por impulsar los proyectos viales y de 4G no tiene un “cálculo político”. Pide apoyar a Santos en este esfuerzo.

13 de julio de 2015 Por: Lorena Beltrán y Alfonso Ospina | Colprensa

El vicepresidente Germán Vargas Lleras dice que su afán por impulsar los proyectos viales y de 4G no tiene un “cálculo político”. Pide apoyar a Santos en este esfuerzo.

Lejos de entrar en controversias políticas internas, el vicepresidente Germán Vargas Lleras cumple maratónicos recorridos regionales, persiguiendo el objetivo de destrabar, adjudicar y ejecutar obras de infraestructura, de vivienda y de suministro de agua potable.

Así se lo encomendó el presidente Juan Manuel Santos, quien decae en las encuestas mientras su equipo ejecutor, especialmente el de Infraestructura y Vivienda, gana terreno en la opinión ciudadana. 

Aunque en los corrillos políticos dan como un hecho que 'el vice' está abonando terreno para suceder a Santos, con cifras concretas Vargas sale al paso de los comentarios y advierte que detrás de las ambiciosas obras que impulsa “no hay cálculo político”. 

¿Cuándo verá el país el vuelco que promete la construcción de las Vías 4G y de las Vías para la Equidad? 

En estos cuatro años. Unas tardarán más que otras, particularmente aquellas que tienen grandes tramos de túneles, pero en su totalidad deberán estar terminadas en cuatro años. Habrá entregas parciales, porque la remuneración se hace a través de unidades funcionales de obra, de manera que los colombianos, a partir de este segundo semestre, irán viendo avances en todo el territorio nacional. 

En cifras concretas ¿qué tanto impactarán en la competitividad? 

Hoy en los informes internacionales, particularmente el del Banco Mundial y la Cepal, Colombia es el país número 18 en el área por infraestructura vial. Tan solo nos superan en el mal estado de las vías Honduras, Bolivia, Guyana, Haití y Cuba. Terminado este programa de infraestructura pasaremos a ser el tercer país en América Latina, por debajo de Brasil y México, que nos llevan décadas haciendo inversiones importantes, pero será un gran salto. Tendremos un nuevo país, mucho más competitivo. 

Uno de los retos en esta materia es que la población vuelva a creer en la obra pública sin corrupción. ¿Es posible? 

Nos estamos blindando de varias maneras. Ninguno de los contratos de obra pública tendrá anticipos, por primera vez en Colombia las licitaciones de Invías se asimilarán a las de 4G, de manera que no habrá un solo peso de anticipos. Un segundo avance es que todos los funcionarios del Invías participaron en la elaboración de los pliegos y quienes estarán vinculados a la adjudicación de las licitaciones, han aceptado someterse a un polígrafo. Tendremos un pliego estándar y vamos a hacer enormes esfuerzos por darle publicidad y difusión a estas convocatorias. Finalmente hemos emprendido un protocolo para la adjudicación de todos estos contratos, que se adelantarán a través de audiencia pública en una urna de cristal, donde todas las actuaciones administrativas quedarán grabadas y cualquier colombiano podrá acceder a las instalaciones que se adecuaron en Invías, para presenciar en tiempo real las deliberaciones en la selección de las firmas ganadoras. 

¿Cómo se articulará con las regiones esa estrategia en materia de infraestructura?

 Hay una convocatoria para que entidades territoriales firmen convenios para adoptar los pliegos tipo y los procedimientos que se fijaron en la contratación. Hemos recibido respuestas de 65 entidades territoriales. Ojalá muchos más gobernadores y alcaldes acogieran estos convenios. Ya el presidente señaló que quienes no lo adopten, estarán excluidos de recibir recursos de la Nación para obra pública. 

Con todo este esfuerzo ¿cómo recibe respuestas tan reticentes de las comunidades, como la de Buenaventura frente al plan de cierres que se diseñó para avanzar en la ampliación de la Vía al Mar?

