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Lo bueno, lo malo y lo que le falta al MÍO en sus dos primeros años

A dos años de haber empezado a rodar, el sistema de transporte ha movido cien millones de pasajeros y cubre el 70% de la ciudad. Pero aún queda mucho camino por recorrer. Y obras por hacer.

6 de marzo de 2011 Por: Luiyith Melo García

A dos años de haber empezado a rodar, el sistema de transporte ha movido cien millones de pasajeros y cubre el 70% de la ciudad. Pero aún queda mucho camino por recorrer. Y obras por hacer.

El Sistema de Transporte Masivo de Cali se empezó a construir en el 2004, tras debates y tropiezos. Hoy tiene cinco troncales y se construye la Troncal de Aguablanca, la más importante del sistema porque moverá más del 30% de los pasajeros de la ciudad.El primero de marzo de 2009 empezó a operar formalmente luego de cuatro meses de operación gratuita.Sin embargo, la infraestructura ya empieza a mostrar problemas como las fisuras de las losas de la Carrera 15 y la Calle 5 y los daños al espacio público. Por delante, hay más retos en obras por $800.000 millones y una operación que llegue al 97% de la ciudad, para que el MÍO ruede completamente.Lo bueno del MÍODos años lleva el Masivo Integrado de Occidente, MÍO, moviendo a los caleños. El nuevo sistema de transporte con buses articulados que recorren como gusanos azules la ciudad, ya ha movilizado cien millones de pasajeros durante este tiempo.Parece que fue ayer, pero desde el 1 de marzo de 2009 cuando empezó a operar formalmente, muchas cosas han cambiado. La cara de la ciudad: la Calle 5, la Carrera 1 y la Carrera 15. El centro y el norte. La vieja flota urbana que llenaba de agresividad las vías. El espíritu de la gente.Hoy, críticos y defensores del proyecto reconocen que el MÍO le ha dado una nueva estética a la urbe, un aspecto más moderno. Y está haciendo una nueva pedagogía en las personas, cambiando su actitud social, mejorando su cultura ciudadana.Su tamaño es apreciable, pese a que aún no está completo (va en un 46%). Hasta la fecha, el MÍO ha vendido más de $150.000 millones en recargas de tarjetas inteligentes para el pago de pasajes, en 50 millones de transacciones realizadas por sus usuarios. Por eso, de las cosas positivas que se le reconocen hoy al sistema es que pudo arrancar luego de dos años de retraso y muchos debates y tropiezos. Hoy tiene una cobertura geográfica de casi el 75%, aunque sólo mueve el 30% de los pasajeros potenciales de la ciudad en cinco troncales, pretroncales y alimentadoras. En sus buses azules y los verdes que van a los barrios se están moviendo 300.000 pasajeros cada día. Los cuatro operadores cumplieron con la flota de la primera fase que son 470 buses que ruedan en Cali, entre articulados, padrones y alimentadores. Y en dos meses vincularán 200 más. Eso ha implicado la eliminación de unos dos mil buses viejos que contaminaban por ruido y emisiones al aire. Un estudio muestra que la contaminación por emisiones de gases y partículas presentes en el aire ha disminuido ostensiblemente. De paso se ha modernizado el parque automotor de transporte público colectivo. Si bien es cierto que falta infraestructura por construir, sobre todo pretroncales y estaciones de cabecera, también lo es que este año se entregarán obras importantes como la terminal de Puerto Mallarino que solucionará el problema de congestión en la estación Siete de Agosto y se va a habilitar otro vagón en la estación de Chiminangos que aliviará la congestión allí mientras se construye la terminal de Calima.Para octubre de este año se prevé que entre en funcionamiento la Troncal de Aguablanca, tal vez el corredor más importante del MÍO que le aportaría unos 200.000 pasajeros más al sistema. Y para diciembre se prevé que esté listo el Miocable, un sistema de teleférico que moverá unos 30.000 pasajeros de la parte alta de Siloé hasta la troncal de la Calle 5.Los ciudadanos destacan que el MÍO le ha dado agilidad a sus viajes, les ofrece seguridad y, pese a la saturación que hoy presenta, también comodidad porque los buses son amplios y tienen aire acondicionado.El mismo sistema ha servido de pedagogía para que la gente mejore su comportamiento, ya que impone un orden para su abordaje con estaciones y paradas fijas, el pago con tarjeta electrónica que elimina el uso de