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“Con Ecuador y Venezuela miramos hacia adelante”: presidente Santos

El Mandatario de los colombianos, Juan Manuel Santos, asegura que la cúpula militar está más unida que nunca. Reconoce que el Partido Liberal es su criatura, pero que está en la Tercera Vía. II Parte.

16 de mayo de 2011 Por: Margarita Vidal

El Mandatario de los colombianos, Juan Manuel Santos, asegura que la cúpula militar está más unida que nunca. Reconoce que el Partido Liberal es su criatura, pero que está en la Tercera Vía. II Parte.

Con la baja del general Matamoros, columnistas de derecha dicen que hay descontento en la cúpula de las Fuerzas Armadas, que el Ejército está desmoralizado como consecuencia de los fallos de la Justicia contra los coroneles Plazas y Arias Cabrales. Y, finalmente, porque usted nombró al almirante Cely como comandante de las Fuerzas Armadas, cargo que siempre había sido para el Ejército. ¿Qué lo motivó a nombrar a Cely, rompiendo la tradición de que el jefe de las Fuerzas Armadas viniera del Ejército?Desde que la Doctrina de los Comandos Conjuntos ha venido haciendo carrera en las Fuerzas Militares, da lo mismo nombrar un comandante de cualquier fuerza. El comandante Cely era la persona más apropiada en ese momento. No había alguien del Ejército que estuviera disponible para ocupar ese cargo en esa oportunidad. Eso no quiere decir que el día de mañana el Ejército no vuelva. Puede y posiblemente va a volver, pero esos columnistas de derecha son muy pocos y además reflejan algo que no es real, porque la moral del Ejército es óptima. Yo porté el uniforme, sé cómo operan y cómo piensan, me considero uno de ellos y le puedo decir que están combatiendo con la moral en alto.¿Puede asegurar que no hay malestar en la cúpula de las Fuerzas Militares?Le aseguro que no la hay. La cúpula en este momento está más unida que nunca.¿Cómo puede entonces darse el caso de ‘Tolemaida Resort’ con presos condenados a penas muy altas? ¿Cómo podía el Ejército ignorar eso?Eso fue un descuido y falta de diligencia.¿O, más bien, negligencia?Negligencia, descuido, falta de control, llámelo como quiera, el hecho es que desafortunadamente ocurrió y los responsables ya fueron apartados, como el coronel que estaba a cargo.¿No podría contemplarse la sanción en niveles jerárquicos superiores?Esa es una decisión de las Fuerzas Militares, que actuaron conforme a sus procedimientos internos, y eso yo lo respeto.¿Cuál es su meta en política exterior latinoamericana, al liderar tantos procesos simultáneos?Que Colombia sea una voz relevante en el escenario mundial, que nos respeten por lo que somos, que seamos un país escuchado por la comunidad internacional, cosa que ya está sucediendo. ¿Quién iba a pensar hace un año que estaríamos presidiendo Unasur, que íbamos a ser miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, que se aprobaría el TLC con Estados Unidos? ¿Que íbamos a lograr profunda integración de los cuatro países de Arco? ¿No le parece que esto comprueba que no es cierto lo que algunos dicen, en el sentido de que nuestro acercamiento con los vecinos iba a enemistarnos con los Estados Unidos? Si somos relevantes internacionalmente, eso repercute internamente en nuestras políticas de traerle bienestar a la gente, objetivo último de cualquier gobierno. También nos facilita el acceso a los mercados, atraer inversión y poder influir en la toma de decisiones a nivel internacional que beneficien al pueblo colombiano.Contra todo pronóstico, las revelaciones del libro El Dossier de las Farc, editado en Inglaterra con base en los computadores de ‘Raúl Reyes’, no armaron otra vez un zaperoco. ¿Por qué decidieron todos pasar de agache?Es que ahí no hay nada nuevo, todo había sido ya publicado, de manera que ¿qué sentido tendría revivirlo? La respuesta es que con Ecuador y Venezuela tomamos la determinación de mirar hacia delante y no hacia atrás porque nada, aparte de problemas, obtendríamos empezando nuevamente a sacarnos clavos por lo que se dice aquí o aparece allá.Y a propósito de la relación con su “nuevo mejor amigo”, el presidente Chávez, ¿qué beneficios nos ha traído la recomposición de esa amistad?Muchos. Firmamos un tratado antidrogas que nos interesa muchísimo. Estamos reviviendo grandes proyectos de infraestructura, vitales para los dos países, tenemos una fuerte cooperación en las fronteras con Acción Social y estamos construyendo puentes para facilitar el comercio. Podemos decir que con Venezuela hay ya una relación y que lo que tenemos hoy es muchísimo frente a lo que teníamos hace nueve meses, que era cero.Hablemos de política, los arúspices del tema dicen que su objetivo in pectore es reunificar el Partido Liberal, que desde hace cien años ha sido el partido de su familia. Dígame, con la mano en el corazón, ¿no le gustaría lograrlo?Pero, Margarita, yo fundé un partido que en muy poco tiempo se convirtió en el partido mayoritario del país. Esa es mi criatura, ¿cómo podría yo dejarla botada?¿Eso es un no? ¿Al fin, dónde está su corazón?Lo que pasa es que hay muy poca diferencia doctrinaria entre el Partido de la U y el Partido Liberal que tienen, a mi parecer, un común denominador. Pero mi respuesta sería que estoy totalmente claro en cuanto adónde he estado desde hace mucho tiempo: en la Tercera Vía, que para mí es el posicionamiento político más adecuado para Colombia. Si los dos partidos giraran en torno a esa doctrina, sería muy fácil unirlos, lo impiden rivalidades ya más personales y más mundanas.

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