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Analistas consideran que Angelino Garzón no ha hecho más que darle dinamismo a su cargo

Pese a las críticas que recibió en las últimas semanas, analistas consideran que Angelino Garzón no ha hecho nada distinto que darle dinamismo a su cargo.

30 de enero de 2011 Por: Por Hugo Mario Cárdenas López, reportero de El País

Pese a las críticas que recibió en las últimas semanas, analistas consideran que Angelino Garzón no ha hecho nada distinto que darle dinamismo a su cargo.

Algunas cosas han quedado claras en los seis meses largos que completa el gobierno Santos en el poder. Y una de ellas es que Angelino Garzón no está dispuesto a ser una figura decorativa ni mucho menos piensa limitarse a ser el eventual recambio de Juan Manuel Santos, en caso de una falta temporal o definitiva del Presidente, como dice la Constitución.Algunos, incluso, consideran que Angelino ha demostrado un desmedido apetito de poder y se extralimita al opinar sobre temas que competen a los ministros, mientras otros señalan que la decisión de Santos de escoger una fórmula vicepresidencial poco convencional, necesariamente derivaría en un vicepresidente que rompería esquemas.Desde la campaña, cuando fue elegido como fórmula de Santos, fue blanco de reproches de quienes aseguraron que su llegada a la campaña del Partido de la U, era motivada por la sed de poder y constituía una “traición” a los sectores de izquierda, a las organizaciones sindicales y a las luchas sociales que siempre enarboló.Y en las últimas semanas de nuevo la crítica nacional ha enfilado su artillería contra el vicepresidente Garzón, a quien ahora señalan de apropiarse de la Oficina Anticorrupción, la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, la Gobernación del Valle y la Embajada de Colombia en Venezuela, entre otros. Quienes defienden la gestión de Garzón señalan que él no ha hecho o dicho nada que no le permita el presidente Santos y que es lógico que ejerza influencia sobre su región y busque trabajar con personas de su entera confianza.Acumulación de poderUno de los primeros observadores que cuestionó la supuesta acumulación de poder del vicepresidente Garzón fue William Calderón. En su columna ‘La Barca de Calderón’, lanzó duras críticas al funcionario argumentadas en el manejo de dependencias. “Angelino será más que Vicepresidente, es un ‘suprapresidente’. Porque que se sepa hasta ahora el presidente Santos no le ha asignado a su ‘Vice’ las atribuciones que éste se ha tomado”, aseguró.Calderón hacía referencia al supuesto retiro de varias personas de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Cnrr, entidad que “Angelino se tomó por asalto” “tras sacar de taquito del juego a (Eduardo) Pizarro para demostrar quién es el que manda”.“Preocupa ver a un sindicalista pisoteando el derecho al trabajo de 250 personas, lo que pone de relieve que Garzón se está tomando en serio su condición de vicepresidente”, dijo.En el mismo sentido, Nicolás Rodríguez, en su columna ‘Burocracia no rima con memoria’ señala que sienta un mal precedente la forma como Angelino asumió el control de la Comisión. “La sola salida de Pizarro de la Cnrr, casi que por la puerta de atrás desde que Garzón anunció, sin avisar, que ejercería la Presidencia, marca un mal precedente”.Sin embargo, el polítólogo Óscar Duque no ve por ningún lado la supuesta extralimitación de Angelino, porque sus funciones son las que le asigne el Presidente. “Una cosa es la figura decorativa del vicepresidente constitucionalmente y otra bien distinta que el Presidente le asigne funciones como su asesor de confianza”.“El vicepresidente de Pastrana no apareció por ningún lado; Samper tuvo dos, pero tampoco le funcionó ninguno; y Uribe, le dio cierto protagonismo a Francisco Santos. Pero ahora Juan Manuel Santos le ha dado mayor protagonismo a Angelino y si maneja dependencias es lógico que él ponga al frente a personas de su confianza”, dijo Duque.Esta disparidad de conceptos, según el abogado constitucionalista Alberto Ramos, obedece a que hasta ahora el Presidente de la República, al menos públicamente, no ha delegado de manera oficial funciones específicas al Vicepresidente, más allá de las que señala la Constitución.