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Un frances va caminando desde Miami hasta La Patagonia

Cuatro años han transcurrido desde que Guillermo Guimaráes, de 28 años de edad y ciudadano francés, se despidió de sus padres diciéndoles que emprendería una larga caminata hasta La Patagonia, en Argentina.

18 de diciembre de 2010 Por: Elpais.com.co

Cuatro años han transcurrido desde que Guillermo Guimaráes, de 28 años de edad y ciudadano francés, se despidió de sus padres diciéndoles que emprendería una larga caminata hasta La Patagonia, en Argentina.

Cuatro años han transcurrido desde que Guillermo Guimaráes, de 28 años de edad y ciudadano francés, se despidió de sus padres diciéndoles que emprendería una larga caminata hasta La Patagonia, en Argentina. Guimaráes salió de Francia con el dinero equivalente a tres millones de pesos, los cuales gastó en la visa y en la alimentación casi por dos años.En está decisión de caminar hasta La Patagonia lo acompañó inicialmente la que era su novia, quien pronto se devolvería a Francia cansada del largo recorrido.“Empecé a pedir que me llevaran en carros y barcos, y terminé conociendo Italia, Rumania, Australia y Angola, de donde salí para Miami, en Estados Unidos”, explicó Guimaráes.Precisamente en Estados Unidos este francés que dice haber sido toda su vida un perezoso, caminó 30 kilómetros diarios debido a que la visa que tenía era de 90 días.“Caminé además por Miami, Florida, Misisipi y Luisina donde me encontré a la que sería mi nueva compañera de viaje”, relata.Se trataba de una gatica recién nacida en plena autopista de Luisina, la cual adoptó y hoy es su “compañera fiel”.Desde ahí, Guimaráes y ‘Kitty’, como bautizó a la felina, caminaron por México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Panamá.Entre las experiencias más duras, recuerda que “en El Salvador me tocaba andar con plata en los bolsillos porque cuando se aparecían los pandilleros de las ‘maras’ pedían 10 dolares”. Estando en Panamá, Guimaráres y ‘Kitty’ buscaron un barco que los trajera hasta Buenaventura, el viaje duró cuatro días. Con su gata a hombros Guimaráes caminó hasta Santander de Quilichao, donde quedó impresionado de ver la cantidad de personas en la galería.“Quedé aterrado de ver tanta gente reunida un domingo en un mercado y lo me gusto más la amabilidad de todos”. Guimaráes se ha tomado una pausa en Cali y espera “caminar 15.ooo kilómetros hasta llegar a su destino y demostrarle al mundo que no se necesita tanto dinero para viajar sino ganas y resistencia”.

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