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Angelino Garzón: ¿oposición desde el Palacio?

Pese a las polémicas que han suscitado las recientes declaraciones del vicepresidente Garzón, analistas dicen que el Presidente Juan Manuel Santos no se arriesgará a enviarlo a una embajada o quitarle funciones.

24 de septiembre de 2011 Por: Redacción de El País

Pese a las polémicas que han suscitado las recientes declaraciones del vicepresidente Garzón, analistas dicen que el Presidente Juan Manuel Santos no se arriesgará a enviarlo a una embajada o quitarle funciones.

El mismo 7 de agosto de 2010, cuando el presidente, Juan Manuel Santos, asumía el poder, su vicepresidente, Angelino Garzón le comenzó a dar problemas.Posterior a la toma del juramento de Santos, el turno correspondía a Garzón. Eran las 3:41 de la tarde cuando el Vicepresidente se disponía a jurar para asumir el cargo. Pero llegó la primera orden de Santos, quien con la mano le señaló: “Quieto”.Garzón, dudativo, volvió a su puesto y sonaron las salvas de cañón. Luego fue llamado por Santos y Angelino juró, no leyó y levantó su mano derecha.Ese primer episodio pronosticaba el camino venidero, en el cual Garzón iba a cuestionar recurrentemente las decisiones del Gobierno.Ya han sido varios episodios, desde ese 7 de agosto, en que Santos ha tenido que ponerle el ‘tate quieto’ a su fórmula vicepresidencial, porque Garzón no pierde oportunidad de decir lo que siente, a pesar de que vaya en contra del Gobierno al que, le guste o no, pertenece.Luego de la ‘parada’ de la posesión, Garzón tomó impulso y hasta hoy su balance registra hechos como su intervención en el aumento del salario mínimo, con el que se apuntó un triunfo al pasarlo del 3,2% al 4%; ayudó a desbloquear el país del paro camionero que le generó un disgusto con el ministro de Transporte, Germán Cardona; se refirió al asesinato de la líder comunal Ana Fabricia Córdoba y tuvo un encuentro frontal con el entonces titular de la cartera de Defensa, Rodrigo Rivera,Luego seguiría controvirtiendo la reglamentación de la Ley 1424 de 2010 que permite perdones o indultos a los desmovilizados que no hayan cometido delitos de lesa humanidad. Aquí el lío fue con el ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, quien lo increpó al punto de decirle que estaba sobrepasando sus funciones.Estas ‘salidas’ de Garzón tuvieron su último episodio, por ahora, en sus declaraciones en contra de los análisis de Planeación Nacional sobre el tema de la pobreza, que significó, incluso, que el Vicepresidente invitara a los técnicos de ese despacho a que mercaran con $190 mil para “ver qué tanto compran”.Mientras Garzón hacía estas reflexiones, Santos se encontraba al otro lado del mundo en Japón y Corea en la búsqueda de acuerdos económicos en beneficio del país. Pero, cuando llegó, se encontró con la tormenta por cuenta de las declaraciones de su ‘vice’.Una lectura a esta situación la hizo el politólogo Alejo Vargas, quien dijo que Garzón es consecuente con él mismo y no cambió por el hecho de haber llegado a la Vicepresidencia de la mano de Santos y recordó que Garzón no es un hombre de silencios y no iba a relegar su participación activa en los debates de la vida nacional.Cosa similar piensa el analista Fernando Giraldo, quien afirmó que Garzón tiene claro “su papel protagónico en el Gobierno”.Con base en estos episodios, analistas consultados coincidieron en que el presidente Santos no tomaría medidas, por ahora, con respecto a Garzón, debido a que consideran que el Jefe de Estado es un “amigable componedor” que no se va a dar se ‘golpe’ político de sacar del espectro a su ‘vice’.Garzón, el políticoEn planos netamente hipotéticos, los expertos ven algunas salidas del presidente Santos con respecto a su fórmula vicepresidencial.El analista Ancizar Marroquín dijo que sin duda el Presidente “se lo aguanta”, pero enfatizó que lo que no se ha dado cuenta la opinión pública fue que Garzón “picó en punta y ya se muestra como un candidato en nombre de la clase popular que le hará contrapeso a una eventual búsqueda de la reelección de Juan Manuel Santos”.Marroquín desnudó las supuestas intenciones electoreras de Garzón al argumentar que el Vicepresidente es, sin duda, “un elector en el Valle y Bogotá, en este último caso con el candidato Gustavo Petro”, además de manejar una nómina fuerte en el Gobierno.Esto, según el analista, suma porque Garzón comenzará a vender esa idea de que “siempre pensó distinto” en el Gobierno y representó a las clases sociales menos favorecidas.Cosa similar piensa Alfredo Rangel, quien dijo que “las cosas van a seguir igual y en un breve tiempo Angelino volverá a reaccionar a las acciones de Gobierno”, porque sencillamente es evidente que “Garzón está en campaña”.El secretario de la CGT, Julio Roberto Gómez, quien es el coordinador nacional del Movimiento Centro Independiente cuya corriente política se dice que es del Vicepresidente, defiende la posición de Garzón y lo tilda como un soporte de la administración Santos.Gómez aseguró que Garzón “tiene derecho a opinar como lo hace cualquier colombiano” y aduce que toda la polémica se debe al nerviosismo de algunos políticos como los senadores Roy Barreras y Juan Lozano.Explicó que el Centro Independiente es una corriente política de la cual “Garzón se mantiene al margen” y que en el futuro aspira a ser partido político.Alternativas Pese a que el presidente Santos no ha dado muestras de querer alejar a Garzón, hay quienes dicen que el Mandatario podría tomar decisiones con respecto a su fórmula.El analista Marroquín tiene claro que el Presidente es “un amable componedor y le ofrece cosas a Garzón para que no hable más”, por lo que no descarta que dentro de esos ofrecimientos esté el “Ministerio de Trabajo que quedaría en una ficha de Garzón y que puede terminar en manos de Julio Roberto Gómez o Luis Eduardo Garzón, como plan B si el primero no acepta”.Rangel, entre tanto, piensa que el Presidente podría nombrar a Garzón en una embajada para que con él “fuera del país, no tenga una oposición desde el mismo Gobierno”, pero cree que eso sería una medida radical que no le podría funcionar al Jefe de Estado.Dijo además que “quitarle las funciones y mandarlo para la casa es una decisión muy difícil que tendría que asumir el Presidente porque Garzón está en campaña política”.Gómez, por su parte, reconoció que el Presidente es muy inteligente y “no lo mandará de embajador o le quitará funciones porque sería un mal mensaje para el país”.Centro Independiente sería ‘garzonista’A pesar que Julio Roberto Gómez insistió que el vicepresidente Angelino Garzón no milita en el Centro Independiente, existen sectores que lo ubican en esta corriente política.El representante conservador, Heriberto Sanabria, dijo que “en el Valle hay una corriente de amigos de Angelino que se está moviendo para consolidar un partido político”.Esto, según el analista Ancizar Marroquín es claro, debido a que el Centro Independiente apoya candidatos en varias regiones del país y en Bogotá a Gustavo Petro.Esta aseveración coincide con lo dicho por Gómez, quien no descartó una coalición con el movimiento de Petro para próximas elecciones y con ello el nacimiento de un partido político.

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