¿Qué pasaría si mañana Cali se quedara sin sus siete ríos?

La pregunta se la hacen los ambientalistas, pero los ciudadanos y los funcionarios del Gobierno, no. Un nuevo estudio alerta sobre esa posibilidad.

Mayores esfuerzos por parte de las entidades estatales son necesarios para mejorar el estado de los ríos de la ciudad. Esta es una de las conclusiones del informe que presentará este martes en audiencia pública la Personería de Cali, sobre ‘La situación y prestación del servicio público de agua potable en Cali’. De acuerdo con Adriana Urresty, subdirectora de Participación Ciudadana de la Personería, “uno de los principales problemas es la presencia de asentamientos subnormales. Entre otras consecuencias, generan el 49,4 % de pérdidas de agua para Emcali. Otro es el flagelo de la minería ilegal”. Además, las más de 2700 conexiones erradas que hay en Cali conducen aguas negras a los afluentes. Lo que se necesita es voluntad política, explica Inés Restrepo, directora del instituto Cinara de la Univalle. “Ya se conocen los problemas de cada río. Lo que se necesita son acciones concretas, que tengan fechas y un seguimiento constante”, señaló.Este es el diagnóstico de cada afluente, según dicho informe.CaliDesde su nacimiento se ve afectado por el consumo que hacen de sus aguas asentamientos subnormales en Los Farallones. La actividad minera en la zona del Socorro, en la que se están utilizando mercurio y cianuro como amalgadores, han contaminado sus quebradas tributarias. La tala continua del bosque y la captación ilegal del recurso son otros flagelos, al igual que las tuberías ilegales de invasiones.CaucaAbastece de agua el 75 % de la ciudad, la cual es tratada en las plantas de Puerto Mallarino y río Cauca. La alta contaminación por materia orgánica y presencia de sustancias tóxicas son uno de sus mayores problemas. El bajo nivel de oxígeno disuelto y la alta turbiedad, especialmente en temporada de lluvias, impiden que sus aguas sean tratadas. En su parte baja es afectado por tiraderos de escombros.PanceEn la parte alta tiene una buena calidad, pero esta va disminuyendo por la agricultura y la ganadería extensiva. En la parte media presenta actividades comerciales, turísticas y agrícolas que deterioran la cuenca con la tala para el asentamiento de balnearios y otros negocios. En la parte baja se da explotación de roca para construcción, lo cual ha alterado su caudal y estabilidad.MeléndezLa cuenca presenta un deterioro por deforestación, erosión y prácticas inadecuadas de agricultura, ganadería y minería. Su uso principal es el abastecimiento de agua para las comunas 18 y 20. El deterioro del río se ha reflejado en racionamientos en los barrios de la parte alta de esas comunas.Su caudal se ha visto reducido con el tiempo, especialmente en épocas de bajas lluvias, afectando la cantidad de agua que Emcali puede tomar.LiliProblemas de erosión, deforestación, descargas de aguas residuales y residuos sólidos afectan sus aguas en su paso por la ciudad. El principal problema del que sufre son los vertimientos de aguas de caparrosa provenientes de la explotación de carbón en las minas del Rosario, en La Buitrera y otras. La actividad minera produce graves cambios en el balance de agua por los procesos de infiltración y escorrentía, causando erosión.Aguacatal En la parte alta de la cuenca, invasiones han sustituido el bosque por pastizales y han vertido sus aguas residuales al río, al igual que los desechos que producen los criaderos de porcinos. En la parte media de la cuenca desaparece la zona forestal protectora y hay un impacto paisajístico por canteras. La actividad minera en la microcuenca del Chocho contribuye con caparrosa. En la parte baja se evidencian vertimientos domésticos y mineros.CañaveralejoEn su parte alta, desde el nacimiento hasta La Sirena, la calidad del agua es buena. Se caracteriza por la alta cobertura de bosque, con vegetación, presencia de cultivos a pequeña escala y bajos niveles de deforestación. En la parte media se empiezan a evidenciar los problemas de deforestación, minería, ganadería y urbanización, además de vertimientos de aguas residuales y residuos sólidos. Esta situación empeora en su parte baja.