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Cara a Cara: decisión del presidente Santos sobre La Haya polarizó al país

Vicente Torrijos califica la actitud del Gobierno como político-electoral; Ricardo Abello la ve como una alternativa para afrontar el diferendo.

11 de septiembre de 2013 Por: Elpais.com.co | Colprensa

Vicente Torrijos califica la actitud del Gobierno como político-electoral; Ricardo Abello la ve como una alternativa para afrontar el diferendo.

Vicente TorrijosEl analista Vicente Torrijos criticó la postura del Gobierno de declarar inaplicable el fallo hasta tanto se negocie un tratado de límites con Nicaragua y advirtió que la decisión tiene serios matices políticos y electorales.¿Usted cree que la decisión adoptada por el presidente Santos fue la mejor para afrontar el fallo de La Haya?No, para nada, creo que el Presidente lo único que ha hecho es congelar el problema por un tiempo, con el fin de lograr respiro frente a la difícil situación política que está afrontando y tener un margen de maniobra que le permita desarrollar la campaña reeleccionista en condiciones más o menos tolerables. En otras palabras, el Presidente, en esencia, lo único que hizo fue repetir lo que ya dijo en noviembre cuando se conoció el fallo de la Corte, es decir que a él ese fallo le resultaba inaceptable. Ahora ha dicho lo mismo, pero cambiando el término por inaplicable, pero agregándole un agravante y es el hecho que considera que terminará aplicándolo después de haber negociado un tratado con los sandinistas. ¿Negociar no es bueno?Eso lejos de aliviar la situación lo que hace es empeorarla porque, en otras palabras, lo que él está diciendo es que va a someter nuestro interés nacional a una negociación en una mesa, en donde los sandinistas aparecerán con el fallo en la mano como libreto inmodificable, porque es una sentencia de la Corte, y eso obligará al presidente Santos a terminar accediendo a todo lo que ellos consideren que puede ser negociable, aspectos de menor cuantía como cantidades de pesca, flujo de motonaves, aspectos insignificantes, pero no el fallo en concreto. Si se hubiera mantenido firme en inaceptable y hubiera montado una estrategia, habría asumido a fondo la responsabilidad histórica del problema llevando a que el caso se ventilara en el Consejo de Seguridad de la ONU.Dos cosas: ¿el Presidente se quiere sacudir de la situación política actual o la posibilidad de negociar un buen tratado es imposible?Él mismo Presidente dijo que había esperado para anunciar esta estrategia después de que pasara la tormenta del paro. Eso demuestra que es un cálculo político electoral relacionado con las encuestas de opinión. Creo que el Presidente está utilizando una falacia para generar simpatías entre la población diciendo que el fallo es inaplicable, pero ese titular visto desde ese contexto no permite ver el resto de lo que él mismo dijo que solo es aplicable cuando se firme un tratado con Nicaragua. Él termina accediendo a la idea del mismo presidente Daniel Ortega, quien hace poco lanzó la idea de una comisión negociadora, precisamente para negociar sobre cómo se van a entender alrededor del fallo.Usted habla de sandinistas y se refiere a Nicaragua en esos términos. ¿Será que el Presidente quiere evitar líos en la mesa de La Habana?El Presidente ha dicho que la paz es una obsesión y él sabe que cualquier decisión con respecto a Nicaragua va a tener eco en la mesa de negociaciones de La Habana. Recordemos que el movimiento Bolivariano hace parte de un amplio grupo de sectores en los que están los sandinistas y las Farc. Entonces, lo que se observa es que el Presidente no quiere tener interferencias en los diálogos y por eso es la invitación a dialogar que le hace a Nicaragua.Ricardo AbelloEl internacionalista Ricardo Abello consideró que lo que hizo el Presidente con el tema de Nicaragua fue invitar a negociar a ese país y anota que fue una medida bien adoptada.¿Usted cree que la decisión adoptada por el presidente Juan Manuel Santos fue la mejor?Pues creo que en este momento, en que el tema está absolutamente politizado, es muy difícil determinar qué es lo mejor y qué es bueno y qué no es bueno. En este momento creo que al Presidente le tocó jugar en dos escenarios, uno el nacional y otro el internacional. En ese orden de ideas creo que hizo una muy buena declaración en ambos sentidos.¿Cuando usted dice que es politizado se refiere a que se toman medidas desesperadas por la coyuntura del país?No, no creo que sea una medida desesperada, simplemente se le estaba pidiendo al Presidente que se pronunciara a y en la medida en que se volvió un tema electoral en lugar de ser un tema de Estado, el Presidente tuvo que salir y pronunciarse al respecto.¿Esta decisión puede traer algún tipo de consecuencias para el país?No, creo que es un llamado a Nicaragua de que tiene que haber una negociación para que haya una aplicación de la decisión y que hay una serie de dificultades que impiden que pueda ser aplicado hoy en día y eso toca entrar a resolverlo.¿Cuáles dificultades?Por ejemplo, hay zona contigua colombiana en espacios de zona económica exclusiva nicaragüense, eso genera unas complicaciones en el ejercicio de derechos económicos por un lado y en el ejercicio de derechos administrativos, de seguridad, migratorios por el otro. Lo que corresponde es entrar a resolver todos esos puntos para poder aplicarlo.¿Con esta decisión quedará en juego la imagen de una Colombia respetuosa de la jurisdicción internacional?Colombia nunca ha dicho que no va a aplicar el fallo. En este momento es inaplicable y se deben tomar unas medidas. Dentro de estas medidas existen unas que le otorga el derecho internacional como la zona contigua y ahí queda claramente demostrado que se sobreponen derechos de un estado y de otro en unos mismos espacios y eso genera complicaciones que toca entrar a resolver para poder determinar cómo va a ser la aplicabilidad del fallo. ¿A eso se suma las dificultades del tratado que se tiene que firmar?No, esa es la solución. Una vez que hayan negociado las partes, eso se plasma en un tratado y ese es el que va a ser aprobado y que pondrá fin a la discusión.¿Esta era la única salida?Pues, creo que es una salida que está bien. Yo me habría quedado callado. Él tenía dos opciones, o no decir nada o decir lo que dijo. ¿Usted por qué se hubiera quedado callado?No lo sé, pero era una opción. El problema es que de por medio está que mucha gente está en campaña política y eso genera dificultades porque este tema no debe ser un tema de campaña, incluso, más allá de la reelección o no, creo que este tipo de temas no debe ser objeto del debate político.

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