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"Nos juzgan como si hubiéramos cometido un delito": vocera de pacientes con prótesis PIP

Gladys Arcila, vocera de pacientes con prótesis mamarias PIP, habla sobre los dramas jurídicos y sociales que han pasado estas mujeres.

23 de junio de 2014 Por: Luz Jenny Aguirre | Editora de Entorno

Gladys Arcila, vocera de pacientes con prótesis mamarias PIP, habla sobre los dramas jurídicos y sociales que han pasado estas mujeres.

El día que en las noticias estalló el escándalo de las prótesis mamarias PIP (hechas con materiales peligrosos para la salud) cambió la vida de Gladys Arcila. Eso pasó no solo porque ella tenía los implantes y por fin empezaba a tener sentido ese dolor que sentía desde hacía meses en el seno derecho. Sucedió que a partir de entonces sus días como esteticista y dueña de un spa en un hotel de Cali empezaron a cambiar por los días de una mujer que daba entrevistas y lideraba marchas y protestas.La angustia propia de tener dentro de su cuerpo un elemento nocivo, que había que sacar y tal vez reemplazar (sin saber cómo ni con qué), la hizo poner un sencillo mensaje en su Blackberry pidiendo ver a otras como ella.El resultado: una peregrinación de mujeres con implantes, dolores, prótesis rotas, dudas y miedos que empezó a llenar de dramas la sala destinada a atender a las clientas que iban a hacerse un masaje o una limpieza facial. Gladys, de 46 años y madre de dos hijos, terminó con una lista de 1500 afectadas, constituyendo una fundación que las agrupa (H2O) y cerrando el spa. Hoy dedica todo su tiempo a esta tarea. ¿Cuántas mujeres en Colombia pueden estar afectadas?En Cali en una sola clínica implantaron alrededor de 7000 mujeres, una sola médica colocó en Roldanillo y Zarzal, 5000. Se cree que pueden ser unas 24.000 personas en total. Los países más afectados son Colombia y Venezuela, porque en Francia (de donde vienen las prótesis) las prohiben. El fabricante de las PIP hace un lote para tener su licencia y en Francia no le hicieron el seguimiento y aquí las autoridades no se tomaron la molestia de mirar cómo venían estos implantes. En el 2000 las quisieron entrar a EE.UU. y la FDA envió a sus expertos y no aprobó la importación por irregularidades. En cambio aquí, en el 2009 el Invima renovó la licencia hasta el 2019. Sino es por el ‘boom’ de los periodistas aún las estarían importando.Usted cuenta que incluso empezar a protestar y llamar la atención sobre el tema fue todo un drama...La primera vez salgo, con 20 0 30 mujeres, muchas tenían pena, iban con cachucha, gafas, tapadas, era con vergüenza y no había por qué. Decían “qué dirá la gente, que me hice esto en una clínica de garaje”. Y no. Nos hicimos esto en una clínica, con anestesia general, no fuimos a un supermercado a comprar las prótesis, esto fue con médicos.¿Y cómo tomaba la gente este reclamo? Nos juzgan como si hubiéramos cometido un delito, que el delito fue por vanidad, por orgullo, que eso nos pasa por no aceptarnos. ¿Quién está dentro de mi mente para que sepa qué es lo que me pasa en mi autoestima?¿Quiénes han sido sus principales críticos?Se me hizo muy cruel llegar a la clínica por urgencias, con dolor y fiebre por las prótesis, y en el pasillo escuchar a las enfermeras burlarse: “esa es una PIP” y no me dieron ni una pastilla que porque era una cirugía estética. Es duro encontrarme en el HUV con enfermeras que están viendo el sufrimiento de estas pacientes y que digan que somos víctimas de nuestro propio invento, que por qué no nos aceptamos, que los colombianos no tienen porqué pagar con sus impuestos por nuestra vanidad. Para nosotras ponernos los implantes fue para sentirnos mejor, para vernos más bonitas. No se trata de ser la mujer de traqueto o la prostituta, como nos dicen, simplemente somos mujeres.Detrás de la mayoría de los casos de quienes tienen los implantes hay historias dolorosas, rupturas familiares, dramas económicos...Unos dramas impresionantes. Mujeres que conocieron a sus esposos y ellos no sabían que ellas tenían implantes. Salen PIP y ¿cómo les dicen a los esposos que tienen prótesis y están mal? Tengo varias que están tragando entero porque no hay la plata para hacerse una nueva cirugía. En esto hay mucho machismo. Hay muchas mujeres que no van a las marchas porque el marido no lo permite, porque qué van a decir las amistades. La lucha de las pacientes con PIP, cuyos casos no son atendidos por las EPS por tratarse de cirugías