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'Cano', el intelectual que terminó escupiendo balas en la selva

Alfonso Cano creció en un hogar de clase media alta y se enroló en las Farc tras estudiar antropología en la Nacional. Llegó al Secretariado de la mano de Jacobo Arenas y se convirtió en el número uno.

4 de noviembre de 2011 Por: Redacción de El País

Alfonso Cano creció en un hogar de clase media alta y se enroló en las Farc tras estudiar antropología en la Nacional. Llegó al Secretariado de la mano de Jacobo Arenas y se convirtió en el número uno.

La guerra tiene verdaderas contradicciones que parecen superar la ficción: el último hombre fuerte de las Farc tuvo un pasado de chico débil. Guillermo León Sáenz Vargas, alias Alfonso Cano, alguna vez fue un ‘nerd’ como esos que pintan las películas de Hollywood. Un chico flaco, de pelo revuelto, gafas de lentes gruesos. Quinto de siete hermanos, hijo de un agrónomo y una profesora, creció en el barrio Chapinero de Bogotá en medio de un ambiente típico de clase media: sin lujos mayores, sin hondas carencias.Apasionado por la historia, obsesionado con los libros sobre política, estudió en el colegio Fray Cristóbal de Torres, donde es recordado como un ‘come libros’ aventajado para la historia y demasiado malo para el fútbol. Justo ahí, otra contradicción: el hombre que más tarde terminaría empuñando un fusil para supuestamente defender causas sociales, era hincha de Millonarios.Su formación académica universitaria la inició en la Universidad Nacional, a la que ingresó en 1968 y donde cursó diez semestres de Antropología. Cuatro años antes había sido fundado el movimiento insurgente que terminaría comandando.En la Nacional comenzó a definir su camino. Se convirtió en líder de las Juventudes Comunistas, que era el brazo juvenil del Partido Comunista, y empezó a realizar sus primeras actividades. Así llegó hasta el año 80 y el muchachito ‘nerd’ que antes no hablaba, empezó a ser visto como alguien que ya era escuchado por pequeñas multitudes. Tanto así, que para ese momento, ya había sido arrestado por sus protestas públicas y había pasado seis meses preso.En el 81, ya declarado simpatizante de las Farc, es detenido por año y medio. La libertad la logró a través de la amnistía dada por el gobierno Betancur en 1982.Ese es el punto de inflexión, en el que el ideólogo se convierte en guerrillero. Contrariando las intenciones del Partido Comunista, que quería enviarlo a estudiar a Moscú para protegerlo de las autoridades que ya conocían de la incidencia que empezaba a tener, Sáenz se sumerge en montañas colombianas. Busca a los jefes de las Farc y se declara su nuevo peón.Ascendencia en la guerrillaUna vez dentro de la guerrilla, Cano logra rápida ascendencia gracias a su cercanía con el entonces ideólogo de las Farc Jacobo Arenas, y con él promueve la llamada Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (Cgsb), que buscaba aglutinar las guerrillas de la subregión y exportar la lucha armada en el continente. Su estrecha amistad con Jacobo Arenas, quien apreciaba su capacidad ideológica, lo acercó también con Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo y le abrió las puertas del Secretariado de las Farc, máxima instancia de dirección de esa guerrilla.Su formación ideológica y capacidad estratégica le permitieron a Cano encabezar los diálogos que las Farc tuvieron con el gobierno colombiano en Caracas, en 1991, y en Tlaxcala, México, en 1992. En este año, al líder de la delegación de las Farc se le vio muy elegante, luciendo vestidos de la exclusiva marca Versace y, como si fuera poco, se hospedó por todo lo alto con su amante en un hotel cinco estrellas de la ciudad mexicana.Años después, durante los diálogos de paz del Caguán adelantados con el gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana, mantuvo un bajo perfil. Se rumora que por entonces tuvo fuertes enfrentamientos con el Mono Jojoy a quien responsabilizó de la muerte de por lo menos cien guerrilleros en la operación ‘Siete de Agosto’ cuando hacían una avanzada hacia el oriente, desde el Caguán.Un periodista que estuvo presente en la zona de distensión lo recuerda como una persona de finas maneras que contrastaba con las más elementales de sus compañeros; hablaba con un acento bogotano de clase media alta, con buena dicción y se movía con un grupo de asesores de alto nivel, guerrilleros que habían sido educados en la antigua Unión Soviética y países de la ‘cortina de hierro’.De Alfonso Cano, siempre se ha dicho, era el ideólogo de las Farc, un tipo supuestamente más interesado en asuntos políticos que militares. Sin embargo, su historial delictivo demuestra todo lo contrario. Cano podía ser tan desalmado como el ‘Mono Jojoy’. Sí. Tan desalmado que no lo pensó dos veces, en 2008, para ejecutar a 40 guerrilleros por supuestas faltas disciplinarias. Por aquella carnicería fue condenado a 40 años de cárcel, una condena que, por supuesto, jamás pagó. También fue el responsable, junto a Pablo Catatumbo, de uno de los golpes más fuertes que le propinó la guerrilla al gobierno en mucho tiempo: el secuestro, en las propias narices de las Fuerzas Militares, de los doce diputados del Valle, en la sede de la Asamblea, en Cali. Y, desde que asumió la comandancia de las Farc, perseguido y todo, fue el responsable de la muerte de nueve infantes de marina en el Caquetá en mayo de 2010. Ese, dijeron los analistas, fue el ‘porrazo’ más duro que recibió el Ejército en ese año. Tanto, que la efectividad de la política de seguridad democrática se puso en duda. “Cada miembro del secretariado tiene responsabilidades sobre distintos bloques de guerra. Y realmente el bloque de guerra que más había tenido crecimiento y el más dinámico en este periodo de las Farc, a pesar de que estaba perseguido, era el de Cano. Ese bloque era el que le estaba dando golpes al Ejército”, comentó, a propósito, Fabio Cardozo, ex asesor de paz del Valle del Cauca y quien conoció algo de la dinámica de Cano en esa guerrilla.¿Qué pasó entonces con el ideólogo Cano, convertido en guerrillero despiadado?... “Lo que pasa es que las Farc responden a un proyecto militar y lo han mantenido sin importar el mando que lo asuma”, opina Cardozo. Precisamente ya en la línea de mando del secretariado, Cano estuvo encargado del Bloque Occidental del grupo guerrillero, que delinquía en Cauca, norte de Nariño, Putumayo, Huila y Tolima. Allí tuvo otras disputas con el ‘Mono Jojoy’ en temas estratégicos, ya que éste representaba el ala más dura de esa guerrilla.De hecho, por selvas, riscos, páramos y y cañones agrestes de esta zona del país, se estuvo moviendo el número uno de las Farc durante los últimos meses, tras la arreciante persecución que emprendieron las Fuerzas Militares y la Policía contra él.Alfonso Cano, a pesar de todas las bajas que ha sufrido el secretariado, es el primer máximo comandante abatido en combate. Y eso representa el triunfo más valioso para el Ejército.

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