Mal estado de los reductores de velocidad los convierte en 'peligros invisibles' en Cali
Aumenta el riesgo de accidentalidad cuando los resaltos no cumplen con las condiciones técnicas.
Aumenta el riesgo de accidentalidad cuando los resaltos no cumplen con las condiciones técnicas.
Desgastados, sin señalización y sin condiciones técnicas. Así lucen muchos de los reductores de velocidad que hay en la ciudad y que los convierten, según muchos ciudadanos, en peligros invisibles en la vía porque en vez de ayudar a prevenir accidentes aumentan la posibilidad de que ocurran. Lea también: Reductores de velocidad se convierten en un obstáculo para la movilidad en Cali
Entonces, ¿qué deben hacer con ellos? A través de las redes sociales, algunos usuarios piden a gritos que los retiren y dejen de utilizarse, pero otros aseguran que mientras exista imprudencia de los conductores al volante, su uso es más que necesario pero con las condiciones adecuadas.
En una consulta realizada en la página de Facebook de El País sobre el tema, 44 personas que participaron tuvieron posiciones divididas.
Los reductores de velocidad en Cali están sin pintar, lo que hace difícil su visualización, sobre todo en la noche, asegura Aura García Caicedo.
Esa percepción también la tiene Paula Santa, quien dice que el deterioro los convierte en un peligro para los conductores. No obstante, reconoce la necesidad de instalarlos.
Según los reportes que maneja la oficina de Preguntas, Quejas y Reclamos (PQRS) de la Secretaría de Tránsito de Cali, en este 2016 no existen solicitudes para retirar reductores de velocidad de ninguna vía.
En la Avenida de Los Cerros hay muchos reductores de velocidad y sin de marcar, falta de pintura. César Echeverry, a través de la página de Facebook.
Por el contrario, hasta el 31 de diciembre de 2015 había 87 requerimientos para construir reductores de velocidad, que ya están en proceso de contratación. Además, en las visitas que ha realizado este año el alcalde de Cali, Maurice Armitage, han hecho 14 solicitudes adicionales.
De acuerdo con James Gómez, director de la firma Urbavial, dedicada a la seguridad vial, los reductores de velocidad hacen parte de las medidas de tráfico calmado que se utilizan en una ciudad, el problema es que se instalan bajo premisas que no van de la mano con la reducción de la velocidad. Se han convertido en una salida fácil.
En el caso de los que hay instalados en Cali, los más referenciados en el foro fueron los que están en la Avenida Simón Bolívar con Carrera 98, al frente de la 14 de Valle del Lili.
De acuerdo con el usuario Gio Gómez, estos no cumplen con especificaciones técnicas exigidas, son una chambonada de una gestión inepta.
En la Calle 26 después de la Autopista Sur, antes de la galería Santa Elena están mal demarcados. William Delgado, a través de Facebook.
Y para el ciudadano identificado como Rubén Darío, esos reductores pequeños, seguidos y sin demarcar, dañan la suspensión del carro. Mejor instalar un puente peatonal elevado.
La Secretaría de Tránsito de Cali manifiesta que aunque esta vía es principal, se ha hecho la instalación de los mismos por el paso permanente de peatones y la cantidad de vehículos que circulan allí. En puntos como estos, las estadísticas demuestran un alto riesgo de accidentalidad.
No obstante, el experto en seguridad vial dice que la falta de mantenimiento de reductores como los que hay en ese punto llevan a que el remedio sea peor que la enfermedad.
Para Álvaro Mejía, especialista en automovilismo, los reductores de velocidad son una muestra de retraso. En países avanzados ya no se utilizan como sistema de seguridad.
Mejía asegura que hay otras alternativas para ayudar a que los conductores manejen con más precaución, como los taches, los semáforos amarillos o las cámaras. Estas alternativas, dice, además de contribuir a este objetivo, son menos perjudiciales con los carros.
Potestad del Estado En zonas donde se requiere transitar a baja velocidad por presencia permanente de peatones, de acuerdo con el Manual de Señalización Vial del Mintransporte. En zonas escolares, donde hay presencia permanente de niños. En sectores residenciales, donde hay antecedentes de accidentalidad. Su instalación deberá estar precedida de un estudio de Ingeniería de tránsito que recomiende su uso. En zonas urbanas los reductores de velocidad deben tener una medida de 3,7 metros de largo por 10 centímetros de alto.