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Perfil de Jairo Varela: intimidades de un músico innato que transformó la salsa en Colombia

En el 2005, el creador y director del Grupo Niche, Jairo Varela, le concedió una entrevista a El País, que indagó dentro de la genialidad musical de este maestro de la salsa.

8 de agosto de 2012 Por: Alda Mera, reportera de El País.

En el 2005, el creador y director del Grupo Niche, Jairo Varela, le concedió una entrevista a El País, que indagó dentro de la genialidad musical de este maestro de la salsa.

Era un niño enfermizo. No podía salir a hacer travesuras ni ir a cantar al coro de la Iglesia de Quibdó. Pero desde el balcón de su casa, escuchaba los cantos gregorianos que entonaban en la misa. Y si volvía la vista hacia el patio de atrás, por donde pasaba el Río Atrato, a menudo veía ese espectáculo pintoresco de una pareja de campesinos negros recién casados que con invitados, chirimía y todos se iban en una balsa unida por dos canoas, en busca de su destino, en pleno jolgorio, bailando, a ritmo de currulaos, polcas, jotas, mazurcas y todo ese folclor afro del Pacífico.Pero Jairo Varela Martínez, llevaba 25 de sus 55 años, desquitándose con el Grupo Niche, la orquesta que hizo de la salsa una bandera colombiana y caleña en cualquier escenario del mundo donde se presente. Al punto de que el músico innato es considerado el hombre que le cambió la vida a la salsa en Colombia, que se atrevió a romper el paradigma de escuchar salsa para hacerla y para exportarla y que hizo del Cali Pachanguero un himno que se canta en la capital de la salsa más que el institucional.En el 2005 cuando Jairo Varela le concedió entrevista a El País, El Grupo Niche acababa de lanzar su nueva producción Alive, del cual estaba sonando su tema Damaris Canto (A mi medida), dedicado a la ex reina del Chocó Damaris de Diego Torres, con quien Jairo llevaba nueve años de relación en ese entonces. Y 25 años después Niche siguió de giras internacionales permanentes como la de ese año que incluyó 65 conciertos a lo largo y ancho de Estados Unidos, México, Perú, España y Aruba, entre otros.El País quiso buscar dentro de la genialidad musical de su creador y director, Jairo Varela Martínez. Y fue esto lo que encontró hace siete años:¿Cómo recuerda su infancia?Mi infancia fue normal como la de todos los niños de mi estatus. Sin muchos regalos porque mi madre tuvo que levantar seis hijos –soy el quinto- y fui muy enfermo como hasta los 7 u 8 años, sufría mucho del estómago por los problemas de tratamiento del agua que hay en el Chocó.¿Cómo era en la escuela?Como estudiante más bien como regularsongo, pero siempre con la vocación hacia la parte idiomática, a la historia, la geografía, pero de matemáticas pocón pocón.¿Cómo le decían?Me decían carichola y no sé todavía que quería decir eso.¿Por qué recuerda con nostalgia a su abuelo atravesando el Atrato?Porque era una persona emprendedora. En medio de la desesperanza y de la pobreza, es admirable ese deseo de la superación de una persona que todo lo hizo con las uñas; que aprendió ebanistería y el tratamiento del azúcar de los españoles en los ingenios de Sautatá, y trató de hacer su industria panelera y su aserradero. Es digno de admiración.¿Su madre, Teresa Martínez, también hacía música?Era pedagoga. Alcanzó a hacer algunos boleros, pero no fueron difundidos en esa época, no llegaron al acetato, y a escribir cuatro libros, tengo entendido, porque siento fobia a leer, no me gusta que nadie incida en mi manera de ver la vida, ni siquiera ella misma.¿El folclor chocoano fue su maestro?Sin temor a equivocarme creo que la Costa Pacífico rítmicamente es lo más rico que hay en el mundo. Tuve el privilegio de que me crié al frente de la Iglesia, con la influencia de los misioneros jesuitas, del padre Rodríguez, que fue maestro de muchos, como Alexis Lozano. Eso me alimentó el oído. Pero por la parte de atrás de la casa estaba el folclor, el campesino que llegaba a la parte debajo de mi casa, y mi abuela les alquilaba una piecieta y la amarrada de la canoa –yo era el que cobraba lo de las canoas–, entonces me la pasaba hablando con ellos y me transmitieron esa jerga, ese español arcaico, y conservando al mismo tiempo, el rejo de mi mamá acá.