“Primero hay que revisar el argumento jurídico con el cual se están asignando funciones al Vicepresidente; si es por memorando, por resolución o por acto administrativo porque para cualquier designación debe haber un documento oficial. De lo contrario, se crearía una confusión si aparece el Vicepresidente opinando sobre todo porque cada dependencia tiene su orientación”, indicó Ramos.El ‘supraministro’Más allá del tema de la acumulación de poder, Garzón también ha sido objeto de críticas por sus pronunciamientos constantes sobre temas que no son de su resorte directo, como asuntos internacionales, seguridad y defensa, el manejo del salario mínimo y el protagonismo en el manejo del TLC.Empero, la columnista y politóloga Claudia López considera que Garzón no ha hecho nada diferente que cumplir con funciones propias de su investidura, por lo cual dice no entender la animadversión que han mostrado algunos sectores y columnistas contra el vicepresidente. “A mí que no me digan que es que Angelino hablaba mucho y de todos los temas... ¿O es que creen que Pachito Santos era mudo?”. “Angelino no tiene un tema a cargo, pero es el vocero de la política pública del Gobierno, en particular en derechos humanos. Y es él quien está defendiendo el TLC con Estados Unidos, que ha hecho intervenciones sobre la seguridad del país y sobre los secuestrados, sí pero lo ha manejado con prudencia, entonces es incomprensible la animadversión con él”, dijo López. Humberto de la Calle Lombana, quien fuera vicepresidente en el gobierno del ex presidente Ernesto Samper, también defiende la gestión de Angelino y aseguró que ha sido muy ponderado en sus declaraciones.“Es normal que el vicepresidente Garzón hable de todos los temas, en mi caso colaboraba bastante con la Cancillería, incluso en visitas oficiales, manejando temas específicos y creo que eso no tiene porqué entenderse como una suplantación a los ministros”, dijo De la Calle.>h2>Un nuevo airePero si hay atipicidad en la designación de Angelino como vicepresidente por las diferencias ideológicas con el presidente Santos, dicen algunos analistas, eso obligatoriamente iba a llevar a que también resultara atípico el papel del vicepresidente.“La incorporación de Angelino tenía diferentes propósitos, una cierta apertura hacia la izquierda y creo que ha funcionado. De hecho, por ejemplo, fíjese usted que va a EE. UU. y promueve el TLC, pero lo hace frente a los sindicatos, con personas que considera allegadas ideológicamente y me parece que sí ha sido muy útil en ese terreno”, aseguró De la Calle.Por su parte, el abogado Víctor Hugo Vallejo indica que hasta ahora habíamos tenido unos vicepresidentes pasivos --con la excepción de Francisco Santos, que tampoco llegó a acumular cuotas de poder tan grandes como las que está recogiendo Angelino-- y que obedece a la manera como entiende el ejercicio del poder el presidente Santos.“Respeto profundamente al doctor Angelino, pero desde que probó el poder se enamoró de él por encima de todo. El poder de no querer perder nunca; desde cuando fue ministro de Trabajo no dejó ninguna duda de que su vocación era de poder y se olvidó de sus luchas sindicales”, dijo Vallejo.Sobre su trabajo con sectores sindicales y ONG, el gran aporte de Angelino, dicen, fue mejorar las relaciones del Gobierno, que tan maltrechas estuvieron durante la administración Uribe.“Sé por la interlocución con la Fundación Arco Iris que la relación del Gobierno con las organizaciones defensoras de derechos humanos cambió del cielo a la tierra. Nosotros estábamos tachados y si nos recibían en el gobierno anterior era por protocolo, pero el famoso diálogo tripartita de Gobierno, ONG y comunidad internacional era una cosa hipertensa”, aseguró la politóloga Claudia López.Pese a las críticas, nadie desconoce los frutos que Angelino ha reportado al gobierno Santos, y menos aún la dinámica que le ha dado a la, hasta hace poco, opaca y deslucida imagen del Vicepresidente de la República.

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