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Distintos profesionales de la salud, estudiantes de pregrado y posgrado, así como personal de la Fundación Valle del Lili hacen parte de este laboratorio. | Foto: Elpaís.com.co

TECNOLOGÍA

Ciencia y tecnología reclaman mayor presencia de mujeres

La escasa participación de mujeres en estudios y empleos de ingeniería, ciencias y tecnologías de la información en Colombia, tiene origen en la crianza y educación básica.

12 de marzo de 2017 Por: Luisa Fernanda Jaramillo / Reportera de El País

“¡Ay, vienen con la mascota!”, fue lo que exclamó la docente encargada de darle la inducción a los 50 nuevos estudiantes del programa de ingeniería mecánica al ver a la única mujer del grupo. Ese es un episodio que Juan Fernando Arias, cuatro años después, todavía recuerda y que, dice, es muestra de cómo mujeres y hombres ven el rol del género femenino en la ingeniería, las ciencias y la tecnología.

Él cuenta que al ingresar a primer semestre, de esos 50 estudiantes cuatro eran mujeres. Pero ahora, en todas las materias que ve en octavo semestre de la carrera coincide con una o dos mujeres, “pero hay algunas en las que solo somos hombres”.

Para Carlos Lozano, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Valle, esto no es extraño, ya que dicho programa junto con el de ingeniería eléctrica son ‘críticos’ en cuanto a número de mujeres inscritas. Las cifras de la Facultad así lo precisan: de los estudiantes matriculados a ingeniería eléctrica para el periodo febrero - junio de este año, 263 son hombres y 34 mujeres; en mecánica son 253 hombres y 17 mujeres.

¿A qué se debe? Esto puede atribuirse, dice Lozano, a que en el imaginario común se ve a algunas ingenierías más orientadas a la práctica, al desarrollo de las tareas en las industrias, en temas muy físicos y algunas mujeres quizá le temen a ello. “Ellas se decantan por algunas áreas de ingeniería que parecen estar más orientadas a funciones desde una oficina, tal vez por el temor a sentirse discriminadas en otras áreas”, acota el decano.

Para Luisa Arbeláez, quien actualmente cursa noveno semestre de ingeniería mecánica en Univalle, la razón por la que las mujeres no se deciden a estudiar carreras de ese corte tiene que ver con que se cree tradicionalmente que son carreras para hombres. “Muchas creen que cuando van a salir de estudiar a trabajar no las van a contratar por ser mujeres. Hay otras que piensan que solo tiene que ver con carros y grasa, que consiste en estar en un taller, le ponen mil peros”, comenta la estudiante.

Un estudio de Kantar IBOPE Media reveló que el 1.4 % de las mujeres en Colombia empezó a estudiar en la universidad en 2016. Solo el 0,14% inició un posgrado.

Sin embargo, Lozano considera que las mujeres son necesarias en esas áreas de conocimiento, ya que “ tienen cualidades muy importantes al momento de ejercer, como son la disciplina, la versatilidad, recursividad, creatividad y el pensamiento innovador. Son fundamentales”. Con él coincide Juan Fernando, quien dice que las mujeres son un aporte muy valioso a nivel intelectual, “tienen una forma diferente de ver y analizar las problemas”.

Y aunque la diferencia entre géneros en ambas carreras es abismal, en los otros 11 programas de ingeniería que ofrece la institución, el número de hombres matriculado supera el de mujeres.

Lo mismo ocurre en el programa de ingeniería de sistemas de la Universidad Icesi. Norha Villegas, directora de la carrera y profesional destacada, cuenta que hace algunos años las mujeres representaban el 40% de la población estudiantil de ingeniería de sistemas. “Ahora ha decaído mucho, al punto de más o menos representar el 10% de los estudiantes. He tenido cohortes en las que no ingresa ninguna mujer”, puntualiza.

38%
fue la participación de las mujeres en cargos estratégicos en la industria TI del país.
39%
fue la participación de las mujeres en la industria TI colombiana en 2015, según MinTIC.
137
mujeres se graduaron de de ingenierías de Univalle en 2016; el total de graduandos fue 424.