¿Era muy severa?Era una persona que se expresaba muy bien y siempre era como un pecado hablar mal en la casa. Bajo esos patrones de educación me crié, con el látigo, aprendí a leer como a los 4 o 5 años, pero no porque fuera precoz, sino por mi mamá. Eso fue como a la fuerza. Pero levantó seis hijos luchando sola. Y por fortuna no le quedamos mal.¿Pero dice que lo estimuló musicalmente?Ella sí vio algo en mí y cuando me divertía con mis amigos de cuadra pensaba en la música, pero en la juventud se deshizo esa idea, otras cosas me llamaron la atención. Cuando tuve 20 años fue que retomé lo que me gustaba hacer, música. Quise escribir, pero no tenía argumentos porque no había vivido. Sigo siendo un convencido de que en la medida de que lo que digas sea cierto, así mismo llega al público. Fue como un aprendizaje ir conociendo el mundo e ir alimentando ese computador personal.¿Qué recuerda de su primer grupo La Timba?La Timba era una reunión de niños, yo tocaba la dulzaina, o carina, o firolina, otro los bongós, la guacharaca, e íbamos acompañando una comparsa de niñas de la cuadra con su vestido largo blanco y que se pintaban las niñas con vija, en vez de maquillaje de ahora. Era muy bonito, lo mejor que le puede pasar a uno es una niñez de pueblo.¿Ha vuelto al río Atrato?Bueno, hasta donde me dejó la guerrilla. Estuve la última vez en el año 97 ó 98 tal vez.¿Qué hizo en esa primera juventud?Tras un hecho desafortunado para mi población que fue el incendio de Quibdó, el 26 de octubre de 1966, mi mamá decidió que nos fuéramos para Bogotá donde unos familiares. Seguí estudiando en Facatativá, en el Colegio Nacional Emilio Cifuentes, pasé a la Libre, comencé a meterme en la vida nocturna, pero sin nada qué decir, nada qué contar, porque no había vivido. Y a veces creo que no he llegado a la madurez.¿Y entonces?Para hacer algo que valga la pena y que tenga connotación uno tiene que estar bien preparado. Entonces empecé el curso en la universidad de la vida: me casé muy joven, fracasé por hambre, o sea un matrimonio en el que ella de 18 y uno de 20, ¿para dónde va? pero nació mi hija mayor.¿Y cómo se conectó con la música?Conté con la suerte de conocer a Brando, un músico muy destacado y arreglista de la gente del Club del Clan. Él tenía un estudio de grabación, yo había hecho pinitos en las discotecas, le colaboraba grabando percusión coros e inyectándole mi deseo de cómo creía yo que debían ser las cosas.¿Y cómo grabó Al Pasito?Un día apareció el conejo Alberto Barrios, un productor reconocido, y me presentó a Eduardo Calle, dueño de discos Daro, quien me dio la oportunidad. Me dijo: ¿Usted sí se siente capaz? y dije ‘sí’. Yo no sabía para dónde iba, pero pensé: ‘esta es la única’. Ahí comencé mi carrera como músico.Luego pasaron a Codiscos...Sí. Ahí tuvimos la oportunidad de hacer Buenaventura y Caney, la canción que nos dio el espaldarazo. Me quedé sorprendido cuando recibí una llamada de EE.UU. Era extraño e inconcebible, no creía que un empresario de por allá estuviera interesado en nosotros. De momento, fue más el susto que la satisfacción.¿Y cómo se siente ahora que su nombre es una marca internacional?Con responsabilidad y trato de inculcarles esa responsabilidad a las personas que me rodean. El gremio de nosotros es muy difícil, sabemos que venimos de abajo y tenemos que dar muestras de educación, cultura, urbanidad, comportamiento, civismo, lo que quiera en los aeropuertos y donde uno es más visible. Hay que tener esa altura, sin querer decir que es ser más que el otro. No voy a cambiar la condición del músico, pero sí al menos que lo vean con otros ojos.