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Se acerca la versión VIII Festival de Teatro de Cali

El VIII Festival de Teatro, que comenzará el martes 12, tendrá en Odín Teatret la gran atracción. Cali ratifica y exalta su vocación.redacción de el país.

10 de abril de 2011 Por: Elpais.com.co

El VIII Festival de Teatro, que comenzará el martes 12, tendrá en Odín Teatret la gran atracción. Cali ratifica y exalta su vocación.redacción de el país.

Teatrero que se respete sabe que el fuerte movimiento teatral en Cali tuvo su génesis en los años 50, cuando llegaron a la ciudad un español, dos argentinos y un colombiano, con poca diferencia de tiempo.“El solo hecho de haberse fundado una escuela oficial en Bellas Artes en 1955 fue determinante. Además, tuvimos la suerte de tener personajes que estimularon esa vena, como fueron Luca de Tena, el noble español primer director de esa escuela; el que Enrique Buenaventura hubiera regresado después de tratar con gente de teatro en países suramericanos; que hubieran venido Fanny Mikey con su ex marido Pedro Martínez, argentinos, que llegaron a hacer teatro en la televisión y luego pasaron a Cali; Octavio Marulanda, Boris Roth, en fin. Aquí se juntaron personas que tenían experiencia de nivel mundial en el arte teatral”, rememoró el veterano actor Iván Barlaham Montoya. Gracias a esos personajes, “la ciudad fue pionera del movimiento teatral colombiano que planteó una nueva manera de hacer obras, experimental, política, investigativa. Además, fue la primera ciudad en tener tres escuelas de teatro, como son Bellas Artes, Univalle y el IPC”, complementó Luz Stella Gil, directora de Domus Teatro y del Festival de Teatro.Buenaventura en Cali y Santiago García, del Teatro La Candelaria en Bogotá, “influyeron muchísimo en la concepción de un teatro colombiano independiente. Esto le costó a Enrique la salida de Bellas Artes, por los montajes que propuso. Luego fundó el TEC”, añadió Lucy Bolaños, directora del Teatro La Máscara.A este auge contribuyó el que “Buenaventura no sólo fuera dramaturgo sino investigador y teórico teatral, por lo cual la ciudad cogió fuerza como epicentro del pensamiento teatral colombiano”, explicó Orlando Cajamarca, de Esquina Latina.Tal fue la fuerza, que “en 1957 el teatro de Cali fue invitado al Festival ‘Sarah Bernhardt’ en París”, dijo Montoya.Pero si hay unanimidad en reconocer los orígenes, no la hay para determinar si hay teatro caleño, como hay teatro alemán o inglés: “Hubo una época en que pudo hablarse de ello, marcada por el TEC, cuando hizo ‘Papeles del infierno’, ‘El fantoche de Lusitania’, ‘Soldados’, ‘La denuncia’. Hablar del TEC en esa época era como referirse al Berlín Ensamble de Bertoldt Brecht. Cali tuvo sello teatral propio, que lamentablemente se perdió”, piensa Álvaro Arcos, director de Cali Teatro.Sin embargo, Cajamarca no cree “que se pueda hablar de un teatro con sello de región. Sí hay un teatro colombiano, caracterizado por su compromiso con las luchas sociales”. “El teatro caleño es de los más comprometidos que hay en Colombia. Es muy experimental, formado en la escuela de Enrique Buenaventura, que narra, denuncia y reinventa la vida”, añadió Beatriz Monsalve, del Teatro Salamandra.A pesar de la importancia del teatro en Cali, “a lo largo de los años la calidad ha tenido altibajos, pues ha atravesado por varias etapas”, planteó Luz Stella Gil.Y para Álvaro Arcos, “la calidad ha disminuido un poco, por el afán de protagonismo. Muchos buenos actores formados aquí pegan para la capital a la menor oportunidad, atraídos por los cantos de sirena de la televisión”.Lo que se ha perdido “Ello no significa que se haya perdido calidad, pero sí cantidad. Mientras exista la posibilidad de tener más grupos, ello redundará en la calidad del teatro que se hace aquí”, argumentó Cajamarca. “El teatro en Bogotá y en Medellín ha tenido políticas de fomento más sostenidas. En Cali no, lo cual ha hecho que la ciudad haya perdido el protagonismo que tuvo en los años 60”, añadió.Más allá de la calidad, “la tradición teatrera sigue vigente, así en unas épocas Cali no haya figurado tanto como ciudad teatral, pero nunca se dejó de trabajar, tanto en la formación de actores como en el enriquecimiento del repertorio”, prosiguió la directora de Domus.Concuerda con ella su colega de Cali Teatro, para quien “Cali conserva su vocación teatral y hoy hay un público nuevo, diferente del que acostumbraba en los años 60 y 70 llenar el Teatro Municipal. Son espectadores