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Salvación definitiva del MÍO está en manos de los usuarios

Operadores recibieron importante inyección económica, pero futuro del sistema depende de que ‘conquisten’ más pasajeros.

28 de diciembre de 2014 Por: Zulma Lucía Cuervo Plazas | Reportera de El País

Operadores recibieron importante inyección económica, pero futuro del sistema depende de que ‘conquisten’ más pasajeros.

El riesgo de que el MÍO colapse por problemas económicos de los operadores (dueños de los buses del sistema masivo) parece haberse conjurado el viernes 19 de diciembre, cuando los representantes legales de ETM, Blanco y Negro, GIT y Unimetro lograron renegociar los contratos de concesión con Metrocali.Pero la sostenibilidad económica del sistema en el futuro dependerá de que los caleños se monten en el transporte masivo y se llegue, como mínimo, a los 650.000 pasajeros diarios que dan el punto de equilibrio al negocio del transporte al que le apostaron esta cuatro empresas.En noviembre, el número de pasajeros/día fue de 482.580. Y el mes que mejor se ha comportado fue abril, con 502.302 pasajeros diarios, casi 150.000 pasajeros menos de los que se necesitan para que los operadores alcancen el equilibrio en sus finanzas.Por ello, los esfuerzos para cautivar nuevos usuarios deberán darse de parte y parte, dicen los expertos en movilidad. Los operadores deberán prestar un servicio de calidad, donde se cumplan las frecuencias de las rutas, que salgan todos los buses programados y que la flota tenga una mejor presentación, ya que se le nota el deterioro, evidenciada especialmente en buses que se varan constantemente o aire acondicionado en mal estado.“A partir de ahora el que no funcione debe recibir fuertes sanciones y no deben haber excusas para tener un mal servicio”, dice Carlos González, experto en movilidad.Del lado de Metrocali, se deberán diseñar mejores rutas para reducir los tiempos de viaje y de espera en los transbordos. Y del Municipio, realizar controles efectivos para reducir la competencia del transporte informal y de los buses tradicionales que aún ruedan en rutas canceladas por el Tránsito.El gerente de Unimetro, Sebastián Nieto, sostiene que los controles a las rutas canceladas y la ‘piratería’ debería pasar a manos de la Policía de Tránsito. “Es claro que aunque los guardas tienen las mejores intenciones, se encuentran en los operativos con personas que ponen en riesgo su integridad física. Si es un policía el que hace el control, muy seguramente no se presentarán los desmanes”, agrega el directivo.Ciro Jaramillo, director del Grupo de Investigación en Tránsito y Transporte de la Universidad del Valle, dice que a la gente no se le puede dejar sin transporte. “El MÍO tiene que demostrar ser eficiente, de lo contrario, los usuarios seguirán usando el bus tradicional, el mototaxista o el carro pirata”, enfatiza. ¿Qué ganaron los operadores?En la renegociación de los contratos, que tardó cerca de 14 meses, los concesionarios lograron mejorar sus condiciones. Tendrán seis años más de concesión, es decir, que la operación de los buses no culminará en el 2034, como estaba pactado inicialmente, sino en el 2040.También consiguieron que la vida útil de los buses sea de 13,5 años y no de 12 años, es decir, tendrán que hacer menor reposición de la flota durante la duración de la concesión.Pero quizás la mayor de las conquistas fue que el Municipio se ‘metiera la mano al bolsillo’ y les pague el dinero por la tarifa técnica (lo que cuesta mover a un pasajero en el MÍO) que no han obtenido durante los cinco años de operación mediante el incremento del pasaje al usuario. Recibirán a lo largo de la concesión $122.000 millones, de los cuales $36.000 millones los recibirán entre este año y el 2015.Pero además de lo que dejaron de cobrar entre el 2009 y el 2014, a juicio de expertos en movilidad, el hecho que la Alcaldía subsidie parte de la tarifa técnica, que en el caso del 2015 será de $60 por cada pasajero movilizado (ya que se fijó la tarifa técnica en $1760, de las cuales el usuario pagará $1700 a partir del jueves próximo) será la garantía para que los operadores no argumenten la falta de recursos para justificar los problemas de calidad que tiene el sistema en su funcionamiento.Carlos González, experto en movilidad, dice que es bien sabido que el origen del mal servicio del MÍO es sobretodo financiero porque el recaudo por venta de tiquetes no es suficiente para cubrir los costos operacionales. “Por fin entramos en la era en la cual el sector público asume su responsabilidad en el transporte público como lo que es, un servicio público básico”, indica.En el mismo sentido opina Mauricio Vásquez, del programa Cali Cómo Vamos, quien agrega que tener garantizado el pago total de lo que cuesta mover un pasajero en el masivo, reduce los problemas de caja que tienen los operadores, “que los llevaba a su vez a no dejar de sacar los buses por no tener con qué tanquearlos y hacerles mantenimiento y además les acaba el principal argumento para incumplir con sus obligaciones”.¿Ganaron el Municipio y Metrocali?El presidente de Metrocali, Luis Fernando Sandoval, sostiene que en la renegociación de los contratos, también salió ganador el Estado porque hay incumplimientos evidentes de las obligaciones contractuales con los operadores, como no haber reajustado la tarifa anualmente o no tener toda la infraestructura del sistema (que según lo pactado debía estar lista en el año 2009).“Esto fue un gana-gana para todos, porque nos evitamos demandas engorrosas y demoradas y le damos con ello una alternativa para que el MÍO pueda rodar con menores nubarrones financieros”, afirma Sandoval.Los pendientesEs necesario, según el experto Carlos González, avanzar en esquemas de financiación del excedente de la tarifa técnica que asume el Municipio.“Se deben implementar nuevos instrumentos de financiación local como el cobro del estacionamiento en vía pública por parte del Municipio”. También, de parte de la Nación, se debe pensar en precios más bajos de combustible para los masivos.El investigador Ciro Jaramillo dice que se debe revisar el contrato con la UTR&T (que hace el recaudo de los pasajes) y contratar la interventoría, que aún no se hace.

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