¿De dónde salió el Grupo Niche?Es un vocablo. Una vez en Miami cometí una infracción y no me castigaron porque el policía no estaba ahí, pero sin querer queriendo me le atravesé a una gringa y me gritó ‘níger’. Esa es la manera despectiva de tratar un negro según la autobiografía de Malcom X, pero cuando el negro latino llegó a EE.UU seguramente no pudo decir Níger y lo transformó en Niche, pero le cambió también el sentido, ya no con signficado despectivo, sino cariñoso, como mi amigo. Y como es tan cortico y tiene que ver con el negro, entonces dijimos Grupo Niche, porque creo que uno es el que le da el real valor a lo que quiere.¿Cómo fue su primera presentación en el grill El Escondite en el 82?Uyy, increíble. No teníamos amplificación ni piano y él que se llevó el dinero fue el que nos alquiló los instrumentos, pero con ese deseo de actuar bien, dimos casi toda la plata en eso y quedamos satisfechos. La acogida fue impresionante, después nos presentamos en El Abuelo, en el Hotel Petecuy, donde alternaba con La Octava Dimensión. Incluso había un monito flaquito, que hoy es un gran músico, que es Juan Vicente Zambrano, y hoy es arreglista de Ricky Martin, nos vemos en Miami, y ha trabajado para nosotros allá. Son cosas bonitas, y por eso nos trasladamos a Cali. Nos trajo el cucaracho Martínez, Manolo Solarte y Humberto Corredor. Y estamos agradecidos con la vida porque ahí comenzó todo. Y dijimos, ya nos metimos en la grande, ahora tenemos que superarnos y siguieron muchas vivencias como esa de meterse en un hotel cinco o seis meses sin poder pagar, echándole carreta todos los días al dueño, pero aquí estamos. También secamos como cuatro restaurantes de tanto pedir fiado, como El Tomatico Picado, frente al CAM. ¡Pobre señora!¿Pero no volvieron a pagar?Claaaro. Una vez, como diez años después, estábamos en el aeropuerto cuando me encontré a Julio Rubiano, el dueño de El Savoy, y me asusté apenas lo vi. Casi corro, pero bueno.¿Y la primera vez que se presentaron en el Madison Square Garden?Creo que no fuimos la primera orquesta, uno tiene que decir la verdad y creo que Fruko ya había pasado por ahí. Lindo el recibimiento del público, sobre todo de los colombianos que somos los que llenamos todo evento en el mundo. En Madrid, Frankfort, Barcelona, París, Roma, donde sea, está el colombiano. Ese día hubo banderas, lágrimas…¿Qué les faltó a ellos a Fruko, Piper Pimienta y Latin Brothers para trascender?Continuidad. Ser más organizados. El factor empresa es determinante. Les faltó rodearse mejor, creo que Julio -Fruko- no se va a sentir con o que voy a decir, porque es mi amigo, pero faltó mejor trato con los músicos, más condescendencia, pagarles mejor para que todo el mundo esté contento y las cosas t0rasciendan más.¿Cuál ha sido esa manifestación de cariño extremo?Regalos de dinero nunca los he recibido, los he cedido a los muchachos. No me gusta porque eso crea compromisos. Detalles lindísimos, el de México, que en todas las presentaciones nos recibía con flores.Por eso grabó ‘México México’... Nosotros jugamos de local allá y por la importancia de México en Latinoamérica. Es de lo más grande en lo cultural, en el desarrollo. Igual en Perú, uno se siente como mal de tanta atención y dice, qué hago, cómo respondo. Acabamos de terminar una gira por Perú, de once ciudades, y la gente es muy deferente. Se siente uno como mal de tanta atención, uno dice qué hago, cómo respondo. Luego eso se extendió a Latinoamérica. Me llamaron de Radio Rivadavia de Argentina y el locutor que me entrevistó se sabía todas las canciones y me las cantaba.Un país que nos quiere impresionante es República Dominicana. El grupo Niche había estado en Santo Domingo, pero yo nunca había ido. Ellos reclamaron la presencia mía y fui. Y es increíble, con pena, de que lo reverencien como ese icono que ellos ven en uno, guardando la compostura y la humildad, que nosotros estemos como en ese altar por encima del merengue, de quienes lo hacen, lo ejecutan y lo graban.¿Cómo es alternar con los grandes de la salsa?La relación con los grandes, al principio era de nervios, como es natural, pero hoy ya es de tú a tú, de colegaje, de amistad. Creo que ellos sienten el mismo respeto y admiración que uno tiene por ellos. Uno se gana el dinero es en la tarima y con responsabilidad siempre. Ante cualquier público uno tiene que ser un profesional.