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Niños quemados en incendio en Chocó viajaron más de 12 horas para ser atendidos en Cali

El padre de dos menores viajó desde la vereda Panamacito en Chocó hasta Cali para que sus hijos fueran atendidos en el HUV, tras quemarse en un incendio en su vivienda.

5 de marzo de 2014 Por: Redacción Qhubo

El padre de dos menores viajó desde la vereda Panamacito en Chocó hasta Cali para que sus hijos fueran atendidos en el HUV, tras quemarse en un incendio en su vivienda.

Fermín Caicedo, un labriego y padre de dos niños que se quemaron con una lámpara de petróleo, tuvo que tomar fuerzas para derrotar las adversidades y sacar a sus hijos desde la vereda Panamacito, en Chocó, y atravesar 12 horas de camino para lograr que los atendieran y salvarles la vida en el Hospital Universitario del Valle en Cali.La odisea empezó a las 9:00 p.m. del sábado. Sus dos hijos se quedaron dormidos mientras hacían las tareas de la escuela y se les olvidó apagar la lámpara de petróleo, la cual ocasionó un incendio en la habitación que compartían los hermanos.Para esa hora Fermín se encontraba adelantando labores de caza y cuando llegó se estrelló con la dura realidad, su hija de 7 años y su hijo de 8, estaban quemados, la más grave era la niña.“Tuve que sacar fuerzas, me puse a llorar, pero pensé en que tenía que salvarlos, así que salí a buscar una lancha que me sacara de Panamacito, la vereda donde vivo, porque allá no hay médico y ningún tipo de atención en salud. Ni siquiera hay una enfermera”, dijo Caicedo.La travesía en lancha empezó a las 2:00 a.m. del domingo y continúo hasta las 9:00 a.m. cuando llegaron a Calima, Darién. Al ver el valor con el que llevaba a sus pequeños en brazos, un grupo de personas vio la gravedad en la que se encontraban los menores y los ayudaron a abordar un vehículo que los trasladó hasta el Hospital Universitario del Valle, a donde llegó a las 12 del mediodía. Un grupo de cirujanos evalúo a los niños y empezó el tratamiento para reconstruir sus cuerpos con quemaduras de tercer grado y atenderlos sicológicamente.Pero lo que más sorprendió a Fermín fue la fortaleza que demostraron sus niños, “estaban tranquilos, ninguno se quejó, pensé que no estaban tan graves, pero el médico me dijo que mi niña era la más delicada”. Tal vez esa fuerza también la heredaron de su padre, ese moreno de 1.80 de estatura, que al estrechar su mano con callosidades, se entiende que es un hombre del campo, de la selva chocoana, de actuar correcto y de humildad incomparable.Ahora el padre de estos menores permanece día y noche en la Unidad de Quemados del HUV, no sabe cuándo saldrán sus hijos ni de dónde sacará los recursos económicos para mantenerlos en Cali, pero asegura que allí estará hasta que pueda retornar con ellos a su vereda.El camino a la recuperaciónEl cirujano de la Unidad de Quemados del HUV Juan Pablo Trochez dijo que los dos menores afrontan una complicada situación médica, especialmente la niña, quien está en la Unidad de Cuidados Intensivos, y tiene comprometido el 70% de su cuerpo. El niño se encuentra estable y tiene el 25% de su cuerpo quemado. “La demora en la atención médica de los menores hizo que se complicaran más las heridas de los niños, debido a que no existen médicos en esa zona del país. La niña presentó un paro cardiorrespiratorio al llegar a Cali.Los hermanos han tenido que ser sometidos a varias cirugías para ir retirando el tejido y desinfectando las heridas”, concluyó el especialista.

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