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Los gastos del Psiquiátrico se enloquecieron

Un informe de revisoría fiscal sobre los gastos del Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle denuncia incremento de nómina en un 495% y compras insólitas.

13 de junio de 2010 Por: Carolina Bohórquez - Reportera Unidad Investigativa

Un informe de revisoría fiscal sobre los gastos del Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle denuncia incremento de nómina en un 495% y compras insólitas.

Comprar manteles de lino con bipiur (un tipo de encaje) no tendría nada de raro. Mucho menos que sean 80 a $180.000 cada uno. Incluso, habrá quienes atribuyan el precio a que es un delicado encaje o a que los manteles pueden cubrir mesas de hasta casi tres metros de largo. Pero que el Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle haya sido el comprador de estos artículos suntuarios, que haya pagado por ellos $14.400.000 y que los haya adquirido en un almacén del municipio de Guacarí, que se encuentra a una hora de Cali, como si en la capital del Valle no hubiera almacenes que ofrezcan estos productos, despierta más de una sospecha y dos preguntas obligadas: ¿Por qué un hospital se interesa en la compra de 80 manteles con tales detalles y los encarga en otro municipio? ¿Las apariencias engañan?Las dudas en torno a esta curiosa adquisición se ahondan aún más al revisar la factura de los 80 manteles de lino, con fecha del 13 de noviembre de 2009. En ella se lee el nombre del vendedor: La Casa Médica. Sin embargo, en la dirección del almacén que aparece en el recibo funciona otra entidad de comercio. Allí no se venden materiales ni equipos médicos. Tampoco dotación hospitalaria, papelería e insumos para laboratorio, como lo indica la misma factura de venta número 0011. La Casa Médica, con la dirección Carrera 5 No. 5B-15 en Guacarí, es una clínica, pero para perros. El nombre real de este negocio es el de Clínica Veterinaria Súper Canes, como lo comprobó El País en una visita realizada esta semana al pequeño municipio para descubrir cuál era el encaje (bipiur) que motivó el interés de tal especial compra. Lo más curioso es que al preguntarle al veterinario del establecimiento cuyo domicilio figura en el Psiquiátrico como un proveedor de productos farmacéuticos, dijo no conocer La Casa Médica ni tener datos de su representante legal, María Irene Rodríguez de Montánchez, cuyo nombre aparece en la factura de venta de los manteles. “Ella no vive aquí. Nosotros estamos hace casi un año en este sitio”, fue la respuesta que dio el profesional a El País. ¿Es decir, que este local ha sido un centro veterinario y funcionó de esta manera el 13 de noviembre de 2009?“Sí”. La afirmación crea más desconcierto y, por supuesto, más preguntas, pero no sólo en la adquisición de productos de decoración, sino que se extiende a la mayor parte de las compras, incluyendo a la comida. O mejor, a la compra de tocineta, cuyo gasto para los comensales del centro hospitalario habría subido en un 115% en el 2009, comparado con el año anterior. El pernil de cerdo parece haber sido uno de los alimentos predilectos el año pasado, con un posible aumento de los precios de compra en un 88%. También parece que en el presupuesto se habrían elevado los gastos por el papel higiénico de 400 metros. La unidad comprada pasó de $7.888 a $13.875, un aumento de casi el doble de su valor. Todos estos precios e inconsistencias forman parte del informe de revisoría fiscal que hace tres meses recibieron la junta directiva del Psiquiátrico y el secretario de Salud del Valle, Héctor Fabio Useche. En el documento, que generó el rechazo de parte de Álvaro Martínez Payán, gerente del hospital y hermano del secretario general de la Gobernación, Julio César Martínez Payán, se denuncia la compra de los manteles como un ejemplo de una serie de presuntas anomalías que pondrían en riesgo las finanzas del hospital. El informe corrobora la dudosa razón social del negocio que vendió los manteles de lino y añade más confusión: “Resulta que no es de la señora María Irene Rodríguez de Montánchez, NIT 29555177-2 del Régimen Simplificado, sino de su hijo”. Se trata de un funcionario del mismo Psiquiátrico.El País se comunicó con la señora Rodríguez agrandando mucho más el embrollo. La vendedora aseguró que La Casa Médica estuvo hasta septiembre pasado donde funciona la veterinaria. Pero resulta que este lugar sigue siendo de su propiedad, pues la sede de su oficina era realmente su sitio de residencia, la cual alquiló a la veterinaria porque ella se fue a vivir a Buga. “Sin embargo, en Guacarí sigo con mi taller de costura”, añadió. Este segundo local no tiene ningún registro y está al lado de la veterinaria. Allí Rodríguez elabora, además de manteles, uniformes para hospitales de Tuluá y el San Roque de Guacarí. Fue en este hospital donde ella afirmó haber conocido al gerente del Psiquiátrico, cuando anteriormente era el gerente del San Roque. Por este enredo y por otros gastos, la revisoría fiscal recomendó “implementar una política de austeridad”.