Villegas considera que la educación básica y la que se da en el hogar ha formado barreras entre los sexos y las carreras. “Por ejemplo, el mercadeo de los aparatos electrónicos y los juguetes de armado como Lego está orientado a los hombres, no a las mujeres”, precisa. Además, la ingeniera agrega que esto se puede notar no solo con los programas de ingeniería, “¿cuántos profesores hombres de preescolar ha visto? Es algo que viene desde atrás, se imponen muros”.

Faltan científicas

Si en ingeniería llueve, en las ciencias naturales y exactas no escampa. El decano de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad del Valle, Walter Torres, comenta que hace algunos años, menos del 30% de los estudiantes eran mujeres. “Hoy, en 2017, representan aproximadamente el 45% de la población estudiantil y de los mejores estudiantes de las diferentes carreras, aproximadamente el 50% son mujeres”, explica Torres. Un dato interesante es que las mujeres tienen mejores índices de permanencia que los hombres en los programas de ciencias.

Sin embargo, a pesar de que la composición estudiantil femenina de la Facultad ha aumentado, la del cuerpo profesoral sigue siendo dominado por los hombres. “Tenemos 120 profesores nombrados, de los cuales 29 son mujeres. Cuatro están en el departamento de física, cinco en química, siete en biología, y en matemáticas, de un total de 32 profesores, 13 son mujeres”, destaca.

Para Torres, en términos académicos, los retos de las mujeres son los mismos que los de los hombres. Sin embargo, dice que hace algunos años, había situaciones de algunos profesores que pensaban que las mujeres deberían quedarse en casa y no estar en la universidad o dedicarse a estudiar otras carreras. “Pero mi percepción es que eso ha cambiado bastante. Prueba de eso es que las mujeres ahora se llevan la mitad de los premios a los mejores estudiantes de la facultad”, afirma.

La industria TI también las reclama

Un estudio del Observatorio TI del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y Fedesoft, señaló que en 2015, la participación de las mujeres en la industria TI (tecnología de la información) de Colombia fue del 39%, mientras que la de los hombres fue del 61%. Entre tanto, la participación de hombres y mujeres en cargos estratégicos en la industria TI colombiana fue de 62% y 38%, respectivamente. El estudio señaló que las mujeres ocupan cargos de niveles tácticos y operativos.

Las hipótesis que explican la baja participación de mujeres en carreras y empleos TIC, de acuerdo con dicho estudio, son la instauración de pautas de crianza con enfoque patriarcal e influencia de creencias religiosas, los estereotipos, las prácticas sexistas en la educación preescolar, básica y media; la desinformación sobre el quehacer de los profesionales TI y la falta de referentes y modelos significativos.

Sin embargo, Carolina Maldonado, la primera mujer vicepresidenta de ventas y mercadeo para Kingston Technology en América Latina, considera que “cada día podemos ver a más mujeres ocupando puestos clave en el sector tecnológico y generando inmensos avances para sus respectivas compañías. Continuar esta labor dependerá de la colaboración mutua entre las mujeres dentro de la industria, así como a condiciones laborales que favorezcan una verdadera inclusión femenina”.

De acuerdo con un estudio realizado por McKinsey & Co. y LeanIn.org sobre el papel de la mujer en las empresas tecnológicas, el problema no es que las mujeres encuentren poca representación en todos los niveles de las compañías de tecnología, sino que muchas de ellas creen que su género les está frenando su progreso y limitando acceso a ascensos o aumentos.

¿Cómo incluirlas?

Carlos Lozano, decano de la Facultad de Ingeniería de Univalle, dice que “no se puede convencer ni a mujeres ni a hombres de estudiar algo, pero en general los jóvenes terminan estudiando carreras diferentes a ingeniería o ciencias, porque no quieren realizar tanto trabajo académico. Creo que hace falta mostrarles casos de éxito de mujeres en esas carreras críticas, que sirvan de ejemplo para seguir en ese estudio”, apunta Lozano.

“Para atraerlas hacia las ciencias ‘duras’, la tecnología, la ingeniería, hay que romper paradigmas en los modelos educativos haciendo orientación profesional temprana y programas dedicados a generar o descubrir vocación científica”, señala Walter Torres, decano de Ciencias naturales y exactas de Univalle.

Por su parte Nohra Villegas, directora de ingeniería de sistemas de la Universidad Icesi, dice “no siento que la ingeniería tenga que gustarle a las mujeres. Creo que tenemos que arreglar las cosas desde la educación básica para eliminar las barreras que se han interpuesto entre mujeres y carreras”.

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