Arrancó Festival Malpensante con temas controversiales

Uno de los temas con los que se dio apertura al festival es el rumbo que está tomando la enseñanza de literatura en las universidades.

La fiesta de las lenguas picantes, el Festival Malpensante 2010, arrancó este sábado con la asistencia de un nutrido número de personas que no resistieron decir y escribir, lo que piensan.Uno de los temas con los que se dio apertura al festival es el rumbo que está tomando la enseñanza de literatura en las universidades, discusión en la que participaron la escritora y docente de la Universidad de los Andes, Carolina Sanín; el escritor argentino, César Aira; y el abogado y poeta, Pascual Gaviria.Frente a si se debe o no enseñar literatura en los planteles de educación superior, Aira sostuvo que la literatura se aprende leyendo. Sin embargo, no se arrepiente de haber culminado su carrera de letras en su natal Argentina, donde aprendió a leer lo que le gusta y lo que no.Sanín enfatizó en la necesidad de hacerles entender a los estudiantes que deciden tomar una carrera literaria que pese al currículo, ellos tienen la libertad de para leer lo que desean, una manera de protegerse contra las imposiciones de la academia en favor de las editoriales y el mercado.Sobre la lectura obligada de los llamados clásicos como Homero o de Dante, Pascual señaló que ese tipo de lectura cada día se hace con menos entusiasmo. Algo en lo que no coincidió Sanín, quien no ha detectado que sus alumnos se fatiguen frente a la lectura recomendada de estos textos.César Aira, más sereno y pausado explicó que la formación en literatura Latinoamérica incluye la María o la Vorágine, algo que se viene transformando frente a las peticiones de los estudiantes cada día más globalizados e interesados en autores contemporáneos.La teoría dentro de la formación literaria despertó todo tipo de opiniones. Mientras que para Pascual un abogado que se dejó fascinar por el mundo de las letras la teoría ha hecho que muchos estudiantes se alejen de la formación literaria. Para Sanín, la deserción de los estudiantes y la inclusión de la literatura es algo que depende de la forma como se enseñe y de los profesores.Finalmente, frente al tema de sí vale la pena o no ingresar a una universidad para formarse en literatura, Pascual aseguró categóricamente que sí, pero advirtió que eso no garantiza que una persona pueda llegar a ser un escritor, incentivo por el que muchas personas se inscriben en este tipo de programas académicos.En criterio de Sanín, "óclaro que vale la pena ingresar a una universidad!", no solo bajo la promesa de convertirse en escritor, sino porque es un modo de atacar la inocencia, algo que para ella siempre es bueno.