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¿Pasó la prueba el Salsódromo 2016? Los aciertos y desatinos

La extensión de cerca de 600 metros más al recorrido permitió que muchas más personas vieran el desfile, pero le pasó factura a los artistas. La calidad artística y la apuesta cultural, siguen posicionando al desfile.

26 de diciembre de 2016 Por: Camilo Osorio Sánchez | Reportero de El País

La extensión de cerca de 600 metros más al recorrido permitió que muchas más personas vieran el desfile, pero le pasó factura a los artistas. La calidad artística y la apuesta cultural, siguen posicionando al desfile.

La novena versión del Salsódromo de la Feria de Cali, realizado en la noche del pasado domingo, no sólo logró posicionarlo como el evento más esperado de las festividades, sino que evidenció los retos pendientes que tiene Corfecali para garantizar que pueda ser visto por una mayor cantidad de espectadores sin que se ponga en riesgo la calidad artística.

Si bien el balance fue, en general, significativamente positivo, el desfile tuvo algunos lunares en ciertos tramos que han sido señalados por los asistentes y los participantes del mismo.

¿Fue un acierto extender más el desfile?, ¿estaban los bailarines preparados para enfrentarse a un recorrido de dos kilómetros?, ¿hay que habilitar más zonas gratuitas?, son algunos de los interrogantes que quedaron después del evento.

El principal lunar del desfile fue un bache de por lo menos 40 minutos, registrado después del paso de las carrozas de Yuri Buenaventura y Clandeskina Orquesta, justo al descender del puente vehicular de la Carrera 56. Desde ese trayecto, el cuerpo de bailarines tardó mucho en desfilar y cubrir el tramo de vía que quedó vacío, por lo cual casi la mitad de los asistentes al desfile evidenció el bache.

Esto no fue visto en el arranque del Salsódromo, es decir entre las Carreras 66 y 56, donde estuvieron ubicadas las graderías de acceso gratuito y la zona de público de pie.

¿Qué ocurrió entonces? Luz Adriana Latorre, gerente de Corfecali, explicó que aunque entre los diferentes componentes del desfile hay un tiempo previamente definido, para que las músicas de las diferentes coreografías no se superpongan unas a otras, esta vez ese tiempo se extendió. 

¿La razón? El impacto de la ampliación del Salsódromo en 600 metros, entre la Carrera 56 y la Carrera 64. En esa nuevo trayecto los bailarines salieron a entregarlo todo para responder al público de las nuevas zonas gratuitas del desfile. Y el esfuerzo pasó factura al llegar a la zona de transición del puente de la 56, donde fue necesario darles un poco más de tiempo para que se oxigenaran e hidrataran antes de continuar hacia el tramo tradicional del Salsódromo.

"Siempre después de las orquestas necesitamos un tiempo, porque el sonido grabado para las coreografías de los bailarines no se puede mezclar con el de las orquestas. Pero ese tiempo se extendió más de lo habitual y fue lo que las personas percibieron como un bache. Nosotros podemos planear todo sobre el papel, ensayarlo una y otra vez, pero el Salsódromo es un desfile que se hace en vivo y solo una vez, así que esos detalles podían ocurrir", indicó Latorre.

Vea también: Un Salsódromo para festejar la paz, diez momentos clave del desfile

El agotamiento físico de los bailarines fue evidenciado por los asistentes, especialmente en los últimos tramos del recorrido. El País conoció que el puente de la Autopista Suroriental con Carrera 56 (que era de donde arrancaba el desfile en años pasados) era una zona de hidratación y alimentación para la recuperación de los bailarines, pero hubo espectadores en ese punto que los motivaron a bailar, por lo que muchos no llegaban a descansar, sino que seguían con las coreografías. 

"Muchas veces ni se siente el recorrido, porque la gente te anima y uno disfruta lo que hace", cuenta Jhon Jairo Ñáñez, de la escuela Danza Latina, quien ha participado en las nueve versiones del Salsódromo.

