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"Quienes manejan esta ciudad no son peatones en Cali": Benjamín Barney

El arquitecto Benjamín Barney dice que la Plazoleta Jairo Varela no se ha podido aprovechar y que en el Bulevar de la Avenida Colombia debían convivir caminantes y carros, para que sea realmente un paseo.

2 de marzo de 2015 Por: Luz Jenny Aguirre Tobón | Editora de Cali

El arquitecto Benjamín Barney dice que la Plazoleta Jairo Varela no se ha podido aprovechar y que en el Bulevar de la Avenida Colombia debían convivir caminantes y carros, para que sea realmente un paseo.

Benjamín Barney, arquitecto, estudioso (entre otras cosas) del patrimonio urbano y habitante del barrio San Antonio, es uno de los más duros críticos de algunos cambios y obras de la ciudad, como el Bulevar de la Avenida Colombia y la Plazoleta Jairo Varela. No se cansa de repetir que nuestra vergüenza es no tener tres cuadras seguidas por donde se pueda caminar como se debe por los andenes y habla de esa Cali que se está borrando de la memoria de la gente. Hay quienes le dicen que más parece “enemigo de la ciudad” y a ellos les contesta que los enemigos son en realidad todos aquellos que suben el carro al andén o le tiran el vehículo al que va caminando.El centro de Cali, como ha pasado en otras ciudades, empezó a quedar deshabitado, siendo solo un área de servicio. Esto trae inseguridad, deterioro y muchos otros problemas. ¿Cómo recuperar el corazón de Cali?La gente que maneja esta ciudad abandonó el centro, como pasó en toda Colombia. La gente se fue a vivir por fuera, primero a Centenario, después más lejos y ahora el colmo de la estupidez, irse a vivir a Jamundí. Al centro hay que volverle a poner vivienda, no se ha hecho nada por eso. Hay que ampliar los andenes, la vergüenza de esta ciudad es que no tiene por dónde caminar. En el centro hay que reducir las calzadas de los carros para que puedan circular y no estacionar. Hacer los estacionamientos para que la gente pueda dejar el carro. Usted habla mucho de los andenes y dice que en Cali no hay tres cuadras donde uno pueda andar...A la gente que tiene que caminar no le importa porque está acostumbrada culturalmente a caminar por donde pueda. Los que manejan la ciudad no son peatones en Cali. Caminan cuando viajan en las ciudades, les parece encantador, qué delicia caminar por París, caminan por los campos de golf.No obstante, en Cali ya se están dando iniciativas como el Bulevar de la Avenida Colombia y los proyectos de Corredor Verde y ampliación de Ciclorrutas...Sí, claro, se está tratando de hacer, con algunas medidas equivocadas que es muy fácil corregir, pero inmediatamente le caen encima los adoradores de los carros, que son los que tienen vehículo y los que no. Les parece que los puentes son una maravilla, modernidad y desarrollo.Está el caso del anunciado retiro del puente peatonal del CAM y la plazoleta de Avianca, rechazado hasta por muchos peatones...Es muy curioso, cuando se hicieron los primeros puentes vehiculares en Cali, en el Club Colombia y el de la 5, justamente en ese año comenzaron a demoler viaductos en Madrid. Lo que pasa con los peatones que dicen preferir el puente es que no se dan cuenta de que ellos tienen que ser dueños de las calles. Aquí la gente no tiene el menor inconveniente en bajarse a la calle para caminar, eso no pasaría en otra parte, donde cogerían a patadas los carros estacionados en los andenes. La gente se escandaliza porque piensa que el puente peatonal les permite cruzar y no se dan cuenta que tienen el derecho a cruzar a nivel.Cuál es su mirada sobre el hundimiento de la Avenida Colombia, su bulevar y el uso que se les está dando a este espacio...El túnel de la Avenida Colombia, entre otras cosas, fue propuesto por el arquitecto Esteban Mendoza y por mí, pero nunca para quitar los carros de encima. La propuesta era dejar dos carriles para que pasaran carros y taxis por encima porque eso hubiera permitido que el paseo se conservara como fue inicialmente, hubiera permitido que fuera arborizado y que tuviera acceso desde el Oriente. Y la Plazoleta Jairo Varela...Eso es un monstruo. No sirve para nada, no está cubierta, no está descubierta, no es un sitio con locales, tampoco para poner restaurantes. Pusieron un estacionamiento abajo, que aunque es un aporte, tiene un acceso pésimo. Es un espacio que no se ha podido aprovechar.Usted dice que Cali está creciendo en edificios “igualiticos, repetidos”, sin ninguna imaginación. Cómo nos cambia como ciudad el hecho de crecer así, en unidades residenciales...La gente está dejando de vivir en ciudades para vivir en guetos, que son las unidades, y luego van a otros guetos, que son los centros comerciales, y luego a otros, que son los clubes. Vamos en contravía a lo que está pasando en todas partes del mundo, en las grandes ciudades, donde ir a un centro comercial es rarísimo. La gente vive en casas o edificios con comercio en los primeros pisos. Creo que Cali es la ciudad del mundo que tiene más centros comerciales por habitante, es una aberración.¿Se está perdiendo la memoria de la ciudad?Totalmente, porque la mayor parte de la gente no conoció de niña esos edificios ni esa ciudad, entonce no tiene por qué recordar nada.¿Qué añora usted de esa Cali?Que era pequeña, que se podía caminar, que no se gastaba más de media hora para ir a ninguna parte. Cuáles han sido las grandes pérdidas de Cali, hitos que han desaparecido...Para los Juegos Panamericanos se tumbaron sin ninguna necesidad unos edificios muy importantes en la memoria de los caleños del siglo XX, como el Hotel Alférez Real y el batallón Pichincha. Para la gente, en ese momento todos esos edificios eran vejestorios. Una vez hice la cuenta y de los edificios moderno historicistas que se hicieron después de que Cali fue designada capital de departamento y se tumbó cerca de la mitad. Entonces, la imagen de la ciudad cambió, la Cali que conoció la gente de los años 50 ya no existe y esos es muy grave porque establece una ruptura entre las diferentes generaciones, no tenemos una ciudad en común.Hay quienes dicen que usted es enemigo de la ciudad, porque nada le gusta…Ante eso cito a los que de verdad son enemigos de la ciudad. Quien me dijo eso, a través de un comentario anónimo en una columna, le contesté que los verdaderos enemigos de la ciudad son los que suben los carros a los andenes, lo que se pasan el semáforo en rojo, los que van en contravía, los que construyen más pisos y menos garajes, los que se burlan de las curadurías urbanas y construyen de cualquier manera...y como ellos, muchos otros.

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