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¿Cuál es el propósito de las Farc con las liberaciones? Analistas responden

La mayoría de los militares secuestrados llevan 14 años en cautiverio en la selva. ¿Será una jugada publicitaria de la guerrilla? La respuesta.

29 de marzo de 2012 Por: Sharon Ramírez Santamaría I Colprensa

La mayoría de los militares secuestrados llevan 14 años en cautiverio en la selva. ¿Será una jugada publicitaria de la guerrilla? La respuesta.

Hace cerca de catorce años se empezó a hablar de la denominada ‘lista de canjeables’, la cual por años ha generado polémica y rechazo entre los que consideran que la libertad no se debe negociar. La propuesta de canje de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) ha consistido en dejar en libertad a militares, policías y políticos secuestrados a cambio de guerrilleros presos.Durante el mandato de Ernesto Samper (1994-1998) y posteriormente en el de Andrés Pastrana (1998-2002) esa posibilidad tomó fuerza y llegó a concretarse. Sin embargo, la intención del grupo guerrillero de presionar al Gobierno con más secuestros y el fallido proceso de paz del Caguán la dejó sin soporte.La actual administración, por su parte, se ha mostrado escéptica. No es para menos, pues por esta lista de ‘canjeables’ han pasado al menos 70 personas, entre civiles y miembros de la Fuerza Pública. De éstos, 26 murieron en cautiverio, 11 fueron liberados, 19 rescatados y 7 lograron fugarse.La pregunta que surge es: ¿qué pasará con los que aún están en poder de ese grupo guerrillero? Según el último anuncio de las Farc, en los próximos días dejarían en libertad a diez policías y militares, con lo cual se pondría fin al tema de los llamados ‘canjeables’.Los secuestrados que serían liberados son los militares Luis Alfonso Beltrán, Luis Arturo Arcia, Róbinson Salcedo y Luis Alfredo Moreno. La lista la completarían los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina. Algunos llevan cerca de catorce años en cautiverio.Para analistas, esta liberación podría significar un primer paso para un eventual diálogo de paz, pero aún persisten las dudas y la desconfianza. Principalmente, porque consideran que es una “jugada publicitaria” para lograr concesiones por parte del Gobierno y aceptación de la comunidad internacional. El propósito de las liberaciones De acuerdo con Vicente Torrijos, internacionalista y docente de la Universidad del Rosario, las liberaciones de los uniformados antes que nada “les quitarían un gravísimo problema de encima y un dolor de cabeza a las Farc, porque ellos saben perfectamente que el Ejército Nacional los tenía en la mira y así lograrían aliviar una carga que están padeciendo”. El analista también dijo que en su propósito de ser aceptado como un interlocutor político válido, el grupo subversivo “entendió” que su estrategia de canje no funcionó y que se debía implementar una lógica de negociación y no de presión. Por tal razón, esperarían que después de las liberaciones, “sea el Estado el que haga el próximo movimiento en el tablero del ajedrez político y que se brinden garantías para un proceso de paz”. El problema radica, según Torrijos, en que a pesar de los últimos anuncios de esa guerrilla, de las liberaciones y el abandono del secuestro extorsivo, no existen mecanismos efectivos que permitan una verificación de esta supuesta voluntad. “Al no haber ningún mecanismo de verificación, ellos podrán hacer muchos anuncios, hacer espectáculos publicitarios para demostrar que ya no secuestran, pero nadie podrá realmente saber si lo están haciendo. Pueden ser concesiones artificiales para que el Gobierno caiga en la trampa y ellos sigan manteniendo intacta su forma de operar. Ellos pueden querer diálogo instrumental, sin realmente renunciar a su condición histórica”, agregó.A juicio del experto, uno de los siguientes pasos de las Farc sería el anuncio de que abandonarían el narcotráfico. Otro de los propósitos sería reflejar una imagen positiva ante la comunidad internacional, pues al abandonar la práctica del secuestro, podrían ser vistas no como una organización terrorista sino como un grupo que está dispuesto a mantener unas negociaciones serias, sostenibles y responsables.En esta última apreciación coincidió el director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Camilo González, quien explicó que las liberaciones son una señal para la comunidad internacional que los ha criticado y aún no acepta que sus mensajes políticos estén acompañados de violaciones indiscriminadas a los Derechos Humanos. “Las liberaciones son un paso en la dirección correcta y una buena señal, pero todavía no hay ambiente, hay que esperar a que se den otros pasos que permitan crear escenarios de diálogo, inicialmente discretos y confidenciales”, afirmó González.Por otro lado, dijo que el fin del tema sobre los ‘canjeables’ permite inferir que las Farc quieren dar un giro en su estrategia política y apostarle al diálogo. “Esto no quiere decir que se acabe la guerra y el secuestro de policías y soldados, ya que podrían seguir, pero es un primer paso”, concluyó el director de Indepaz. "No dan puntada sin dedal": Araújo El ex ministro de Desarrollo y ex canciller colombiano, Fernando Araújo, fue secuestrado el 4 de diciembre de 2000, pero logró escapar tras seis años de cautiverio. La fuga, según su propio testimonio, se produjo en medio de una operación militar contra el campamento en el que permanecía, en las selvas del sur de Bolívar.Para las Farc, su condición de reconocido político fue razón suficiente para incluirlo en la lista de canjeables. “Lo que conocí mientras estuve secuestrado fue que el canje humanitario era un primer paso para después fortalecer una exigencia ante el Gobierno Nacional y así seguir secuestrando a soldados y policías para exigir la salida de los guerrilleros presos”, dijo.Ahora, después de casi seis años de libertad, Araújo explicó que las próximas liberaciones son el reconocimiento por parte de las Farc de un fracaso de su política de canjeables y una estrategia para promover sus intereses. “Las Farc pretendieron en un momento canjear de forma permanente y montaron como estrategia este tema. No me cabe la menor duda de que el efecto principal que buscan ahora es publicitario y de presentarse ante la sociedad como un grupo respetuoso de los derechos ciudadanos, lo que realmente nunca ha sucedido”. El fracaso de la estrategia de los canjeables, para el exsecuestrado, valida el escepticismo de parte de los últimos gobiernos, conscientes de que la guerrilla “nunca da puntada sin dedal. Sus anuncios hay que entenderlos en el contexto de su ideología, en donde son válidas todas las formas de lucha, inclusive recurrir a la mentira”. Propuso, finalmente, que antes de hablar de diálogos de paz, se estipule un escenario adecuado para la completa desmovilización de la guerrilla, “pero sin que eso signifique que el Estado tenga que hacerle concesiones, que es lo que queda implícito cuando se habla de diálogos de paz”, puntualizó el político que durante varios años fue parte de los canjeables.

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