¿Qué pasa con las bodegas de la Industria de Licores del Valle?

Las antiguas bodegas tendrán, según la Alcaldía de Cali, un administrador especial que se encargará de la adecuación y embellecimiento de los 33.000 metros cuadrados que conforman su estructura y que hoy se encuentran en total estado de abandono.

Las viejas instalaciones de la Industria de Licores del Valle dejarán de estar en el abandono. El anuncio lo hizo el secretario de Cultura de Cali, Carlos Rojas, quien aseguró que en quince días se elegirá al nuevo operador de este predio, perteneciente a la Gobernación del Valle, y donde se desarrollará el proyecto Ciudad Salsa, gracias a un convenio con la Alcaldía de Cali.El País conoció que la Corporación para la Recreación Popular sería la entidad encargada de realizar las obras necesarias para poner en marcha el proyecto, que busca promover la salsa como un atractivo turístico y de entretenimiento. “Este operador deberá tener músculo financiero para asumir, con recursos propios, el pago de servicios públicos, acondicionamiento de zonas verdes y comunes, además de la habilitación de lugares para recibir a los visitantes”, explicó Carlos Rojas.El funcionario señaló, además, que deberá convocar a nuevos inversionistas relacionados con la industria cultural (discotecas, escuelas de salsa, restaurantes, fabricantes de instrumentos) para que se instalen en Ciudad Salsa.Para ello, y según el secretario de Cultura de Cali, la Corporación para la Recreación Popular deberá invertir al menos $400 millones para ejecutar la primera fase del proyecto. “Estamos analizando el tema, pero tenemos interés en operar Ciudad Salsa”, dijo al respecto, Fernando Marín, gerente de la entidad.Historia de abandonoDesde que terminó la Feria de Cali, en diciembre de 2010, a las bodegas de la Industria de Licores del Valle no se les hizo ningún mantenimiento, aseguró Jhon Restrepo, administrador del lugar por parte de la Gobernación del Valle. Según Restrepo, a la Alcaldía de Cali le prestaron las instalaciones durante cinco meses, a través de un comodato que terminó en mayo de este año.El funcionario explicó que durante ese tiempo la administración local no ejecutó trabajos de ornato o adecuación “quedando a la deriva”.Dijo además que la Gobernación del Valle debió asumir los gastos del tiempo que el predio estuvo inactivo, valorados en $1.473 millones, correspondientes a servicios públicos, vigilancia e impuestos.Y es que, asegura Restrepo, los costos generados por las abandonadas bodegas son muy altos para el Departamento. Sólo en materia de servicios públicos, el valor de la factura supera los cinco millones de pesos mensuales, pese a que en la actualidad no se están usando.Otro gasto que genera el predio es el pago de seguridad privada para evitar el accionar de los delincuentes, que ya se han llevado llaves de paso y cables de energía. En esto se facturan $32 millones mensuales.“El operador deberá asumir los gastos, porque para nosotros es difícil hacerlo”, señaló Jhon Restrepo.