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Universidades de Cali se ponen 'a tono' con la discapacidad

Las universidades de Cali están ofreciendo espacios y herramientas para la inclusión y bienestar de los estudiantes en condición de discapacidad.

21 de febrero de 2016 Por: César Roldán* | Especial para El País

Las universidades de Cali están ofreciendo espacios y herramientas para la inclusión y bienestar de los estudiantes en condición de discapacidad.

Felipe se da cuenta de que llegó a su universidad, primero,  porque el carro pirata que lo lleva lo deja en la entrada peatonal y segundo, porque siente las pisadas rápidas y lentas de los estudiantes que están ingresando hacia las aulas de clase. Lea también: Personas con discapacidad buscan más inclusión social en Cali

Mientras se baja del vehículo esgrime su bastón metálico que se dobla en varias partes y camina con precaución unos cuantos metros hasta la plaza central a esperar que llegue alguno de sus compañeros, o como último recurso, solicitar la ayuda de quien su sentido del oído le avisa que está pasando por su lado. “Llego a la U y no sé para dónde coger, no conozco muy bien la ruta, los salones… la orientación espacial se dificulta un poco”.

Apenas lleva tres semanas estudiando en la Pontificia Universidad Javeriana y aún no puede orientarse bien. Debe llegar al Edificio Lagos (el cual no tiene sistema de ascensor) al salón 3-11, para asistir a la clase que más disfruta: humanidades.

Por fortuna,  Felipe puede contar con un acompañamiento personalizado, el del director de la carrera de derecho, José Alejandro Ariza, al cual puede contactar por teléfono celular en cualquier momento.

 Como a Felipe, la Javeriana brinda sus servicios a diez estudiantes más  en situación de discapacidad. Tiene, por ejemplo,  la sala de lectura ‘Anne Sullivan’ para apoyar los procesos de aprendizaje de alumnos con limitaciones visuales. Posee tres computadores conectados a una impresora con el software Winbraille, que permite traducir los textos en español, inglés y otros idiomas al braille.

Asimismo, cuenta con el software Jaws, un programa que le habla al estudiante para que este pueda manejar el equipo por medio de comandos.

Incluso,  la comunidad estudiantil se ha involucrado en el tema de la inclusión. Un caso para la muestra es Juan Camilo Gómez, estudiante de Diseño de la Comunicación Visual que está desarrollando para su proyecto de grado una herramienta que ayude a personas invidentes a orientarse en el campus, con estaciones que tengan mapas en braille y mecanismos especiales sobre el suelo que señalicen puntos de acceso y de evacuación.

Andrés Felipe Ordóñez de 19 años, uno de los diez mil ganadores de una beca completa que otorgó el Ministerio de Educación por medio del programa ‘Ser pilo paga’, en algún momento pensó que jamás pisaría una institución de educación superior, pero gracias a su talento y a la  ley estatutaria 1618 del 2013 pudo cristalizar su sueño: llegar a ser estudiante de derecho.

Efectivamente,  la ley 1681 de 2013 se creó para “garantizar y asegurar el ejercicio efectivo de los derechos de las personas con discapacidad, mediante la adopción de medidas de inclusión, acción afirmativa y de ajustes razonables y eliminando toda forma de discriminación por razón de discapacidad, en concordancia con la Ley 1346 de 2009”.

Las instituciones de educación superior en Cali adelantan múltiples esfuerzos en la parte logística y de infraestructura para cubrir las necesidades de personas en condición de discapacidad. Aquí, algunas de ellas:

