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Opinión: Equidad laboral

Aquí el problema no es de acceso a la educación, sino de sus retornos. Las mujeres reportan menores salarios por hora trabajada, participan menos en el mercado laboral, tienen limitaciones para acceder a cargos de alto mando (el llamado ‘techo de cristal’), experimentan mayor probabilidad de estar desempleadas y de pertenecer al sector informal.

7 de marzo de 2015 Por: Blanca Zuluaga | Docente de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas de Icesi

Aquí el problema no es de acceso a la educación, sino de sus retornos. Las mujeres reportan menores salarios por hora trabajada, participan menos en el mercado laboral, tienen limitaciones para acceder a cargos de alto mando (el llamado ‘techo de cristal’), experimentan mayor probabilidad de estar desempleadas y de pertenecer al sector informal.

¿Qué hacer para frenar la inequidad laboral por género? En Colombia, esta pregunta tiene diferentes respuestas según el área de la que estemos hablando. Si nos referimos a las áreas rurales, el incremento en el acceso a la educación superior sigue siendo uno de los principales retos. Igualmente, se debe contribuir a romper la estructura de división de roles por género que pone a la mujer en clara desventaja frente al mercado de trabajo (lo que también es cierto en las zonas urbanas más deprimidas). Por el contrario, si nos referimos al área urbana, las mujeres presentan mayores años promedio de educación que los hombres. Aquí el problema no es de acceso a la educación, sino de sus retornos. Las mujeres reportan menores salarios por hora trabajada, participan menos en el mercado laboral, tienen limitaciones para acceder a cargos de alto mando (el llamado ‘techo de cristal’), experimentan mayor probabilidad de estar desempleadas y de pertenecer al sector informal. En ese sentido, varios de los analistas económicos que han contribuido a la literatura de inequidad de género en el mercado laboral presentan diferentes propuestas para frenar la problemática.Entre esas propuestas está, por ejemplo, mejorar y aplicar la legislación ya existente para proteger a la mujer contra la discriminación, el diseño de jornadas de trabajo diferentes que faciliten a la mujer su doble papel como madres y trabajadoras, educación específica que modifique la estructura de separación de roles por género, entre otras medidas. En esta columna sin embargo me voy a referir específicamente a una medida que puede ser fundamental en la lucha contra la inequidad laboral por género. Es una iniciativa que se viene implementando en España y otros países europeos. Se trata de la aplicación de una herramienta de diagnóstico de brecha salarial de género que permite determinar las desigualdades salariales entre hombres y mujeres al interior de cada empresa. Esta estrategia es importante porque es posible que el problema de inequidad no se presente en todas las empresas, o que sea más acentuado en unas empresas que en otras. En el caso de España, la herramienta fue diseñada por el ‘Instituto de la mujer y para la igualdad de oportunidades’. Se nutre con información de la misma empresa, viene en formato de Excel y es gratuita. Con ella se puede elaborar un análisis comparativo de los salarios de los hombres y las mujeres de la empresa, identificando el origen de las diferencias. Con los resultados arrojados por la herramienta, las directivas pueden discutir potenciales medidas para corregir el problema.Claramente, sin embargo, esta iniciativa no arregla el problema por si sola. Se requiere voluntad por parte de las directivas de las empresas para impedir que su firma sea una de las promotoras de la inequidad laboral por género. Si el gobierno y los gremios estimulan el uso de la herramienta y sus resultados en las empresas, podríamos avanzar bastante en la tarea de frenar la discriminación laboral a la mujer en Colombia.

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