Los habitantes de este barrio en Cali hicieron de un basurero un 'Jardín'

Con ayuda del sector público y privado, habitantes del barrio El Jardín, aledaño a la galería de Santa Elena recuperaron un espacio donde se acumulaban hasta 10 toneladas de basura.

Cansados de los mosquitos que abundaban en el sector y de los malos olores que se percibían durante gran parte del día, habitantes del barrio El jardín, aledaño a la galería de Santa Elena, decidieron erradicar un basurero que se levantaba sin control sobre la calle 26.

Desde hace unos meses, Fernando Solarte, uno de los líderes del proyecto, empezó a pedir la colaboración del Dagma y de la empresa Metropolitana de Aseo, Emas, para solucionar este problema que llevaba varios años aquejando a su comunidad.

Según Solarte, en este basurero se alcanzaban a acumular entre cinco y diez toneladas de basura. “Ya no aguantábamos más. Hasta cambuches habían en ese sitio, los olores eran desesperantes y ni hablar de la cantidad de animales”, dice el líder.

Fue por esta razón que cerca de 30 vecinos del barrio decidieron intervenir la zona y erradicar las basuras que se estaban convirtiendo en un foco de enfermedades e inseguridad.

Con ayuda del sector público y privado, la iniciativa fue tomando forma hasta que en la primera semana de junio “Emas llegó y se llevó toda la basura que había en el sitio. También nos donaron la tierra con la que recubrimos el lugar y las llantas que utilizamos para demarcarlo”.

Una vez los desechos habían sido sacados del lugar, la comunidad empezó a adecuar el sitio sembrando todo tipo de plantas. “Pasto, mango, veraneras. Todos los días llega la gente a sembrar su arbolito para cuidar ese nuevo espacio. Hasta los delincuentes tuvieron que moverse del lugar, ya no pasan por allí”, explica Solarte, quien además sostiene que el ambiente de la zona ha sufrido una gran mejoría.

Pero su accionar no se detiene allí. La comunidad del barrio El Jardín quiere hacer del sitio un lugar de reunión y diversión, tanto así, que están pensando en adecuar una zona recreativa. “Muchos habitantes de otros barrios nos han felicitado por lo que hemos hecho, hasta quieren replicar nuestra iniciativa en sus barrios”, dice Fernando. “Y eso es algo positivo, porque soy un convencido que con el ejemplo también ayudamos a nuestra ciudad”.