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Cali tiene un déficit de 1313 aulas de clases, según Secretaria de Educación

Mientras Bogotá hizo 80 colegios en los últimos diez años y Medellín, 54, Cali hizo dos. Así lo afirma la secretaria de Educación de Cali, Luz Elena Azcárate.

26 de enero de 2016 Por: Luz Jenny Aguirre Tobón | Editora de Cali

Mientras Bogotá hizo 80 colegios en los últimos diez años y Medellín, 54, Cali hizo dos. Así lo afirma la secretaria de Educación de Cali, Luz Elena Azcárate.

Los días de la secretaria de Educación de Cali, Luz Elena Azcárate, son un completo corre corre. Recibió la misión de reubicar en el sector oficial  a 26.800 estudiantes que antes estaban en colegios privados, por el programa de ampliación de cobertura. Dice que ya tienen cupo, ahora la tarea es que en efecto todos  sean matriculados y vayan a clases.  Otra de sus misiones  será trabajar en mejorar la calidad educativa y luchar contra el inri de Cali por tener unos de los peores resultados del país en las pruebas  Saber y Pisa.    Qué tanto se está presentado en Cali la situación en la que colegios con los que ya no se puede contratar la ampliación de cobertura (porque no cumplieron con el mínimo de calidad exigido) están reteniendo a los estudiantes, diciéndoles que se matriculen... Se da mucho. Y nos damos cuenta porque las matrículas oficiales no están fluyendo como esperábamos. Se ha hecho una ronda de los rectores y nos han manifestado que en efecto algunos de esos colegios están reteniendo a los niños. Les dicen que se matriculen con ellos, que  están demandando y que los van a volver a contratar. Eso no va a pasar. La educación debe  tener unas competencias que esos colegios no  tenían. Pero hace algunos años también se hizo una depuración de colegios de ampliación de cobertura. Luego ellos   demandaron y finalmente la Alcaldía tuvo que volver a contratar con muchos... No existía un decreto ley, que es lo que hay ahora, defendiendo la calidad de la educación para los niños. No nos podemos sentir satisfechos (solo)  porque en los colegios cuidan a los niños, la inversión más importante que se hace en la vida es en educación. ¿Por qué al terminar el año pasado la Secretaría de Educación sostenía que solo podía recibir a 8000 niños provenientes de la ampliación de cobertura y ahora sí caben todos en el sistema oficial?… Porque creo que no se habían juntado esfuerzos para saber la capacidad que teníamos, de pronto simplemente se conocían unas cifras frías, sin haber convocado a los rectores.   Esta es la gran oportunidad para que la educación pública de Cali demuestre que sí es capaz de cumplir con un servicio tan importante como el derecho a la educación. El Ministerio antes había sido muy complaciente. Le paga a Cali por una capacidad de 176.00o niños, tenemos la infraestructura, los docentes y la  posibilidad de recibir 176.000 niños. ¿Y cuánto en realidad atienden? Cuando  empecé el empalme la matrícula estaba en 150.000 niños, pero  el hueco es mucho más grande: la matrícula está alrededor de 140.000. Entonces, cómo así que el Ministerio está pagando para una capacidad mucho mayor y nosotros estamos contratando por cobertura. Tenemos que demostrar que somos capaces de cumplir con los cupos por los que está pagando el Gobierno nacional. La cobertura  nació como apoyo  en aquellos lugares donde no hay oferta de lo público,  porque ciudades como Cali crecimos por las migraciones  y la oferta educativa no creció a igual ritmo.   En los últimos diez  años, mientras Bogotá ha construido 80 colegios y Medellín, 54, nosotros hicimos  dos.   ¿Puede desaparecer la ampliación de cobertura? Estábamos en 105.00 niños, vamos quedar en 70.000. El Ministerio está buscando invertir en infraestructura y cada vez está reduciendo  más la ampliación de cobertura. No están cancelándoles las licencias a esos colegios, no los están cerrando, lo que  pasa es  que muchos de ellos dependen de los cupos de la ampliación. En la medida en que la matrícula oficial esté colmada y estemos prestando el servicio bien prestado, habrá posibilidades  para que esos socios estratégicos nos colaboren, pero con calidad. La educación pública debe volver a tener autoestima, porque sí puede dar calidad. El Viceministro de Educación cuestionó seriamente a la Secretaría por la contratación de esa ampliación de cobertura, dijo que había corrupción y politiquería. ¿Usted qué va a hacer frente a eso?  En los nombramientos que he hecho han primado el conocimiento, la historia y la  capacidad. Antes de feriar lo público yo moriría. Con lo propio puedo ser generosa, con lo público soy tacaña a veces en el sentido de que la plata tiene que rendir. Eso lo haré poniéndome la camiseta y estando presente en todos los procesos. En este  inicio estamos  haciendo una contratación de cuatro meses para evaluar la gente que está. No he llegado a barrer porque de todos modos hay personas que tienen el conocimiento de cómo se hacen las cosas.  ¿Ya consiguieron la plata para todos los desayunos escolares, que quedaron desfinanciados porque la Nación les retiró los recursos? Estamos  garantizando $15.000 millones del Gobierno local y $7900 millones del Ministerio. Con eso vamos hasta las vacaciones de junio y nos da un plazo para tener un plan B o insistir ante el Ministerio para que nos reconozca los recursos, también se pueden buscar otras fuentes. Otro gran reto  será trabajar en calidad educativa, lo que fue calificado como una urgencia por el Ministerio, dado que Cali sale mal calificada en pruebas   Saber y Pisa... Tengo que tener los pies en la tierra porque los procesos educativos no son  rápidos, no que porque yo llegue todo va a cambiar. No es como hacer un puente o hacer un parque, es invertir en el ser humano. A uno lo deberían medir no solo con un examen,  deben medir los ambientes escolares, los progresos de cada institución respecto a sí misma. Pero desafortunadamente  se usa ese estándar, entonces tenemos que pensar cómo vamos a hacer para que mejore. La inversión es en la planta docente, si los niños no rinden o rinden menos el problema es del sistema, de cómo les estamos llegando, de la motivación. Hay otra estrategia que se está vendiendo ahora y es que empiezan desde noveno grado a enseñarles a los estudiantes cómo presentar las pruebas y seguramente mejora la presentación. Pero el tema no es la prueba, es la laguna que el niño va teniendo y que simplemente  el sistema lo va empujando porque tiene que pasar. Ciudades como Barranquilla y Bogotá ¿porqué han mejorado? porque han hecho inversión en los docentes y en cómo presentar  los exámenes. ¿Hacia dónde estará enfocada la inversión en los docentes? Hay que construir sobre lo construido. A los programas que funcionan bien no hay ni qué cambiarles el nombre, hay unos  importantes que hay que potenciar, como Rectores Líderes y Transformadores, que hay que aplicarlo a coordinadores y docentes. Quiero proponer y trabajar el apadrinamiento de instituciones públicas por parte de las privadas, para que nos ayuden. Hay experiencias muy buenas, como el Go Cali (enseñanza de inglés), en que  colegios muy adelantados apadrinan a otros, eso lo tenemos que multiplicar y aplicar en los primeros grados.  Cómo mira usted los ranking que se hacen sobre colegios (que ahora también hace el Ministerio). Muchas instituciones se quejan porque esto se ha convertido en una herramienta de mercadeo… Es importante eso, el tema de mercadeo. Segundo,  muchas veces se castiga al que no es tan bueno, cuando el esfuerzo debe ser  para que el que necesita ayuda. Muchas veces los recursos se direccionan como un premio, tenemos que invertir en los que lo  necesitan. El tema de la jornada única es algo a lo que tenemos que apostarle. El Gobierno nacional está direccionando los recursos hacia allá. En la última reunión con el Viceministro  nos garantizó $40.000 millones para que se prioricen en lo que más necesitamos y eso empieza por   infraestructura. Tenemos un déficit de  1313 aulas, que es muy alto. Vamos a apostarle a gestionar un porcentaje muy importante, no solo con el plante que nos está dando el Ministerio,  sino a través de Findeter para tener las contrapartidas:  por cada peso que pongamos, la Nación  nos da 1,5 para el mejoramiento de infraestructura. ¿Ha recibido  denuncias por útiles inútiles? Hemos tenido dos quejas y los hemos visitado. Si tenían el propósito, ya se echaron para atrás. En una de ellas  estaban pidiendo un uniforme que valía $180.000 y eso era  en un corregimiento. El otro caso fue en un colegio donde estaban planteando como obligatoria una convivencia con costos de $300.000. El Municipio ha venido trabajando en la mesa contra el acoso escolar, pero termina siendo un tema solo de colegios públicos porque muy pocos casos de  privados llegan a esta mesa...  En la mesa hay representantes de cuatro colegios oficiales, magnífico, pero ¿dónde están los privados? Esto no puede ser una mesa desde los público solamente, la Secretaría de Educación es de toda la ciudad, tenemos que involucrarlos también. Les voy a extender una invitación, vamos a ver cuántos contestan. En contexto El Gobierno nacional les prohibió a los entes territoriales contratar cupos de ampliación de cobertura con colegios mal calificados en las pruebas Saber (por debajo del percentil 20). La ampliación de cobertura consiste en contratar cupos con colegios privados  para poder cumplir con toda la matrícula que le corresponde al sector oficial. En Cali, la lista inicial fue de 73  colegios que quedaban por fuera de la contratación. Según el Municipio, esto afectaba a cerca de 30.000 niños.  La cifra ha disminuido tras ciertos ajustes del Ministerio, en especial con instituciones de zonas críticas  que pasarán a ser administradas por otras entidades, como la Arquidiócesis (es el caso del colegio Señor de los Milagros, en El Retiro).

 

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