El bailarín destacó que Corfecali designó más zonas para el acceso gratuito y graderías para sus familiares, donde "la gente disfrutó mucho", sin embargo, consideró que "se debe replantear la distancia del recorrido por algo más corto, pues la extensión afectó el rendimiento, especialmente el de los bailarines más novatos".

Edwin Chica, director de la escuela Salsa Viva, Tango Vivo, explica que un bailarín podría ser considerado como un atleta, pero "hay de deportes a deportes". 

Indicó que la extensión del desfile fue un desgaste que jugó en contra de los bailarines; además, en las zonas de desplazamiento (es decir, cuando los bailarines pasan caminando para arrancar de nuevo) la gente les exigía bailar, por lo que ellos realmente no alcanzaban a recuperarse.

"Solo por poner un ejemplo: los futbolistas tienen un tiempo de recuperación entre cada tiempo en un camerino. Aquí a los bailarines les toca hidratarse, arreglarse el vestuario y demás, ante todo el público", dijo. 

En el desfile que duró aproximadamente tres horas, hubo numerosas coreografías, que combinaron el baile con la acrobacia, como es característico en el estilo de los bailarines caleños, por lo que su nivel de exigencia físico es muy alto. Según el reporte de la Secretaría de Gestión del Riesgo, 16 bailarines fueron atendidos por los organismos médicos por dolores de cabeza, caídas y gastritis. Ninguno registró mayores complicaciones de salud.

[[nid:605139;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/12/salsodromo_0.jpg;full;{Con mucho color, ritmo salsero y un homenaje a la paz se llevó a cabo en Cali el Salsódromo de la edición 59 de la Feria de Cali. Reviva en estas imágenes los mejores momentos de este evento.Bernardo Peña y Jorge Orozco- El País}]]

Técnica y logísticamente, el Salsódromo es también un evento exigente. David Gallego, director y pianista de Clandeskina Orquesta, la agrupación caleña que debutó en el desfile, dijo que participar del evento le hizo ver la cantidad de minucias técnicas que debían estar ensambladas para que el desfile funcionara. 

"Es un desfile difícil de armar, porque requiere de la participación de muchas personas, pero sin duda creo que fue mejor que el del año pasado y estoy seguro que el próximo será mejor", dijo.

Gallego destacó la inclusión de artistas locales, como su orquesta, en el evento, pues es un reconocimiento de la salsa no solo como un tema de bailarines y melómanos, sino de agrupaciones musicales. 

"Más allá del lema de que Cali es la capital de la salsa, en la ciudad hay mucho talento. Que Clandeskina participara es un reconocimiento a todas esas orquestas nuevas que están haciendo producción musical en la ciudad, por eso esperamos que el próximo año haya más orquestas locales participando del evento", enfatizó.

Esta inclusión de orquestas locales, como Clandeskina, pero también la participación de Yuri Buenaventura, fue destacada por el investigador de salsa y docente universitario Alejandro Ulloa, quien valoró las mejoras en la producción del evento.

Para el experto, hubo algunas fallas en la sincronización musical y se notó el impacto que tuvo en los artistas el alargue del recorrido, pero valoró el compromiso de los mismos y la calidad de la apuesta conceptual, que este año estuvo dedicada a la paz.

Otra de las críticas recayó sobre la participación de la orquesta internacional La Sonora Ponceña que iba en el cierre del desfile, y que pasó muy rápido por el recorrido, en comparación con los conciertos que han ofrecido en años anteriores agrupaciones como el Gran Combo de Puerto Rico o Richie Ray y Bobby Cruz.

Edwin Chica señaló como un gran logro la música del desfile, que siempre conecta a todos los epectadores y despierta una gran emoción. "El Salsódromo es un evento sumamente importante, que rescata la cultura caleña y la muestra como imagen de ciudad, pero además es un evento que impacta a dos tipos de poblaciones: a nosotros los que vivimos de la salsa, en los grupos y escuelas, pero también al público que valora ese legado artístico que mostramos".