“Más ahorro y menos despilfarro”“Al final del período fiscal (diciembre del 2009), se puede observar la pérdida operacional y pérdida del ejercicio”, dice el documento conocido por El País, cuyo diagnóstico va acompañado de una sentencia: “Si el Psiquiátrico Universitario del Valle no comienza a tener control, en pocos meses se verá abocado a una nueva crisis financiera”.Una crisis que ya se había apaciguado en la última década, como lo corrobora la misma Contraloría del Valle. Por ejemplo, el ente de control calificó de satisfactoria la auditoría de las vigencias de 2005, 2006 y 2007. Pese a que la revisoría fiscal dejó con los nervios crispados a la junta directiva y la Secretaría de Salud del Valle, hasta el momento, ninguna autoridad ha tomado ninguna medida. La Contraloría Departamental apenas empezará una auditoría el próximo 15 de junio. En estos dos años no ha habido ninguna otra. En la revisoría fiscal se afirma que el 2009 el hospital terminó “con una pérdida de $388.876.550, diferente de los años 2007 y 2006 que tuvieron excedentes por valor de $1.319 millones y de $3.773 millones, respectivamente. Cabe anotar que en nueve años no se habían presentado pérdidas”. Entonces, ¿qué pasó con esos $388 millones del 2008 y con otros $1.722 millones que la revisoría fiscal recalca como pérdida operacional en el 2009? La revisoría también entrega un dato aún más preocupante. Se trata del incremento de personal que al 10 de marzo pasado habría crecido en un 495,90% en estos dos años. “Se pasó de pagar $709.084.941 en el 2008, a $3.516.359.742 en el 2009”, dice. “Hay mucha gente que no está ocupada, pero fueron contratados, respondiendo a una cuota política”, se escucha decir en voz baja en el centro de salud, entre trabajadores que no hablan más duro. Dicen tener temor a perder el puesto.¿Qué dice el gerente Martínez?El gerente del hospital, Álvaro Martínez Payán, reiteró que no está de acuerdo con el informe, “el cual no me fue entregado por el revisor fiscal. El informe maneja cifras en ‘frío’, sin contexto. Falta que se maneje lo cuantivativo con lo cualitativo. Por ejemplo, en los alimentos está el cuadro, no me dice si son libras o kilos”, sostuvo Martínez Payán. Sobre las presuntas pérdidas respondió: “No sé de dónde saca $1.722 millones y $388 millones más, cuando el hospital ha dado ingresos y aumentaron los pacientes. “Es más, una rendición de cuentas de 2009 de la Contraloría fue favorable”. Al leer un informe de sus subalternos dijo: “Al parecer ignora (el revisor) que los servicios han aumentado entre 2005 y 2009 en un 38,2%. Tampoco es claro de dónde saca el aumento de personal en 495%”. Martínez anotó que los contratistas nuevos son 31. “La vinculación se debe a que los servicios administrativos han aumentado y la planta temporal siempre es aprobada por la junta directiva”.Sobre los manteles, dijo que la compra responde a una requisición para el auditorio del hospital que se alquila a particulares, y que cada proveedor se escoge entre varias cotizaciones. Con respecto a La Casa Médica “nos informó que se cambió a Buga. Que tiene todo legal y que antes estaba en Guacarí”.Las comprasSegún el informe de revisoría fiscal, así fueron las compras de algunos artículos: El valor unitario de cemento blanco, en el 2008, fue de “$36.250 y en el 2009 de $ $70.000. Incremento del 93,10%”.Champú en cojines de a 20 unidades, “$8.739,53 en 2008 y $13.958,65 en 2009. Aumento del 59,72%”.El valor unitario en el 2008 de guantes latexport de uso doméstico especial fue de $2.304. En el 2009 aparece “con el costo de $3.831, con un incremento del 66,24%”. El valor unitario de zapato blanco para dama, referencia 5164, en el 2008 se “registró a $20.636 y al año siguiente a $48.967; un aumento del 137,28%”.Los costos unitarios por compras de tocineta en 2008 “fueron de $6.700 y en 2009 pasaron a $14.406. El hueso de res habría subido en un 93,55%”.

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