Malos olores y daño ambiental, problemas de la Parcelación Mónaco, vía Cristo Rey

Centro vacacional Arca de Noé sí genera líquidos residuales, dice la CVC. Su propietario asegura que ya están haciendo manejo con planta.

Desde hace más de dos años, los habitantes de la Parcelación Mónaco, en el Kilómetro 3 vía a Cristo Rey, sostienen un duro conflicto con el Centro Vacacional y Turístico Arca de Noé. Los vecinos alegan que este establecimiento genera demasiado ruido y vierte aguas residuales a la carretera, lo que se traduce en malos olores y daño ambiental. De acuerdo con Jorge Ramírez, habitante de la parcelación, el establecimiento emplea una serie de “tuberías improvisadas” para evacuar las aguas negras hacia la carretera que conecta con sus viviendas.“Las aguas residuales las vierten a la Vía del Samán, sobre todo en los días lluviosos, porque creen que la lluvia se lleva eso, pero no. A ese lugar entran más de 300 personas en un fin de semana y todos los desechos que se generan van a parar a la carretera”, dice.La comunidad expresa que ha agotado todos los recursos legales para frenar la situación. Incluso hay una orden de sellamiento (que sigue vigente) expedida por la CVC el 9 de diciembre del 2013, pero el negocio continúa funcionando. “La orden de sellamiento es temporal y es una medida preventiva que se aplicó por captación ilegal de aguas subterráneas sin la respectiva concesión y el vertimiento de aguas residuales sin permiso”, explica un funcionario de la entidad.En la resolución 0710 No. 0711-0000829 la CVC ordena la clausura temporal del centro recreacional. No obstante, Marino Trujillo, administrador del lugar e Iván Lozano, quien se presenta como el propietario del establecimiento, dicen contar con todos los permisos que regulan la concesión de agua y el vertimiento de aguas residuales, circunstancia que consideran les permite funcionar, pues luego del sellamiento adecuaron una planta de tratamiento (Ptar), en la que, afirman, invirtieron cerca de $25 millones. “La planta está equipada con varios filtros y fue construida con la asesoría de ingenieros y la CVC. El agua pasa por unos filtros que le retiran los sólidos, luego va al tanque del filtro anaeróbico y el filtro fitopidológico, que por medio de las plantas realiza la limpieza”, explica Iván Lozano. El administrador de ‘El Arca de Noé’ dice que el agua que corre a un lado de la carretera proviene de un nacimiento natural, pues el producto que ellos obtienen de la Ptar se utiliza para el riego de la vegetación dentro del predio.No obstante, la CVC afirma que en la última visita, realizada el 1 de marzo, se pudo corroborar que el líquido corresponde a las aguas negras que no han sido tratadas en la planta, puesto que esta no se encuentra en condiciones óptimas. “En el 2014 el ‘Arca’ presentó la documentación para el vertimiento y la concesión y se les otorgaron los permisos del funcionamiento de la planta, pero esto no significa que puedan ofrecer servicios y si lo hacen, es desde la ilegalidad. Es como tener el pase para conducir y manejar saltándome los semáforos o a alta velocidad”, dijo el funcionario de la CVC. La entidad explica, además, que la medida preventiva debe ser controlada por la Secretaría de Gobierno de Cali, desde la Oficina de Supervisión, Vigilancia y Control a Establecimientos, misma con la que se reunieron los habitantes de la parcelación el viernes 27 de febrero, y en la que las autoridades se comprometieron a exigirle al centro recreacional el cumplimiento de las normas y la orden de sellamiento. A pesar de esto, el Arca de Noé funcionó el fin de semana pasado, como lo confirma el administrador. “Si nosotros tiráramos el agua allí donde dicen los vecinos, esto estaría negro (la carretera) porque este fin de semana mínimo vinieron unas 300 personas y el agua corre limpia”. Iván Lozano agrega que los malos olores y los problemas que alega la comunidad son producto de la inexistencia de un alcantarillado y de la falta de tratamiento que se da a las aguas residuales dentro de las casas. “Yo exijo igualdad. Si a mí me piden todas esas normas, yo voy a pedirle a la CVC que realice un control sobre los pozos sépticos de las viviendas, pues los únicos que tenemos como tratar el agua en el sector somos nosotros”, asegura.Para los habitantes de la parcelación, la construcción de la planta del Arca no ha sido suficiente, pues aseguran que el agua contaminada sigue afectando sus viviendas. Dicen que tampoco han obtenido una solución a los desechos que los usuarios del centro arrojan a sus predios o al ruido, que dicen está presente todos los días desde las 9:00 a.m. y termina a altas horas de la madrugada.“Acá hay casas que quedan a 20 metros y les toca aguantar el nivel de la música que es insoportable. Mi casa es la última y desde allá lo siento. Además nos tiran ropa interior y preservativos y sobre eso no hay ningún control”, afirma Jorge Ramírez. Sobre estas acusaciones, el propietario argumenta que la discoteca fue insonorizada para evitar el problema del ruido.Una malla vial destruidaEl mal estado de la Avenida del Samán, carretera de acceso a la Parcelación Mónaco, es un problema adicional para la comunidad.Según los vecinos, la vía, que fue acondicionada de manera provisional en el 2013, ha sufrido graves daños por el paso de camiones y vehículos de carga pesada que transitan debido a las obras que adelanta Metrocali en el sector, por la construcción del MÍO Cable. De acuerdo con Jorge Ramírez, vocero de la comunidad, la vía quedó “destrozada en tan sólo tres semanas”, por lo que se vieron obligados a realizar un plantón el jueves pasado, exigiendo el arreglo de la carretera y la regulación del paso de camiones.En respuesta a las exigencias de la comunidad, Metrocali se comprometió ayer a realizar un nuevo acondicionamiento provisional que iniciará este jueves, mientras se da término a la obra y se inician las labores de pavimentación definitiva de las vías del sector.