Puertas automáticas de estaciones del MÍO, a reparación

Por lo general, el daño es causado porque los usuarios las abren manualmente. Ninguna de las 56 estaciones se salva de las averías. Licitación se adjudica en julio.

No hay una de las 56 estaciones del MÍO a salvo. En todas hay al menos una puerta automática dañada, que permanece abierta mientras los usuarios aguardan la llegada de un bus.

Los daños en las puertas obedecen, en algunos casos, a desgaste natural, pues son estructuras que cuentan con seis años de uso. Sin embargo, la mayoría de las averías se producen porque los usuarios retienen las puertas mientras esperan los buses y les queman el motor, explicó el director de Infraestructura de Metrocali, Francisco Ortiz.

“La gente es feliz presionando el botón para abrirlas cuando el bus no llega, les ponen los pies para evitar que se cierren, se recuestan en ellas. Todo eso ocasiona que las tarjetas inteligentes que hacen que la puerta abra o cierre, los sistemas de tracción y hasta el motor se quemen. Las puertas tienen como finalidad evitar que la gente sufra un accidente y caiga a la vía, pero son los mismos usuarios quienes les dan mal uso”, dijo el funcionario.

Para reparar y hacer mantenimiento a las 540 puertas automáticas de las estaciones del MÍO, Metrocali abrió una licitación por $2079 millones, en la que se incluyen obras de adecuación en algunos puertos de abordaje.

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Arreglar una puerta automática de cualquier estación del MÍO cuesta $648.000, en promedio. Hacer el mantenimiento de todas las 540 estructuras de vidrio tiene un costo de $350 millones.

“A más de 90 puertas hay que cambiarles las tarjetas que permiten el cierre, 120 tendrán unidades de tracción nuevas, a 400 hay que renovarles las unidades receptoras. Además, a las que están buenas también habrá que hacerles mantenimiento. Este año las puertas van a quedar como nuevas”, puntualizó Ortiz.

Aunque los usuarios del sistema  dicen ser conscientes de ser los causantes de los daños, afirman  que hace falta mantenimiento preventivo. 

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Para Daniel Boya Ramos, usuario de la Fan Page de El País, “no hay conciencia ciudadana. La gente no deja cerrar las puertas  y las abren a la fuerza; lo peor es que uno siempre ve a los estudiantes, ya sea colegiales o universitarios, haciendo esto”.

Por su parte, Marck Heaven, participante del foro web de El País, indicó que es común “ver gente que abre la puerta y no deja cerrarla y los vigilantes no hacen nada. Hace falta cultura porque cuando una persona empieza, no la corrigen. Todo el mundo abre la puerta con la excusa de ‘necesito ver si viene la ruta’, pero si no lo obstaculizan y el vigilante no hace nada, esto seguirá pasando”.

Sin embargo, para Alexandra Angelus, otra de las usuarias de El País, el que la gente  obstruya las puertas “solo es reflejo del desespero del usuario por la espera eterna de un servicio lento y dispendioso”.

Para Kenny Figueroa, usuario de El País, "si las puertas estuvieran bien sincronizadas, no habría problema. Y si los buses cumplieran con los tiempos, la gente no tendría el desespero de pararse en la puerta a ver si la ruta viene“. Por su parte Luciérnaga feliz, usuaria de El País, asegura que "son los usuarios los que dañan las puertas. He visto hasta mujeres adultas obstruyéndolas, debería darles vergüenza”.  Cambios en las estaciones

Dentro de la licitación que abrió Metrocali, que se adjudicará a principios de julio, también se incluyeron trabajos de adecuación en algunas estaciones.

Según lo explicado por el Director de Infraestructura de Metrocali, entre los trabajos que se realizarán se contemplan la continuación de la ciclorruta en las estaciones de Univalle y Plaza de Toros, trabajos de adecuación de espacio público en la Estación Meléndez, un puente peatonal en la terminal de Menga, entre otros. 

Adicionalmente, se instalarán baterías sanitarias para los operarios del sistema  y los conductores de los buses en las estaciones Caldas, Universidades y Tequendama. Igualmente, habrá cerramientos en las estaciones Lido, Siete de Agosto y Chiminangos.