Sé que hay que hacer un gran esfuerzo para enfrentar un cierre temporal de la vía Buga-Buenaventura, pero es que necesitamos movilizar cinco millones de metros cúbicos de tierra para terminar esa calzada y entregarla el próximo año. La licencia ambiental que nos fue expedida no permite hacer estas voladuras en horas nocturnas, como es natural, de manera que si atendiéramos los requerimientos de quienes quieren hacer estas obras artesanalmente, se tendría que aplazar la entrega de la doble calzada hasta el año 2023. Hemos hecho todos los esfuerzos para minimizar el impacto, pero no es posible que el Gobierno Nacional haga el esfuerzo de inyectarle $300.000 millones más y tener todo programado para entregar una obra que lleva 4 años en construcción y que continúen voces que no comprenden el alcance de lo que se va a hacer, porque todo el país lleva años solicitando que se agilice la ejecución en una de las principales vías de competitividad. 

Otro tema prioritario es el de inversiones del Estado y las APP para fortalecer la infraestructura aérea. ¿Cuál es el balance?

Este es el otro gran frente, hay 51 aeropuertos concesionados en ejecución. Los principales, pero también todos los secundarios, que a través de recursos de la Aerocivil se verán beneficiados. Ya licitamos y están con contrato de obra firmado, aeropuertos como el de Inírida, Florencia, San José del Guaviare, Villavicencio, Mitú. Son obras por valor de $2,8 billones.

Ante un panorama inédito de desarrollo de obras, ¿la ingeniería colombiana está preparada?

Está respondiendo muy bien, pero también nos entusiasma que decenas de compañías extranjeras estén confiando en Colombia y estén llegando a ofertar en estos procesos. Ya tenemos compañías brasileñas, ecuatorianas, españolas, italianas y la semana pasada una compañía de Austria ganó por primera vez una licitación. Esto nos anima, porque la transparencia ha generado confianza en el exterior. 

Hay dos obras que son de importancia simbólica para el país ¿Cómo van las reconstrucciones de Salgar y de Gramalote?

No es de mi competencia lo de Gramalote. En Salgar el Ministro de Vivienda ha tomado eso como un objetivo central, mientras que el Fondo de Adaptación lleva cuatro años sin haber iniciado esas obras. Incluso le hago un sano reto al Fondo de Adaptación: le apuesto que entregaremos primero Salgar a que ellos entreguen Gramalote. 

Hay sectores políticos que critican su gestión, porque dicen que opaca  la que ejecutan los Ministros...

 Lo que hacemos es integrar un gran equipo, trabajamos juntos por la infraestructura, la vivienda y el agua, muy coordinadamente y lo importante son los resultados, no ese tipo de controversias. No tenemos ninguna discrepancia al interior del sector, en todos los temas trabajamos como un solo hombre.

Como fórmula que es del presidente Santos ¿le preocupa que las encuestas no reflejen el reconocimiento de la opinión pública a la gestión de gobierno?

 Sí, mucho, porque me preocupa que al Presidente  Santo no le reconozcan los logros en tantas áreas, empezando por la mía. Sin el apoyo del presidente estos proyectos de infraestructura jamás habrían sido posibles, jamás hubiéramos logrado construir 100.000 viviendas gratis. Entonces resulta muy injusto que los reconocimientos se hagan a unos funcionarios del Gobierno y no a quien está en la cabeza del Estado y sin cuyo apoyo nada sería posible. 

Sin embargo, aunque el Presidente las ha desmentido, también se ha dicho que usted guarda algunas diferencias con él…

 Esa afirmación es absurda, tal vez es porque mantengo prudencia y silencio frente a los temas de la paz, porque así lo quiso el presidente desde un principio, que fueran solo él y los negociadores quienes se refirieran a ese tema. No solo mantengo esa discreción con los temas relacionados con la paz, sino con los que tienen que ver con cualquier otra cartera. Jamás me escuchará hablando de salud o de educación, porque mis competencias están definidas en un decreto y son otras. 

Es un secreto a voces que usted quiere llegar a ser Presidente de Colombia. ¿Pone en riesgo esa aspiración al estar tan metido en el día a día de ejecutorias en las que podrían darse problemas de cumplimiento o de corrupción?

 Para eso fui designado, para solucionar problemas transversales que no eran solo competencia de un ministerio y para volcar toda mi capacidad para sacarlos adelante. Y lo hago sin ningún cálculo político. Tampoco lo hice cuando estuve al frente del Ministerio de Vivienda con el reto de construir 100.000 viviendas gratis en un periodo tan corto. 

 

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