¿Qué significa para usted que el maestro Paul Dury haya montado sus éxitos más emblemáticos con la Orquesta Filarmónica del Valle y que sean los más aplaudidos?No lo he escuchado, pero me siento muy agradecido que él pueda llevar eso dentro de su corazón, porque una letra o una melodía y te llega, eso es una bendición de Dios, que uno tenga ese don de transmitir. He tenido ofertas de músicos americanos de querer hacer la música mía en versión instrumental y me gustaría.¿Por qué no volvió a la tarima, si decía extrañarla?Es difícil decirlo, pero el estar en la cárcel cuando uno maneja una línea de decencia, de formación, de principios, es muy duro, y que te señalen por algo que ni siquiera pasó por tu cabeza, no se lo deseo a nadie. Creo que la picota pública es lo peor para un ser humano. Siempre queda esa limitante, de si me creen que soy inocente o no. Por eso tomé la determinación de irme a vivir a los Estados Unidos, porque no hay nada más elocuente para reafirmar mi inocencia que eso. Pero no soy hombre de odios ni rencores. Por mí no habría un muerto. Soy totalmente enemigo de la violencia.¿Cómo así que usted trabaja igual de día y de noche?Lo cogí como un estimulante, era como otro ritmo de vida, me acostumbré y duermo tres horas, o una hora, o no duermo, o dos horas. El funcionamiento del cuerpo es otro, de pronto se sube un poco la presión, pero estimula creatividad. Es otro sentir.¿Cuántos cigarillos fuma al día?No sé, ni los quiero contar. Pero ahora fumo Pielroja sin filtro.¿Y tintos?Poquitos, unos dos o tres al día.¿Cuándo fue la última vez que preparó sopa de queso, su plato fuerte?Hace como unos cinco días. Ese es un plato francés que se prepara con fideo, papa picadita, tomate, y queso, eso es riquísimo, pero nosotros los negros le hemos metido un poco de cosas raras: huevo, atún y eso ya no es sopa de queso. Esa cultura alimenticia que recibimos del Caribe y que nos llegó por el río Atrato.¿Y cocina con frecuencia?Cuando estoy solo, y me toca obligado, pero a uno de hombre le gusta cocinar, creo que más que a las mujeres lavar los platos. Hago muy buen arroz, sobrebarriga, pero comida del Pacífico, si muy poco.¿Dicen que lo persiguen la fama, el dinero y las mujeres bonitas?Ujjjj, Nooo, no creo. Para los músicos y los que estamos dedicados a viajar, no es que nos pongan los cachos, pero es muy difícil estar con una mujer que aspira a tener su hogar y que su marido llegue a las 6:00 p.m. La que esté con uno tiene que ser muy sacrificada porque uno tiene la novia eterna, en mi caso, la música. Es muy difícil mantener un hogar así, pero uno hace lo posible.Dicen que su verdadero amor es una consola y un estudio de grabación...Tal vez sí, en parte, o sí, esa es la verdad, sí, si uno se pone a devolver el casete, ve que uno pierde todo por el trabajo, por gustarle demasiado la música.¿Cómo así que el máximo creador de salsa no baila?Hombre, yo sí bailo de vez en cuando. Esta semana estuve bailando en Lolas y me gustó, un ambiente como sano, gente decente. Bailo lo que sea, bambuco, pasillo, salsa, pero mis propios discos no, no me gusta.¿Por qué esa pasión por el deporte?Soy un amante de los deportes, creo que tengo más cultura deportiva que cultura musical. Me gusta del béisbol, es como un respirar, puedes sentarte cuatro horas, dialogar y estar pendiente del juego, es un pasatiempo espectacular; el fútbol, el basquetbol, el boxeo, me gusta mucho el tenis, voy al abierto de Miami, al de N.Y. y estoy pendiente del de Shangai, del fútbol de España, Italia, Inglaterra...Y sus ídolos son Tiger Woods y a Michael Jordan...No lo digo yo, Tiger Woods es el golfista más grande que ha habido, además lo admiro por el corazón que tiene. Le firmaron un contrato de 40 millones de U$S cuando estaba en la universidad y era amateur, y dijeron la Nike se equivocó, pero mire la equivocación. Veo todos los abiertos donde juega él. Y a Michael no tuve la dicha de verlo jugar, no conseguí boletas cuando jugó en Washington, me quedé con las ganas, pero lo vi por televisión en los seis campeonatos con Chicago.