Siloé celebra que se reanuden obras para construcción del Miocable

La comunidad pide que se mejoren condiciones del sector porque el proyecto también es turístico.

La comunidad de Siloé pide que con la reactivación de las obras del MÍO Cable, lo que según Metrocali se daría a partir del 16 de enero del 2014, se genere empleo a la gente del sector.Asimismo, solicitan inversión en infraestructura, como la reposición de redes de acueducto y alcantarillado y el mejoramiento de vías de los barrios que se beneficiarán con el proyecto del sistema masivo.Harvey Mina, líder comunitario del sector, dijo que el MÍO Cable no es solo un sistema de transporte de pasajeros. “Como lo planteó el anterior gobierno, se dijo que sería otro atractivo turístico de Cali. Si queremos mostrar un Siloé renovado, no será únicamente con lo que se hagan en las estaciones, se necesita que el entorno mejore y para ello se necesita mejoramiento vial, cambio de redes e inversión social”, aseguró Mina. Jorge Andrade, líder del sector de Lleras Camargo, manifestó que también quieren que se vincule a la población de la comuna en la construcción y operación del sistema aerosuspendido. “Las oportunidades laborales deben beneficiar a la gente de la zona”, sostuvo.¿En qué está el proyecto?Como se recordará, el proyecto fue suspendido por Metrocali desde marzo de 2012, cuando la entonces presidenta de la entidad, Pilar Rodríguez, entró a revisar diseños y costos de las obras.El contratista Unión Temporal Mío Cable (conformado por Conalvías, Ingecables y Leitner), tras no llegar a un acuerdo económico con Metrocali, convocó a un tribunal de arbitramento para definir el costo de las obras, en diciembre del 2012. Esta semana se conoció que el laudo arbitral ordenó que Metrocali deberá pagar $30.366 millones por todas las obras, que incluyen la construcción de cuatro estaciones, los vagones y la operación del sistema por un año.Al momento de convocarse el tribunal, ya se había construido la estación de Cañaveralejo. Gabriel Valencia, representante de Conalvías en el proyecto, indicó que los predios ya están comprados y que en solo uno, en Tierra Blanca, deberá hacerse un proceso de lanzamiento de la familia que vive en una mejora, para reanudar las obras. Los otros predios, tal como lo constató El País, están a medio demoler, pero no están habitados. Esa situación, dicen algunos vecinos, ha generado que los lugares sean utilizados como refugio temporal para el consumo de estupefacientes.