efectivo, la existencia de sillas azules en los buses para la población vulnerable, lo cual ha despertado un sentido de solidaridad de los viajeros que ceden los puestos a ancianos, embarazadas y mujeres con niños de brazos. Ese es un avance en cultura ciudadana, aunque falta pedagogía para la salida y entrada de pasajeros de los buses, porque quienes ingresan no siempre esperan que pasen primero quienes salen y entonces se atropellan en las puertas de los vehículos. Finalmente, el MÍO ha contribuido a modernizar la urbe, con la reconstrucción de avenidas importantes como la Calle 5, la Carrera 1, la Calle 15 y la Avenida 3 Norte. Y ha aportado más espacio público con plazoletas y andenes para beneficio de los peatones.En suma, el MÍO parece despertar el sentido de pertenencia de los caleños por su ciudad.Los daños y erroresPese a la joven construcción del MÍO, los daños en la infraestructura no se han dejado esperar. Para el presidente de Metrocali, Luis Eduardo Barrera, el punto más grave es el deterioro del espacio público. “Ya tenemos corredores de seis años de vida”, advierte y su daño se está dando “por vandalismo o por mal uso que se hace del mismo, como cuando se monta un carro sobre el andén que está diseñado para carga peatonal, automáticamente termina sumiéndolo”.Algunos se roban las canecas de basura hechas en acero inoxidable, los bolardos metálicos que se colocaron, las lámparas de iluminación y las cubiertas de los tótem donde dice el nombre de cada estación. Se vandalizan los mogadores que se construyeron para la señalética del sistema, les ponen grafitis, letreros políticos, de ‘se vende’, o de fulanito que cura males. Tan sólo en la Carrera 1 entre la 70 y la 18 se hurtaron 657 bolardos metálicos, fueron los primeros que se colocaron. En la Calle 5 entre 66 y Universidades se robaron todas las cestas de basuras. En el centro algunos vendedores informales han quitado cuatro losetas y allí marcan su ‘isla’ dentro del territorio.Empresas y personas han roto el espacio público para hacer reparaciones subterráneas y no lo restituyen de manera adecuada, dejan los parches, como ocurre en la Calle 5 entre carrera 22 y 66.Según Metrocali, la reparación de los daños inventariados del espacio público (ver gráfico) cuesta $1.700 millones. La pregunta es ¿si se invierte esta plata se garantiza que los daños no vuelvan a ocurrir? “Eso me preocupa”, dice Barrera.Fractura de losasPero en cuanto a daños a la infraestructura las alarmas están puestas en losas fisuradas en corredores de la Calle 5 y la Carrera 15. El alcalde Jorge Iván Ospina dijo que eso está “dentro de los límites de falla y error”, y que se evaluará si la responsabilidad está en el proceso de construcción o en los materiales.Un ingeniero señaló que “apenas viendo las losas se puede determinar que los materiales (hormigón armado) no se aplicaron en los grosores adecuados y la compactación del terreno no fue suficiente. Parece que todo se hizo a las carreras y con ahorro de materiales y no se respetaron los tiempos de fraguado del material o la carga de cemento y aditivos del mortero”.Según Metrocali, el problema en las fracturas de las losas de la Carrera 15 entre 50 y 52 es que habría filtración de agua subterránea en la estructura. Vecinos del lugar dijeron que cuando se estaba construyendo ese corredor vial advirtieron que debajo hubo un canal de aguas subterráneas, pero no se les puso atención.Por eso, las reparaciones de la Carrera 15 van a ser más costosas que las de la Calle 5, porque hay que hacerles un tratamiento de base a suelos vulnerables. Pero esos costos los asumen los constructores. Luis Eduardo Barrera indicó que “nos toca ser más exigentes en el seguimiento al proceso constructivo; no hay justificación, pero comparado con lo que ha pasado con otras ciudades como Bogotá, Barranquilla o Cartagena en Cali es menos grave”.EstacionesLos primeros diseños de las estaciones no fueron correctos. “Para iniciar operación sobre la Carrera 1 tuvimos que cambiar las plaquetas del piso dentro de la estación, porque se habían flectado y aún no tenían uso. Su resistencia no fue calculada para el peso propio de la estructura y menos para carga de personal”, dijo Barrera.Las taquillas eran pequeñas y tocó remodelarlas, por eso el corredor de la Carrera 1 se demoró tanto en arrancar operación