Por falta de recursos, Municipio pone en venta sede del centro cultural de Cali

La Administración argumenta que no hay dinero suficiente para el mantenimiento de las instalaciones, que anualmente requieren de una inversión cercana a los $3.000 millones.

El emblemático edificio de la antigua FES, donde hoy funciona el Centro Cultural de Cali, está en venta. La búsqueda de mayores recursos para el Municipio y recuperar la vocación cultural del predio son las razones por las que la Administración local decidió ofertar el bien, ubicado en pleno centro de la ciudad.La Alcaldía de Cali ya se encuentra en negociaciones con dos entidades públicas para la venta del predio, que el Municipio adquirió en 1996 por $8.249 millones a la Fundación de Educación Superior, FES, y que hoy, de acuerdo con funcionarios de la Secretaría de Cultura de Cali, podría estar avaluado en unos $45.000 millones, aproximadamente.Sin embargo, Alfonso Otoya, director Administrativo de la Alcaldía, aseguró que para realizar la transacción será necesario un nuevo avalúo de la propiedad, puesta en servicio en 1990.Aunque el alcalde Rodrigo Guerrero manifestó que el Banco de la República estaría interesado en comprar el edificio, desde la Dirección de Logística e Infraestructura del banco central se manifestó a este medio, a través de un vocero, que “no estamos en negociaciones ni interesados en el edificio”.“Además de la venta, también estamos estudiando si podemos arrendarlo a largo plazo para alguien que le dé continuidad a los servicios culturales. Este edificio no tiene vocación para albergar oficinas. Queremos recuperar su identidad”, explicó Alfonso Otoya, director Administrativo del Municipio.La venta del inmueble, construido entre los años 80 y 90 y de cinco pisos, implicaría el trasteo de por lo menos 30 oficinas administrativas que funcionan en el lugar, entre ellas la Secretaría de Cultura y Turismo y Corfecali, además de por lo menos doce servicios culturales instalados en él.Para Tulio Diuza, director de la Audioteca, la venta es preocupante porque “como quien dice perderemos la clientela y no sabemos a dónde iremos a parar”.Los altos costos de mantenimiento es otra de las razones para salir del edificio, declarado como patrimonio histórico de la ciudad y que fue diseñado por los arquitectos Rogelio Salmona y Raúl H. Ortiz. Sandra de las Lajas, secretaria de Cultura de Cali, explicó que su mantenimiento cuesta tres mil millones de pesos anuales, lo que resulta costoso.“Hoy el edificio tiene problemas de goteras, techos que se están cayendo, líos eléctricos, entre otros, por falta de inversión de la pasada Administración. A eso se suman contratos irrisorios por la concesión de los cien parqueaderos del edificio, por lo que se reciben cuatro millones de pesos mensuales y un restaurante que deja entre $800.000 y un millón de pesos”, explicó la funcionaria.Artistas como Diego Pombo lamentaron la posible pérdida del inmueble por parte del Municipio, “aunque la venta podría sacarlo de ese desangre económico”. Otros, como el actor, escritor y dramaturgo Alejandro Buenaventura, considera que “si bien dicen que la empresa privada siempre invierte más en las cosas, como artista y sentimental, creo que esto es un delito”. Algunos concejales de Cali, como Clementina Vélez, rechazaron la venta, argumentando que “la edificación quedó contenida como patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad en Acuerdo Municipal, por tanto lo que estaríamos vendiendo sería ese patrimonio”. Por su parte, Carlos Hernán Rodríguez, concejal de la ciudad, planteó vender otros edificios como Fuente Versalles o San Marino. “La antigua FES es un referente arquitectónico por el que se pagó una gran suma”.