“No hay mujer igual a ella en este mundo”: las conmovedoras palabras de Mario Valencia Tristán dedicadas a su madre, Luz Mery Tristán

Gran cantidad de mensajes de apoyo y buenos recuerdos colmaron el centro deportivo Luz Mery Tristán durante el funeral de la deportista pereirana, pero fueron las palabras de uno de sus hijos, Mario Valencia Tristán, las que más conmovieron a todos los familiares y amigos que llegaron hasta el lugar.

Con voz entrecortada, lágrimas en los ojos y una carta en su mano, que le permitió recordar todas las palabras que quería dedicarle a su madre, le dijo: “Ma’, tú que nos amaste tanto, sé lo difícil que debe ser para ti no estar en este plano físico con nosotros, pero te pido de todo corazón que descanses”.

También le agradeció por haberles dado, a él y a sus hermanos, todas “las herramientas que necesitábamos pasa salir adelante y sobre todo, ser buenos seres humanos”.

En palabras de su hijo, Luz Mery Tristán fue una mujer berraca, destacando su tenacidad, entrega, disciplina y sobre todo, el amor que le ponía a todo lo que hacía. “No creo que haya un ser humano que yo haya encontrado en mi vida como ella, era la persona que más entregaba amor, levantó a punta de sacrificio a sus cinco hijos. La recuerdo con admiración, solo tengo gratitud y admiración hacia ella”, agregó.

Durante unos minutos que Mario Valencia Tristán les regaló a los medios, manifestó que no creyó que su mamá tuviera un alcance tan grande como el que se ha visto en estos días, en los que su familia se ha llenado de mensajes de apoyo, aliento y gratitud, en representación de lo que significó Luz Mery para muchas personas.

“A ella le encantaba poner un granito de arena, una semilla en los diferentes corazones de las personas que pasaban acá, o incluso de personas que por fuera del deporte la conocieron. Estamos felices de que la acompañen tanto y en donde esté que pueda ver que tanta gente la quiere, que tanta gente la ama, la respeta y la admira, sobre todo. Solo espero que en los corazones de todos quede ella y no sea solo en este momento, sino también en las futuras generaciones”, comentó.

También dijo cuál era su deseo: que todos los niños que están en el centro deportivo y los que alguna vez pasaron por allí, y la vieron alegre, dando todos sus conocimientos, transmitan la esencia y la berraquera que ella les enseñó.

El último mensaje fue, una vez más, dirigido a su madre. “Que la amo, no hay mujer igual a ella en este mundo. Yo fui campeón mundial gracias a ella, estudié gracias a ella, cuando caía o tropezaba y no sabía qué hacer con mi vida, estaba ella. Siempre fue mi guía y por siempre la recordaré por eso”, dijo Mario, mientras, una vez más, se le resquebrajaba la voz.

Al último adiós de la campeona mundial asistieron decenas de personas que la recordaron con alegría. Entre ellas, dos de las mujeres con las que compartió pista en sus años dorados.

Claudia María Ruiz, también campeona mundial de patinaje, remembró cuando Luz Mery le regaló al país un campeonato mundial de patinaje en la pista de Bello, Antioquia. Sostuvo que, tras ganar, “a la primera persona que abrazó fue a mí, y me dijo: ‘Creo que lo logramos’, porque se demoraban un ratico los jueces en decir quién ganaba la prueba porque era muy difícil, era de puntos y había que contarlos, pero cuando ya dijeron que era la campeona nos abrazamos y dijimos ‘lo logramos’. Es el recuerdo más especial”.

Entre las voces que graficaron recuerdos también estuvieron las de Isabel Cristina Gutiérrez, campeona Panamericana de patinaje; José Luis Echeverry, vicepresidente del Comité Olímpico Colombiano, y Raúl Ramírez, dirigente deportivo.