en el 2009. Pero el contratista las construyó de acuerdo con los planos.Las puertas de las estaciones son muy pesadas para el número de bisagras que se pusieron. Ya una puerta de cierre de una estación se desprendió y golpeó a un usuario. Ahora toca reemplazar todas las bisagras de las 42 estaciones.Los retos por asumirUno de los primeros desafíos que tiene Metrocali hacia adelante es lograr el paso definitivo del viejo sistema de buses colectivos al nuevo sistema de transporte masivo, MÍO. Para ello, indicó la entidad, es necesario que la Secretaría de Tránsito avance en la reestructuración de rutas; es decir, en la salida de buses del viejo sistema y la entrada de vehículos del MÍO, con el fin de ampliar la cobertura en la ciudad.Veedores como Jaír Llanos urgieron aumentar la flota del MÍO y optimizar las rutas y frecuencias, porque hay una saturación del sistema y los vehículos van repletos de pasajeros, ya no sólo en horas pico.César Vergara, gerente del operador GIT indicó que entre abril y mayo próximos ingresarán 200 nuevos buses de esta operadora y de Blanco y Negro Masivo, con los que se espera mejorar el servicio.La implementación de más rutas expresas, es decir, buses que no paren en todas las estaciones fue una sugerencia del gerente de Unimetro Carlos Vivas, para darle más velocidad al sistema y mejorar la movilidad.Lograr que este año entre a funcionar la troncal de Aguablanca y esté listo el Miocable que llevará el MÍO a la ladera son otros desafíos. Pero lo es más que Metrocali logre mejorar la información de rutas a los usuarios. En las estaciones hay mapas ilegibles y desactualizados y a menudo la gente no sabe cómo hacer su ruta con trasbordo incluido.Otro reto es reducir todavía más la contaminación ambiental de los buses del MÍO. Así que el nuevo parque automotor deberá estar dotado de la tecnología Euro 4 encaminado a utilizar un combustible diesel que quema menos gas carbónico y reducir a 50 partículas de azufre por millón la emisión contaminante. Los buses del MÍO hoy aportan 1.500 partículas de azufre por millón al ambiente, menos de la mitad de lo que aportaban los viejos vehículos.Por su parte, la Utryt, concesionaria del Sistema de Información Unificada y de Recaudo, Siur, indicó que lo que viene en su gestión tecnológica para el MÍO será lograr la interconexión del sistema de semáforos de la ciudad con el sistema de control de flota, lo cual permitiría optimizar la movilidad.También se propone “sacar adelante la explotación económica de la infraestructura”. Es decir, la venta de alimentos y otros servicios en las estaciones del MÍO. En ese sentido, Carlos Arturo Villareal, presidente de la Utryt señaló que “en las estaciones no habrá preparación, cocción o fritura de alimentos. Tres estaciones: Unidad Deportiva, Capri y Universidades, por su amplio espacio, han sido elegidas para la instalación de los café internet”.Otro reto para este concesionario será lograr la masificación de los puntos de venta y recarga externos de tarjetas inteligentes de pago de pasajes en el MÍO. Hoy las taquillas de las estaciones suelen congestionarse por las filas de los usuarios para recargar las tarjetas.Así, el MÍO va a mitad de camino y aún le queda camino por recorrer.Inversión Se han comprometido $900.000 millones, de los $1,7 billones que cuesta el MÍO.Los $800.000 millones que faltan se invertirán en pretroncales.También en las estaciones Sur, Guadalupe, Sameco, Julio Rincón, Glorieta, Centro, La Estrella, Portada del Mar; puentes de la Calle 5 con 80 y la Carrera 100 con 13.En pocas palabrasSe nota el progreso con el MIO, pero vale la pena que a los articulados les coloquen otro vagón para mitigar el flujo de pasajeros en horas pico”.Andrea Fuentes, secretaria.Con este sistema de transporte Cali tiene otra cara, yo uso el MÍO a diario y es mucho mejor que los viejos buses que son unas chimeneas por las calles de la ciudad”.Esteban Rojas, empleado.“En el 2012 tendremos totalidad de los buses del sistema, y la infraestructura se culminará el primer trimestre de 2013”.Luis E. Barrera. Presidente Metrocali. Cualquier campaña publicitaria o videoclip que se hace de Cali involucra uno de nuestros buses azules y eso se ha convertido en una marca de ciudad”.Luis E. Barrera. Presidente Metrocali.

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