¿Y de qué equipo de béisbol es hincha? A uno siempre le gusta el equipo que gana. Me gustan los Yankees, pero como estaba en Miami me gustaban Los Marlins. Llevo estadísticas en el computador, más asistencias, cosas así, es interesante.Como todo buen artista ¿cree que la soledad es su mejor compañía?Uyy no. La soledad debe ser la mejor compañía cuando uno no tiene compromisos, pero cuando hay compromisos del corazón, de la sangre, cuando hay hijos, esposa, no. Peleé con la soledad cuatro años en los Estados Unidos y es muy duro, se le atraviesan a uno hasta los malos pensamientos.Dicen que es un genio de la música, pero también que tiene un genio voladísimo...Sí, pero lo he limado. Uno como que baja la guardia un poquito con los años. Una vez nos íbamos a presentar en una Feria de Cali, ese día estuvo Pérez Prado, y Álvaro del Castillo, que era aún más famoso que yo, aún lo es, se me escondió. Oiga y empiezo yo desesperado a buscarlo, hasta que lo encontré debajo de un palo en el paseo Bolívar e hice lo que hace cualquier persona en un caso de esos. Ahora, ojalá se quedara metido dentro del palo, sencillamente se va. Si no valoran lo que son y no aman su trabajo, su profesión, allá se hubiera quedado. Le digo: váyase.¿Por qué se han retirado tantos vocalistas del Grupo Niche: Charlie Cardona, Álvaro del Castillo, Tito Gómez, Álvaro Granobles, Javier Vásquez, Willy García...?¿Sí, no? La gente dice que es una falla. No me interesa hablar mal de nadie, pero sí decir la verdad. A veces el cantante te salió vicioso, vago, así no podemos, no lo aguanto, o si te llegan borrachos a las presentaciones, entonces vienen los cambios. Ahora estoy muy contento con Oswaldo Román, es un señor, es un profesional, y con grigo, es un caballero a carta cabal, que terminó derecho penal, no digo que tienen que ser médicos pero sí que aprendan a comportarse.¿Ya hizo las paces con Javier Vásquez y con Willy García?Con Javier nunca he peleado. A Javier lo hice yo. Al otro, un poquito. Con Willy no tengo nada contra él, pero no me gustó la manera como salió de aquí, como un disociador. La importancia que quiso darse para crear dependencia y arrodillar a mucha gente. Cualquiera es libre de salir y hacer lo que quiera, y si le va bien, es porque tiene sus virtudes, pero cuando comienza a hacer daño, eso fue lo que pasó y no me gustó.¿Qué pasó con Paula Andrea Zuleta, la única mujer que cantó con Niche?Paulita tenía otras expectativas, está en Miami, estuvo en Mangos, tiene otros compromisos, fue un paso importante en la carrera de ella. Ojalá le vaya bien y pueda cristalizar sus deseos.¿Qué han significado en su vida personal y profesional los nombres de Alberto Barros y José Aguirre?Alberto es uno de los mejores músicos que ha dado Colombia y Latinoamérica, ahora está en la producción de Marc Anthony. Es gente que lo entrega todo, son profesionales, y aparte de eso tienen un corazón grandísimo, saben poner su sello, es lo que uno requiere para una producción que tenga identidad.¿Qué hay de su mascota, el french poodle Jerry?Está anciano. Lo dejé en Miami porque no aguanta un viaje en bus. Lo toca uno por aquí y ayyyyy, lo coge por acá y ayyyy, pobrecito. Se enfermó y con Damaris lo llevamos al veterinario, quien le diagnosticó un cáncer en el ano. Le dije: aplíquele una inyección para que no sufra y ya. Me salí para no ver, pero al rato salió Damaris y dijo: ‘No, le dije al doctor que operara el perro’. Como a los siete días nos llamaron a decirnos: ‘el perro ya camina, le pusieron el ano por allá en la cadera... son US$4.000’. Casi me privo. Esto, ni a mi mamá pues, pero tocó pagarlos.¿Y ya le tiene el reemplazo?Tengo dos: Bonnie, un regalo que le hice a Damaris, y Pimpón, un detalle que me hizo en Miami una pareja de colombianos que peleaba y se divorciaba y hasta el perro lo pusieron afuera como cinco días a sol y agua. Lo recogí y tenía más nudos, nadie lo quería arreglar, por eso le pusimos pimpón.