Universidad San Buenaventura En los últimos ocho años la Universidad de San Buenaventura ha invertido cerca de $147 millones en infraestructura para mejoras de inclusión a población discapacitada, según datos entregados por su jefe de recursos físicos Carlos Villegas.  Aunque solo hay cuatro estudiantes en esta institución con estos factores diferenciales, el departamento de psicología tiene una sala especial con impresora en braille y software especial para invidentes (Magic, Jaws), así como una sala de Club de Señas para que los estudiantes aprendan ese lenguaje. Al respecto, la decana de esa Facultad, Carmen Elena Urrea, comenta que cuando incluyen a un estudiante con capacidades diferenciales, “estamos generando que los otros estudiantes se dispongan a reconocer en esa interacción el valor de unos aprendizajes”. En esta universidad no hay estudiantes con sordera total, agrega,  pero existe un caso de una estudiante de cuarto semestre de psicología con un nivel de baja audición o hipoacusia, pero usa un audífono y no necesita un intérprete. La laboratorista Laura Rocha explica: “Desde el laboratorio de Psicología se han construido  herramientas de evaluación para personas sordas y ciegas en vínculo con el Instituto para Niños Ciegos y Sordos del Valle”. Universidad Icesi  Esta universidad en su planta física tiene una conectividad del 100 % para personas con cualquier tipo de discapacidad al interior de su campus y ascensores en todos los edificios que incluyen acceso a sótanos.  Hernán Gil, jefe de planta física comenta: “Las modificaciones y mejoras que se han realizado, se han hecho sobre sugerencias que nos han dado las personas que presentan alguna discapacidad”. Esta institución posee un número muy pequeño de estudiantes en situación de discapacidad. Hay un registro de no más de cuatro personas y con ellos se hace un acompañamiento para hacer adaptaciones a nivel de currículo y a nivel de las herramientas que se necesiten. La directora de Desarrollo Humano  de la Icesi, Ana Cristina Marín explica que esto es un proceso continuo: “Nosotros no hemos tenido  la necesidad, por ejemplo, de un computador lector para invidentes, no lo tenemos, pero porque no tenemos aún un chico así”. Universidad del Valle En el 2013 la Univalle creó una política institucional de discapacidad e inclusión a través de la cual desarrolla programas académicos y escenarios que fomenten una cultura institucional de reconocimiento de la discapacidad.  Una de las profesoras de la Escuela de Rehabilitación Humana Claudia María Payán asiste al comité de discapacidad y sabe “que el camino hacia la inclusión está empezando”. La sede de Meléndez se ha venido modificando con rampas, baños y puntos de acceso, pero la sede del barrio San Fernando tiene difíciles condiciones topológicas por su terreno inclinado y requiere unas inversiones grandes para su adecuación. Carlos Alberto Escobar, técnico en Recursos Humanos, afirma: “Falta mucho en temas de señalización para invidentes y de ahí para allá el camino es largo...”. Universidad Santiago de Cali  La Universidad Santiago de Cali está adaptando su infraestructura para estudiantes en condición de discapacidad. El centro educativo  está al 40 % de transformación en lo que respecta a  mejoras físicas que beneficiarán a más de 116 estudiantes en esta situación. Goza de herramientas diferenciadoras como bandas de texturas en el piso para señalización de invidentes en algunos lugares de la sede.  También es una de las que tienen mayor población y creó un comité institucional de discapacidad que hace énfasis en los aspectos de bienestar y  académico. Patricia Muñoz es una de las docentes del Departamento de Humanidades. Ella asegura que en este centro educativo existe el programa Celoa (Centro de Escritura, Lectura y Oralidad): “Funciona como proceso terapéutico y talleres, donde se identifican las necesidades de cada persona y luego se define el plan de trabajo a seguir con cada estudiante según su limitación”. Este departamento tiene en su pénsum dos electivas que cualquier estudiante de la universidad puede cursar: ‘Lenguaje de señas’  y ‘Discapacidad e inclusión’. Entre tanto, otras facultades han mostrado interés en ayudar a los estudiantes en condición de discapacidad. La de Salud tiene un curso de ‘Rehabilitación basada en comunidad’ y  la  de Educación  tiene uno llamado ‘Inclusión educativa’.  Universidad Autónoma de Occidente  La  Universidad Autónoma de Occidente ofrece un campus óptimo para la movilidad y aunque no todos sus edificios tienen ascensor, posee salas equipadas con softwares especiales para invidentes y un departamento de Salud Ocupacional liderado por  Flavio Jiménez, comprometido con garantizar que las recomendaciones médicas se hagan cumplir para facilitar accesos y mecanismos a cerca de 40 personas en situación de discapacidad que estudian en las aulas de esta institución. 

*Estudiante del Semillero de Periodismo UAO-El País

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