¿Cuál será el futuro del procurador Alejandro Ordóñez?, hablan expertos
Algunos analistas consideran que una eventual destitución del Procurador, Alejandro Ordóñez, en vez de ser una derrota, puede convertirse en un trampolín para su deseo de convertirse en el próximo presidente de la República.
Algunos analistas consideran que una eventual destitución del Procurador, Alejandro Ordóñez, en vez de ser una derrota, puede convertirse en un trampolín para su deseo de convertirse en el próximo presidente de la República.
No le teman a la Procuraduría quienes no le deben temer. Los corruptos sí, témanle todo lo que quieran, porque los estoy correteando como ratones alrededor del queso.
La frase la lanzó Alejandro Ordóñez en el 2012 cuando ya completaba tres años como Procurador General de la Nación. Para ese momento y desde el 2009, el ímpetu de su rasero lo habían sentido 1173 alcaldes, concejales, gobernadores, diputados, senadores y representantes a la Cámara a quienes suspendió y destituyó por innumerables motivos.
Los primeros en la lista de sancionados fueron las exsenadoras Piedad Córdoba y Rocío Arias, el exalcalde de Bogotá Samuel Moreno y hasta el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias.
Las decisiones las tomó sin inmutarse. Tal como luce por estos días mientras espera que el Consejo de Estado resuelva una demanda que pide que su reelección sea declarada nula, entre otras razones porque varios de los magistrados que votaron por él en 2013 estaban inhabilitados para hacerlo.
¿Me ve preocupado? Estoy tranquilo. Sea cual sea el sentido del fallo, será bienvenido, le respondió a un periodista en una rueda de prensa el pasado martes.
Esta tranquilidad que embarga al jefe del Ministerio Público quizás se deba a que su eventual salida del cargo, en vez de una derrota, puede convertirse en un trampolín para el Procurador en caso de que su deseo -y todo parece indicarlo- sea convertirse en el próximo presidente de la República.
El politólogo Camilo González considera que la decisión que está siendo estudiada desde 2013 se ha dilatado mucho. Es más, sostiene que hay una estrategia para que la sentencia sea básicamente inútil porque el Procurador termina su periodo en ocho meses.
Sin embargo, cree que es muy importante que exista un pronunciamiento porque eso sienta un precedente y así le ponen límites al abuso de poder en la Procuraduría.
Una opinión similar tiene la representante a la Cámara por el Partido Verde, Ángela Robledo, quien explica que este debería ser el momento para que los colombianos entiendan que el Procurador no ha hecho una labor con decoro. Ordóñez es de aquellos que dicen: Para mis amigos todo, para los demás, la ley y quiere imponer su dogma.
La congresista considera que su aspiración presidencial debería verse afectada con un fallo que ratifique que llegó al cargo por segunda vez apoyado bajo un conflicto de intereses en la Corte Constitucional.
Pero el politólogo Vicente Torrijos hila más delgado: No sería una simple sanción. En realidad, se convierte en un hecho político muy interesante por cuanto podría convertirse en el propulsor de una precandidatura Presidencial.
Enumera una serie de cualidades de Alejandro Ordóñez, de quien dice, no ha sido un funcionario más, ya que su perfil, más allá del cargo que ostenta, es evidentemente político y, a su juicio, sus aspiraciones futuras se podrían fortalecer con un fallo adverso del Consejo de Estado que lo haría ver como una víctima ante las peleas que ha tenido en temas incómodos para el Gobierno nacional.
El fallo, entonces, sería visto como una represalia, por ejemplo, ante las últimas discusiones contra Santos sobre restitución de tierras.
Torrijos añade que el Procurador no tendría que someterse a las estructuras burocráticas porque la suya sería una candidatura de opinión, de carisma, donde su figura intelectual e ideológica pasa a ser preponderante.
Pero en el interior del Partido Conservador hay otra percepción sobre el futuro del Procurador, incluso esta semana le hicieron una invitación a puerta cerrada, pero en la que se escaparon detalles del coqueteo que hubo con miras a tenerlo como candidato para las elecciones presidenciales de 2018.
Precisamente por eso, el exprocurador General de la Nación, Jaime Bernal Cuéllar, indica que el gran problema en Colombia es cuando se desbordan las funciones de los órganos de control.
Explica que la única consecuencia grave después de un fallo en contra de Ordóñez, en un caso como este, debería ser la búsqueda de una terna y designar un reemplazo, pero esa decisión, como dice Torrijos, podría convertirse en un trampolín para que Ordóñez se lance a la Presidencia de la República.
Infortunadamente, cuando se llega a estos cargos como trampolín hablo en general, la aspiración siguiente es ser Jefe de Estado y no sé hasta dónde esa es la orientación que deben tener los órganos de control en Colombia.
La senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, sostiene que una destitución del Procurador se convertiría en una decisión muy grave para el país porque se ha vislumbrado la intolerancia del Gobierno Nacional frente a cualquier voz diferente y su afán por neutralizar esas disidencias.
Sin embargo, el abogado constitucionalista Juan Manuel Charry dice que en este momento no se puede hablar de persecución política, y que el calificativo lo considera precipitado cuando todavía no se conoce el sentido del fallo.
Precisa que una mala argumentación en el sentido de la decisión por parte del Consejo de Estado podría victimizar a Ordóñez, de lo contrario no.
Aunque la senadora del Centro Democrático asegura que sí hay motivos para pensar en una persecución. Si no fuera cierto, no habría ningún problema. Lo que pasa es que la gente se conforma con dejar que las presiones políticas determinen el país.
Pero el analista Camilo González dice que no se puede pretender que quienes tienen que velar por el ordenamiento jurídico sean los primeros en desconocer la ley si no les conviene. Es un mensaje destructivo de la institucionalidad. Y agrega que Ordóñez tiene todo el derecho de tener aspiraciones políticas, pero lo importante es que no construya un camino a costa de la propia Procuraduría.
El casoEn 2013, luego de que fuera reelegido el procurador Alejandro Ordóñez, el abogado y exmagistrado Rodrigo Uprimny demandó la elección por: 1. La elección vulneró la Constitución pues la Comisión de Ética no aceptó los impedimentos y las recusaciones presentadas por varios senadores que argumentaron conflicto de intereses. 2.Ordóñez estaba inhabilitado para ser postulado por la Corte Suprema. 3. La postulación en la Corte Suprema no contó con la mayoría de votos válidos. 4. El proceso de elección como Procurador violó el Artículo 126 de la Constitución porque no hubo terna, al renunciar la magistrada.