¿Le tiene pánico a los aviones?No es a los aviones, es al encierro. Me produce claustrofobia.¿Es supersticioso como buen chocoano?No. No creo en brujas.¿Cómo es la relación con sus hijos?Yalila es mi manager, gerente de Niche Bussiness Enterprises en Miami, es una mujer que ha aprendido mucho de esto, tiene unas relaciones excelentes, maneja muy bien el inglés. Juan Miguel, bien, los hijos hombres de nosotros, ni fu ni fa. Por mí, tendría cien hijas mujeres. Esta es la hora que ni sé donde está, pero en parte es por lo ya dije, uno sacrifica a todo el mundo por la bendita música. Cristina, bien, estudia aquí. María Alice está en la Universidad y María Camila es la más pequeñita, tiene 9 años, está en primaria y no le he dado ni el apellido. Ella es Wallis, por la mamá, pero parece hija negada, ahí está el retrato, pero no es por desinterés sino por no meterse uno en una notaría a hacer papeles.¿Alguno heredó el gusto por la música?Cristina, pero es muy perezosa, aún así me tiene sorprendido. Esa niña escribe bien, lo deja pensando a uno. Ojalá lo explote, escriba una novela o algo así. Tiene una pluma, uufff.¿De dónde le nace ese querer ayudar a todos sus parientes?Por eso no tengo plata. Por Dios. La gente está equivocadísima. Mantengo siete familias, hermanos, hermanas, sobrinos, ayudo a mucha gente. Interiormente siento una satisfacción grandísima. No tengo vicios, me he culturizado, conozco el mundo, he visto cosas buenas, cosas malas. La vida es tratar de dejar un legado, no sé si importante o no, al menos a la familia.¿Y aún peluquea a sus sobrinos?Sí, sí, me gusta, pero ya no, ahora peluqueo los perros.¿Dicen que tiene sentido comercial y que lo que toca lo vuelve oro?Sí, sí, pero no, he sido un mal comerciante.Lo describen como una máquina de hacer dinero...No, no, es mentira. Le agradezco a la gente que piense eso, pero soy una persona humilde.A usted lo ha condecorado hasta Salinas de Gortari y el Gobierno de Perú, pero aquí no...¿Sí no? Pero yo no vivo de eso. Yo no tengo un disco mío. Esos discos de oro y todo eso lo mandan a enmarcar mis hermanos o allegados. 9 Me tomé una foto con Aznar y no sé donde está. ¿O sea que los premios sirven para trancar la puerta?Cuando se reciben es muy bueno, igual recordarlo y agradecerlo, pero guardarlo ahí para mostrarlo, no.¿Se siente con el don innato por la música?Dicen que es un don. No lo veo así, fácil no es, lo veo como parte de mi trabajo y de superar yo mismo lo que hago. No tengo una imagen de a quien tengo que superar diferente de la mía.¿Su concierto más grande sigue siendo el de Coliseo Marte, de Perú, con 800 mil personas?Sí, eso fue de felicidad, de agradecimiento, y de miedo, porque hubo como cinco o seis muertos, atropellados, borrachos... Pero del Ejército peruano me llamaron porque necesitan el tema Me sabe a Perú como banda sonora de una campaña a nivel nacional. Y también me llamaron para ponerlo en una banda sonora de un documental.¿Por qué pasó de los temas sociales que le dieron tanto éxito en los 80 a la salsa romántica de los 90?Porque es que uno también siente. El amor es algo que está ahí, que uno no lo coge porque no quiere. Y al desamor.Y usted ha tenido bastantes rupturas...Uyyy sí, por todo lado me han dado. Y eso de alguna manera se manifiesta.¿Cuál ha sido su aventura?Hum. ¿Será que se podrá contar? Tratar de seguir caminando y a veces, remar contra la corriente.¿Quién fue ese gran amor que lo dejó Sin Sentimiento?Tantas. Cuando uno está en esta vida de la música es muy desordenado. De pronto sí hubo una en especial, pero pasó a segundo plano y no quiero herir susceptibilidades ahora.¿Quién fue Anamilé?Es como un ejemplo. Mucha gente se preguntaba, ¿será la hija de él? Pero hice ese tema para que la hija mía no anduviera por ese camino, y sin embargo lo hizo.¿Qué es lo que busca por dentro?Lo que no me dan por fuera.¿Cali sigue teniendo ají?Siempre. Desafortunadamente sí.¿Sigue siendo Pachanguero?Eternamente, a Dios gracias.