Voces y murmullos: ¿cómo se puede ser mamá y Gerente de Emcali a la vez?

Entérese de todas las cosas inesperadas que ocurrieron en los hechos informativos de esta semana en la ciudad.

Con tiempo para todo Los primeros meses de Cristina Arango como gerente de Emcali han sido de largas jornadas de trabajo. La ejecutiva está metida en todo y quiere conocer, desde las bases, lo que está sucediendo con la empresa: desde los operativos del bloque de búsqueda contra el fraude hasta la operación de las plantas de tratamiento de agua.  Es una jornada que arranca sobre las 7:00 a.m. y culmina sobre las 10:00 p.m. 

 

Sin embargo, hay dos periodos de tiempo sagrados para su bebé. El almuerzo y en la noche, entre 6:00 p.m. y  7:30 p.m., cuando hace una pausa para visitarla y amamantarla. La ejecutiva vuelve a la Torre de Emcali a las 8:00 p.m. a culminar  sus labores. Definitivamente, la joven mamá tiene tiempo para todo. 

Histórica operación

La noticia de la muerte de una pareja de hermanos, al parecer por causa de una extraña bacteria, en el oriente de Cali, produjo la realización de todo un operativo que se hacía por primera vez en los 88 años de  historia de los bomberos de Cali.  Un grupo especializado en el manejo de materiales de riesgo biológico entrenado en los Estados Unidos y que es único en el país, fue el encargado de la limpieza, desinfección y destrucción de los elementos con los que tuvieron contacto los hermanos fallecidos. El costo de la operación fue de casi $40 millones ya que se tuvieron que emplear químicos, desinfectantes de alta potencia como el peróxido de oxígeno al 70% y trajes valvulares que aislaban  a los 29 bomberos que participaron de cualquier bacteria. Cada traje costaba la bobadita de tres millones de pesos. Por fortuna, no tuvieron que incinerarlos, como sí hicieron con el resto de implementos usados en la limpieza extrema.Preguntas artísticas Preguntas artísticas Durante la rueda de prensa realizada esta semana para anunciar las actividades de celebración de los 60 años del Museo La Tertulia, el alcalde Maurice Armitage reconoció que no es conocedor de asuntos de arte, pero que le encantan las pinturas del colombiano Zamora, de quien tiene varios cuadros. Igualmente reveló que en una tienda que tuvo el Museo, en su momento, él fue comprador de tapetes. Ante la pregunta de un periodista sobre si La Tertulia podría convocar una subasta de arte, el mandatario fue muy pesimista respecto a la respuesta que una actividad de este tipo pueda tener en la ciudad. “Creo que Cali no está lo suficientemente desarrollada como para poner un martillo de arte, no sé si haya muchos compradores. Yo no sé mucho de arte, yo no quiero cañar en eso y creo que ni yo ni ustedes saben mucho de arte ¿o no? Fíjense y verán que las preguntas de ustedes no son muy artísticas”. A régimen Molesto se encuentra el concejal conservador Fernando Tamayo con el caricaturista de El País, Mheo. Y no precisamente porque lo haya puesto recientemente de protagonista en sus trazos, sino por la imagen que ha creado de él. El cabildante, comentó entre pasillos, que ha gastado una buena suma de dinero en dietas y tal parece que Mheo no se ha fijado, porque lo sigue pintando gordo. ¿Será que todavía no se le notan el régimen alimenticio al concejal? Posesión atropellada Durante la rueda de prensa convocada por la Alcaldía y la Secretaría de Tránsito para presentar el plan de movilidad, el coronel Nelson Rincón tuvo que empezar su intervención solo porque el alcalde no aparecía. Maurice Armitage, quien suele ser muy cumplido, esta vez llego 20 minutos tarde e hizo un resumen del tema y al mencionar el MÍO, anunció que “en 15 minutos se posesiona el nuevo gerente de Metrocali, Armando Garrido Otoya”. Pero luego ingresó al salón Garrido Otoya y anunció que ya no se iba a posesionar porque le faltaba un requisito. Armitage, tratando de justificar, dijo que el trámite que faltaba era que el nuevo funcionario no tenía EPS. A lo cual Garrido lo corrigió: “EPS sí tengo, máxime si fui gerente de una caja de compensación familiar. Lo que no he hecho es el examen médico de novedades, requisito para ingresar al trabajo”. Posesión II La rueda terminó con ese sinsabor de sí, pero no, cuando a las 2:00 de la tarde, cuando ya presentaba su plan de reestructuración de Metrocali en la Cámara de Comercio, se rumoró que sí se iba a posesionar ya, hacia las 4:00 p.m. se desmintió de nuevo la versión, pero a las 5:00 se confirmó que ya se había posesionado “de verdad”. Así terminaba con final feliz una larga espera de más de dos meses, hasta que tramitó la tarjeta profesional, y de unas horas más por el famoso examen médico de novedades. Amarga espera El Paraíso de los Colibríes es uno de los sitios de avistamiento de aves donde los pajareros y turistas como los participantes a la Feria Internacional Colombia Bird Fair, se deleitan viendo más de 32 especies de aves. Sus dueños, Raúl Suárez y Elsa Ruiz, revelaron que los pajarillos consumen la bobadita de 10 bultos de azúcar al mes en 40 alimentadores que ellos han dispuesto para darles de comer. Pero lo más curioso, dicen, es que dueños de varios ingenios que han visitado el lugar, quedan encantados del paraíso y les han quedado de enviar azúcar, pero hasta ahora no han recibido el primer kilo. A ahorrar energía La Policía Metropolitana de Cali se unió al plan de las entidades oficiales de ahorrar energía. En las instalaciones del Comando, en la Carrera 1 con Calle 21, dieron la instrucción de apagar las luces de casi todo el complejo  a las 6:00 p.m. Es una especie de toque de queda. A apagar computadores y luces a esa hora, con excepción de los sitios donde  uniformados que tengan que cumplir funciones en la noche. El resto del personal tiene que dejar todo apagado. Buena anécdota, a su manera Acostumbrado a sacarles anécdotas a sus invitados, el periodista Marino Millán tuvo que admitir una que contó al aire el legendario Mario Óscar Desiderio. Relató Desiderio, en el programa ‘A mi manera’, de la franja nocturna de Telepacífico, que Marino se apareció una vez en un entreno del Cali, por allá a finales de los 60, cuando el equipo era dirigido por Pancho Villegas en las canchas de El Limonar, para pedir un cupo. “¿De qué jugás?”, le preguntó el técnico. “Soy  10”, respondió Marino. De inmediato, Pancho lo tomó de la espalda, lo giró hacia la cancha y le dijo: “¿Ves ese tipo que está allí? Se llama Mario Desiderio. ¿Ves al que está a su lado? Ese es Jairo Arboleda. Y el que está más allá se llama Diego Umaña. Si sos capaz de sentarlos,  ponete los guayos”.   Con esa competencia, Marino optó por marcharse para su casa.