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Mujeres que no necesitan amar para disfrutar de tener sexo

¿Ellas disfrutan verdaderamente de las relaciones sexuales cuando no están enamoradas?

13 de febrero de 2011 Por: Meryt Montiel l Editora de Domingo

¿Ellas disfrutan verdaderamente de las relaciones sexuales cuando no están enamoradas?

No son prepagos, prostitutas, fufurufas, brinconas, promiscuas o como quieran llamarlas en el argot popular. Son, como ellas mismas se reconocen, mujeres que simplemente tomaron una alternativa de vida: tener sexo con un hombre sin entregarle su corazón. Tal parece que esta ‘tendencia femenina’ va en alza. Para la muestra un botón: en un sondeo realizado por elpais.com esta semana, el 75,4% de las lectoras admitieron haber tenido al menos una relación sexual sin involucrarse sentimentalmente.*Patricia Rodríguez, auditora de 33 años, es una de estas mujeres que saben cuándo mantener alejado el corazón, mientras entregan su cuerpo en la intimidad no a un hombre cualquiera, sino a aquel que reúne ciertas condiciones: “Tiene que haber gusto por esa persona, confianza, que lo haya tratado antes en otros espacios y la tranquilidad de que estaré con alguien que me conoce, que me valora, me respeta y que sabe bien que no existe ni habrá una relación afectiva”.Esta conducta de las mujeres, explica el psicólogo Carlos Alberto Segura, es una respuesta a la tendencia masculina de tiempo atrás de establecer relaciones sexuales sin compromiso y sin estar enamorados. También está relacionada con el miedo al sufrimiento, sobre todo en mujeres que han tenido decepciones amorosas; con la satisfacción aunque sea de forma parcial, de necesidades físicas y psicológicas, o porque buscan el placer sexual que no les provee su pareja.Además, dice Segura, hay muchas más mujeres que hombres (ellos mueren más por la violencia o se están pasando al otro ‘equipo’), los que quedan están comprometidos y los otros no ofrecen suficientes garantías. Frente a esa escasa alternativa a ellas les toca ser osadas en la conquista y optar por un estilo de vida de esa naturaleza. “La mujer se entrega en cuerpo y alma cuando está en una relación amorosa, pero hoy día puede separar el afecto del sexo como una ‘especie de evolución moderna’, por tendencias sociales, psicológicas, por moda y a veces necesidades”, precisa Segura. Esta apreciación la comparte la abogada *Martha Galván, de 35 años, quien considera que “cada vez las mujeres tenemos menos dependencia sentimental de los hombres. Y la independencia económica y el ascenso social nos permiten comportanos de manera más fría, sin tanto lazo sentimental que nos ate a ellos”. ¿Pero, disfrutan ellas realmente con este tipo de relaciones? Las opiniones están divididas. Martha y Patricia manifiestan que disfrutan plenamente en la intimidad, especialmente porque no hay sentimientos de vergüenza o arrepentimiento, ya que como argumentan, son mujeres inteligentes, maduras, no mojigatas, seguras de sí mismas, que escogen bien con quién estar y saben a lo que van.Son sensaciones distintas, interviene Martha. “Si lo haces con alguien que sólo te gusta, sólo por placer, habrá goce físico, de los sentidos, eso es lo que uno encuentra en este tipo de relaciones. Cuando es con alguien que sí amas, el sexo no es el gran protagonista, es un aliciente más, puede que el hombre sea hasta malo en la cama pero como uno lo quiere eso no importa”. Pero si es un sexo casual y es malísimo, agrega Martha, “¡Qué experiencia tan espantosa! Me ha pasado. Tipos a los que no quiero volver a ver nunca más en la vida, tipos con los que uno no quisiera amanecer. ¡Qué pereza! Por eso lo mejor es irse para un motel y no llevárselos al apartamento. En el apartamento te lo tienes que aguantar mínimo hasta que amanezca y hasta si quiere repetición en la mañana, noooo, qué horror, no aguanta”. Aún sin involucrar el corazón, es tanto el nivel de satisfacción sexual, que Patricia no escatima en señalar, entre risas, que: “El que es caballero repite y el que come callao come dos veces”.Y son varias veces y por muchos años las que ha disfrutado el ingeniero civil Mario Escobar, de 32 abriles, de las mieles del placer con mujeres que no lo han amado. Y nunca, dice, se ha sentido utilizado. “Al igual que los hombres, las mujeres tienen derecho a la libertad sexual. Pero esta sociedad machista sigue subyugando a la mujer: si el hombre lo hace es un zorro astuto, si lo hace la mujer es una zorra prostituta”. Lo importante, para evitar que el hombre no se sienta usado, dice Escobar, es que ellas sean claras sobre el tipo de relación que quieren. Experiencia irrepetiblePara algunas mujeres, sobre todo para las más jóvenes, tener sexo con un hombre al que no aman se convierte en una experiencia que no quieren repetir jamás.Es el caso de Sandra, universitaria a punto de graduarse, quien tuvo sexo con un hombre al que conoció por Facebook, al poco tiempo de haber sufrido una decepción amorosa con su primer novio y con el que duró cuatro años. “El tipo era atractivo. Súper querido, me hacía reír, pero estuve con él por despecho. Yo no tenía ganas de quererlo ni de estar con él. Pero accedí. Fue una experiencia horrible. No hubo caricias, palabras bonitas, motivación. No lo disfruté nada. Luego sentía asco. Decía: ‘¿Uy Dios mío, perdóname’. No vuelvo a repetir esa experiencia”. Por eso es que mujeres como Ruddy Rodríguez se muestran en total desacuerdo con este tipo de relaciones. La actriz opina que para tener sexo con alguien siempre deben estar presentes los sentimientos. “Mi sexualidad, el hombre la tiene que ganar, no la puedo regalar. La sexualidad es la culminación de muchas cosas. Y eso es lo que la hace rica. No hay que ponerle misterio: que dos, tres, cuatro veces al día, no. Ni fecha, ni calendario. Sólo se necesita que las ganas de dos se junten”. Es fatal el sexo casual, exclama la venezolana. “Y más con tantas enfermedades de transmisión sexual. El sexo casual destruye tu vida, al otro, a tu familia”.

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