¿Cómo lo marcó la cárcel?Me marcó, pero me conseguí una buena piedra pómez, una buena concha de nácar.¿Cómo fue el reencuentro con su familia?Hermoso. Muy fraterno, muy de nosotros.¿Cuál fue el instante más oscuro de esa experiencia?Cuando mi hija de 5 años no creyó que ese era un hospital. (Silencio...) Muy duro. Muy duro.¿Y el más llevadero?Siempre mantuve la lucidez, siempre creí en mi inocencia y en seguir adelante como venía, normal, mantener uno su conducta y que conseguí una mujer a prueba de todo. Se perdía una, pero creo que gané el amor de mi vida. Damaris lo puede decir, vivió conmigo tres años en la cárcel. Eso vale mucho.Y ahí conoció a sus verdaderos amigos...Por supuesto, aunque gracias a Dios muchos. Gente que me dio su testimonio de amistad, de gratitud, de esperanza, oraciones. Lo único malo es esa cobardía de nosotros los hombres de buscar a Dios, cuando estamos metidos en la grande. ¿Sigue resentido porque no le permitieron ir al entierro de su señora madre?Eso no lo perdono. Como ser humano, no soy un delincuente, no soy una piedra. A ese señor no se lo perdono.Se refiere al Fiscal de entonces...Gómez Méndez. No sé, no se lo perdono, haberme hecho una cosa de esas a mí, y no soy persona de odios, no le deseo nada malo, pero es un monstruo. Además, es una persona que no tiene identidad. Cuando tu niegas tu raza, no sabes de dónde vienes ni para dónde vas. Cuando trata de decir a través de artículos en El Tiempo que él no es negro sino mulato. Por favor, es un bobo.Háblenos de su nuevo álbum...Se llama Alive, es muy buena. Tiene un tema que se llama Damaris Canto o (A mi Medida). Habla de esa ansiedad que tiene que manejar uno de la lejanía, cuando uno llama y cree siempre que la mujer tiene que estar allí para contestarle. Y si no está tremendo lío. 9¿Es celoso?Cuando uno quiere es celoso. Uno dice que no, pero cuando llega la prueba, sí. Unos lo demostramos menos que otros, pero sí, sí, sí.¿Cómo le gustaría morir?Ya le perdí miedo a la muerte. A medida que van pasando los años, uno como que dice, si viene bien, pero no está con ese temor. Y si viene, se fue.¿Cómo le gustaría ser recordado?Como un buen padre, como un buen hombre, como una persona que sí sirve, sirve desinteresadamente.Hola Rola es un homenaje a la ciudad de Bogotá que ha sido bien recibido, el general Castellanos dijo con Darío Arismendi dijo que era tema preferido. Lo hice por agradecimiento a Bogotá porque viví catorce años allá, allá nació mi hija mayor, a su gente, tengo muchos amigos, y porque a Bogotá aparentemente no la quiere nadie y entonces es un mensaje de que hay que querer a Bogotá y que los rolos deben sentirse orgullosos que los llamen rolos.Y Rupelto Mena es un personaje de la imaginación. Es un negro con plata. Todos somos unos cuando tenemos y otros cuando no tenemos, pero el negro es otra cosa, un negro es cosa fregada cuando no ha tenido y tiene dinero. Es la historia de un negro que se gana la lotería y utiliza todo ese español de los campesinos chocoanos.GustosRopa: me gusta vestirme bien. En mi época cuando trabajé con la Orquesta, tenía 250 trajes, no sé donde están, ya no me sirven. En México, en televisión, nos distinguieron como la Orquesta mejor vestida.Zapatos: me gustaban los italianos, pero ahora me gustaban los colombianos, están muy bien hechos. Me tienen sorprendido. Por el clima uso sandalias porque en mi familia tenemos la presión alta.Reloj: Movado.Colección: películas, pero galardonadas, de autores y actores reconocidos. La última que vi fue Hittler.Libros: leo muy poco. He leído tres libros en mi vida, entre ellos El Padrino y Malcom X. Con el debido respeto por ese orgullo de Colombia que es Gabriel García Márquez, por lo que me han contado de De Cien Años de Soledad, creo que eso en el Chocó es común y silvestre.Carro: aquí en Cali no tengo. Me gustan los que le gustan a mi nieto que dice: me gusta ir a Cali porque todos los carros son amarillos. En Miami sí tengo dos.

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