jóvenes descomplicados, frescos y sueltos”.Iván Montoya complementa: “El teatro caleño de hoy se caracteriza por la cantidad de variada calidad. Hay buen número de grupos y cada uno hace su teatro característico. Es decir, no hay una formación única. El nuestro es un teatro fuerte, indiscutiblemente”.También en el tema de variedad y versatilidad son unánimes directores y actor: “Aquí se está recogiendo la influencia de las grandes posiciones teatrales universales y se mezclan con elementos de lo que llamamos Nuevo Teatro Colombiano, que se interesa por la problemática social. “Si me ponen a ver tres grupos de diferentes partes de Colombia, los identificaría por el acento, mas no por el lenguaje de la obra que representan”, dice el director de Esquina Latina.Y prosiguió Luz Stella Gil: “En Cali hay varias generaciones de grupos, lo cual hace que las propuestas sean diversas. Hay compañías con 30 años de actividad, muy sólidas, y las hay más nuevas, con obras innovadoras y nuevos lenguajes”.Por su parte, Lucy Bolaños, siente que “el teatro en Cali sigue siendo independiente, con mucha gente joven que explora en busca de nuevas propuestas que reflejen el país. Además, las escuelas locales están formando gran número de actores”.Álvaro Arcos lo resumió: “El teatro caleño de la actualidad se caracteriza por su simplicidad, desprovisto de arandelas y lentejuelas, y por su agilidad”.Vienen los vikingosEl gran acontecimiento del VIII Festival de Teatro de Cali, que comenzará el próximo miércoles 12, será la visita del Odín Teatret, de Dinamarca, una de las compañías más prestigiosas y respetadas en el mundo.Doble acontecimiento, por cuanto el grupo está celebrando 50 años y su director y los actores van a celebrar en Cali, ciudad adonde no venían hace 30.El certamen será complementado con 16 grupos caleños: “Hubiéramos querido tener grupos nacionales, pero la falta de recursos nos obligó a ‘desinvitarlos’, pues ya los teníamos hablados”, explicó Beatriz Monsalve, directora del grupo Teatro Salamandra.Y como definió Orlando Cajamarca, director de Esquina Latina: “Será un festival de ciudad con un invitado internacional, con el certamen dedicado a éste. Y eso no está mal”.Los integrantes de Odín Teatret provienen de una decena de países y tres continentes. Hasta el momento, el grupo ha representado 81 espectáculos en 63 países. Es decir, a razón de casi dos estrenos por año, a lo largo de medio siglo. Habrá que copiarle a Cajamarca su frase “eso no está mal”. Nada mal.Además de los talleres, el grupo danés presentará tres espectáculos-ensamble: ‘Las grandes ciudades bajo la luna’, ‘Dentro del esqueleto de la ballena’ y ‘Sal’.El primero, anunciado como “un concierto con el espíritu de Berltoldt Brecht”, será representado el miércoles 13, el jueves 14 y el viernes 15 a las 6:30 p.m., en la Cinemateca La Tertulia. El segundo, una “parábola del texto de Franz Kafka ante la ley”, será el domingo 17, el lunes 18 y el martes 19 a las 6:30 p.m., en el Centro Cultural Comfandi.Y el tercero, que es “una odisea femenina”, fue anunciado para el jueves 21, el viernes 22, el sábado 23 y el domingo 24 a las 6:30 p.m., en el TEC.Sobre estos montajes, Beatriz Monsalve explicó: “Son muy interesantes en el sentido de que la propuesta escénica está relacionada con espacios no convencionales. Por eso no podremos usar los teatros de la ciudad”.Y añadió Cajamarca, “el Odín Teatret ha hecho una pesquisa desde lo antropológico, porque es un teatro de investigación, que no hace montajes con propósitos comerciales. Eso será muy importante para la ciudad”.Poética teatralAdemás, el elenco de Odín hará en Cali nueve ‘demostraciones de trabajo’, “que en realidad son monólogos”, al decir de Monsalve, tituladas: ‘Huellas en la nieve’, ‘Antropología teatral’, ‘Casi Orfeo’, ‘La alfombra voladora’, ‘El hermano muerto’, ‘El eco del silencio’, ‘Los vientos que susurran en el teatro y la danza’, ‘Blanca como el jazmín’ y ‘Carta al viento’. “Odín no viene a hacer una obra, sino a exponer toda su teoría y su práctica teatral. Es una cosmovisión del teatro y modelo de poética teatral”, dijo Cajamarca.“Por lo que he visto del programa, sólo el Odín será lo único atractivo. No hay nada mas novedoso, y esa es una desventaja para el teatro de la ciudad”, dijo Álvaro Arcos, director de Cali Teatro.Y cuando a Beatriz Monsalve se le pregunta si, entonces, el VIII Festival de Teatro de Cali será “Odín y el resto”, no lo niega.

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