Propone que el desfile sea dividido en circuitos, en los cuales pueda haber relevo de bailarines. "Tener dos elencos que puedan danzar por mitades en el desfile, para evitar el agotamiento de los artistas", expuso.

Entre los aspectos más destacados estuvo la participación de los niños, quienes entregaron toda su energía en sus coreografías y que son prueba del semillero con el que cuentan las escuelas de salsa para la continuidad de la tradición, y la gran comparsa de bailadores, integrada por amantes de la salsa que no son necesariamente bailarines profesionales.

Al desfile asistieron más de 400 mil personas que convirtieron a la Autopista Suroriental en la rumba urbana más grande del mundo para darle inicio a la Feria de Cali. 

Luz Adriana Latorre, gerente de Corfecali, enfatizó que pese a los lunares, el derroche de talento, la calidad musical, la logística y el comportamiento ciudadano sumaron más puntos positivos a un desfile que aún está en etapa de consolidación, pero que sigue siendo el más esperado de la Feria.

El alcalde de Cali, Maurice Armitage, dijo sentirse orgulloso de la cultura de la gente: "resalto la participación de los bailarines de todas las edades, muy bonitos los vestuarios y excelentes las presentaciones”.

Por decisión de Armitage, este año el desfile fue extendido casi 600 metros, teniendo un recorrido total de dos kilómetros, para permitir que más de cinco mil personas pudieran ver el desfile de manera gratuita.

¿Qué opinan los usuarios en redes sociales?"Por supuesto que el Salsódromo es susceptible de mejoras: menos palcos, más zonas gratuitas -pensadas para niños, no como las actuales-. Pero de allí a decir que fue un fracaso: ¡no!, es un gran show y muchos lo vieron sin gastar un peso. Vamos paso por paso": Andrés Felipe Galindo en Twitter @afgalindo"Yo participé en el desfile en la categoria Bailadores, y les cuento que dos kilometros es un martirio. Mi pareja de baile terminó con los pies encendidos y cuando pasamos frente al público popular ya no dabamos mas": José Fernando Martínez Ramírez en Facebook de El País."Creo que lo más incómodo fue que mientras esperábamos que empezara el desfile, las graderías tenían música diferente y uno no sabía que cantar, deben tener sintonía, la misma música en todos los bafles para tener coherencia": Juliana Andrea Cardona Segovia en Facebook de El País."Pues a mí sí me gustó y no estuve en gradería, ni palco y los bailarines espectaculares bailaron genial. Lo que pasa es que la gente llega tarde y quiere que le toque en presidencial": Dianita Muñoz en el Facebook de El País.

Otras denuncias:

Los asistentes a las tribunas del desfile denunciaron que los vendedores de agua, licor y alimentos subieron los precios de los mismos, pese a que sus camisetas y las pancartas, tenían los precios establecidos.

Algunos de ellos denunciaron a El País que el precio de un paquete de papas fritas era ofrecido por $8.000 cuando el letrero decía que costaba $5.000. Lo mismo ocurrió con los precios de los licores y el agua, que era vendida hasta en $6.000.

Igualmente, los asistentes a las graderías indicaron que la instalación de una valla publicitaria en la zona visual de estas, impidió disfrutar el paso del desfile a plenitud. Carlos Ávila, quien fue al Salsódromo, dijo que estos avisos no dejaron ver las carrozas donde tocaban las orquestas e incluso se dificultó ver las piruetas de los bailarines.

[[nid:605199;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/12/salsodromo-home.jpg;full;{Más de 1150 bailarines deleitaron a los caleños y visitantes en el espectáculo de inauguración de la Feria de Cali 2016. Con la paz como tema principal, el Salsódromo contagió a los espectadores y amantes de la salsa.Videógrafo: Álvaro Pio Fernández- El País}]]

 

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