estéticas, termina en la resolución 258 del 2012, con la cual el Gobierno Nacional determina que financiará el retiro de las prótesis (en el caso de Cali) en el HUV. ¿Cómo ha sido la aplicación de esta norma? Crean esa resolución como la gran panacea y lo que pasa es que nos están mutilando. Las prótesis hay que sacarlas con todo y tejido mamario, el poco que exista va a quedar más vacío de lo que estaba antes. Se causa una especie de mutilación y muchas pacientes no tienen el dinero para otros implantes (el Estado solo cubre su retiro) y la parte sicológica se ha visto demasiado afectada. Además, tras retirar los implantes muchas quedan con serios problemas. Hoy en el HUV estuve hablando con una niña que trabaja allí, se quitó las prótesis hace dos años y ahora está generando una secreción negra por los pezones.Cuántas mujeres se han operado en el HUV amparadas en esta resolución y cómo ha sido el proceso para lograr la cirugía, porque con frecuencia se escucha de la parálisis de este programa...Han sido operadas 326. De ellas la mayoría tiene problemas posteriores. Muy pocas se han quedado sin prótesis, porque a uno le dicen (los mismos médicos) que va a quedar deforme, como una uva pasa. Se han tenido problemas con la documentación, porque el Fosyga ha devuelto papeles porque les falta, por ejemplo, mencionar la resolución. Hay $700 millones represados que no los pagan porque le faltó una firma, porque no es legible el ‘sticker’. Ellos (HUV) no pueden sostener ese tren de gastos, entonces paran el proceso. Y paralelo a esto hay muchas mujeres (al menos 20) con las prótesis ya rotas. Se han seleccionado los casos prioritarios para que les den pronta salida.Entonces la mayoría de las afectadas termina acudiendo al servicio particular para enfrentar el problema...Lo han ido solucionando a la brava. Pero mira los dramas: una de las mujeres es vendedora del Chontico y hace un préstamo gota a gota para ponerse los implantes, en este momento tiene las prótesis rotas, sin plata para ponerse otras y debe $12 millones al gota a gota. Hay niñas que pidieron esto de 15 años. Entonces es el drama de la chica, con 20 años, con una prótesis rota y el de los papás que se sienten culpables por haber regalado eso y que tiene que recoger plata para una nueva cirugía.¿Y qué ha pasado con los estudios sobre los efectos de estas prótesis?A una paciente, por darle un ejemplo, le extrajeron un implante porque tenía cáncer y le dejaron el otro. Ahora le apareció el cáncer en ese otro seno. Y nos dicen que hasta que se comprueben científicamente los efectos de estos materiales tóxicos en el cuerpo es poco lo que pueden hacer y que ese estudio dura por ahí diez años ¿Y entonces porqué no han venido haciendo las investigaciones? Ya llevaríamos tres años de estudios, pero no ha pasado nada. No se ha podido hacer un estudio en Colombia ni con universidades ni laboratorios, no se quieren meter en eso porque no les conviene. Tocó sacar unas prótesis a EE.UU. y allá un científico nos va a avalar cuáles son realmente esos 18 componentes tóxicos. Lo más grave es que no se les ha hecho seguimiento a las más de 5000 mujeres que se han retirado estos implantes, para ver en qué va su salud. Las consecuencias en la salud son muy graves y nos lo están mostrando los ejemplos: a una de las pacientes, de 22 años, le dio una bacteria que se le comió los senos y parte del tórax, ha estado en cuidados intensivos y tratamiento siquiátrico.¿Hoy cómo está usted?Enferma, con inmovilidad en los hombros, un problema en el seno derecho y los médicos me dicen que el cuerpo está rechazando las nuevas prótesis. El estrés está generando problemas, incluso en la familia, porque ya no se es “llegó Gladys”, sino “la tía PIP”, pero ahí vamos, ayudando a muchas mujeres. ¿Qué les dice usted hoy a las mujeres que desean ponerse prótesis?Ya tengo casi de un hilo un proyecto con la Secretaría de Educación, porque esto necesito transmitirlo en colegios y universidades, desde niñas de 12 años. Que tomen conciencia de que todas las prótesis, absolutamente todas, van a causar un problema de una u otra forma, es un cuerpo extraño que puede ser rechazado. Que primero se hagan un análisis sicológico, que suban el autoestima. Y que la Secretaría de Salud ponga en cintura a los médicos, que dejen de mirarnos como un cliente, ahí es donde una ve a las señoras con mil cirugías, que quedan prácticamente irreconocibles.

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