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Las ventajas de las prácticas médicas simuladas

Al experimentar primero con maniquíes, se disminuye el riesgo de comprometer la vida de los pacientes. Las universidades caleñas le apuestan a tener sus propios hospitales simulados.

6 de marzo de 2016 Por: María Teresa Arboleda / reportera de El País

Al experimentar primero con maniquíes, se disminuye el riesgo de comprometer la vida de los pacientes. Las universidades caleñas le apuestan a tener sus propios hospitales simulados.

SmMan3G  se llama  el enfermo. Está tendido sobre una camilla rodeado por  varios médicos que lo observan. Su tórax se agranda por momentos, quizá requiera de una descarga eléctrica en su corazón si llega a presentar  un paro cardiaco. Podría, incluso, morir, pero no sería nada  grave, pues todo transcurre en el hospital simulado de la Pontificia Universidad Javeriana Cali y, además,  no se trata de un paciente de carne y hueso, sino de uno fabricado con  pasta, caucho expandible y  látex. 

Practicar con muñecos puede sonar  curioso, pero es muy serio  y de gran ayuda en la formación académica, no solo de  estudiantes de medicina, sino de todas las áreas y especialidades de la salud.

“El objetivo es que ellos   aprendan a actuar en diferentes tipos de situaciones, que disminuyan el tiempo en la curva de  aprendizaje, es decir, que  cada vez puedan apropiar mejor los conocimientos, los  conceptos, las habilidades y las destrezas, pero sin el riesgo de comprometer la vida del paciente”, explica Pedro José Villamizar Beltrán, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Javeriana.

Nace otro hospital simulado

[[nid:514264;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2016/03/simulador_usc.jpg;left;{En mayo la Universidad Santiago de Cali dará al servicio un moderno hospital simulado para todos los estudiantes de la Facultad de Salud.Especial para El País}]]

En mayo, los estudiantes de la Universidad Santiago de Cali, USC,  estrenarán su propio espacio académico “donde  van a adquirir  competencias relacionadas con el ser, aprender y  saber hacer, para que una vez inicien sus rotaciones en escenarios reales en instituciones prestadoras de servicios de salud, tengan el desarrollo de dichas  competencias y mayor seguridad en los procedimientos que van a realizar”.

Las palabras son de la decana de la Faculta de Salud, Martha  C. Valbuena Tenorio, quien no descarta la posibilidad de que a futuro, mediante convenios,  estudiantes de otras universidades puedan hacer prácticas allí. 

Entre los espacios de la nueva edificación figuran estación de enfermería, triage, urgencias, cuidado crítico, quirófanos, sala de esterilización, sala de partos neonato, sala de procedimientos, consultorios de fonoaudiología,  de psicología, fisioterapia, terapia respiratoria y regencia farmacéutica.

Este moderno complejo incorpora también un auditorio para monitorear los diferentes procedimientos y rotarán por él estudiantes de medicina, enfermería, instrumentación quirúrgica, terapia respiratoria, psicología, fisioterapia, regencia de farmacia, atención pre hospitalaria, entre otros programas y especialidades.

El Decano de la Javeriana afirma que con sitios de práctica simulados, los estudiantes se sienten en un espacio hospitalario, por eso se usa el piso que normalmente se utiliza en una sala de cirugía, así como la  pintura característica en las paredes y existen todos los elementos de un hospital, como camas, camillas, monitores, máquinas de anestesia y material de cirugía.

 ¿Cómo funcionan?

“Lo importante  de este hospital simulado, señala Villamizar,  es que permite que el escenario  de práctica pueda ser utilizado por un grupo de estudiantes con la tutoría de un docente y la supervisión de otro por  fuera del sitio. Gracias a un vidrio unidireccional, los profesores, y también los compañeros de clase,  pueden observar  desde afuera   las prácticas que se realizan”. 

Además, dice,  hay cámaras y  micrófonos que permiten la intercomunicación con las personas que hacen la observación. Luego,  junto con el docente, los estudiantes van a un salón  llamado Sala Debriefing, donde se mira el video de la grabación y se evalúan las posibilidades  de mejoramiento del proceso académico.

Hay tres razones fundamentales por las cuales las posibilidades de cometer errores son menores una vez los estudiantes se enfrenten a los pacientes reales, enfatiza el Decano:

 Primero,  porque la curva de aprendizaje es más corta. Segundo, porque los errores se cometen en un maniquí y tercero, porque uno puede corregir el procedimiento  que está mal, o lo puede corregir simultáneamente. Y  puede practicar las veces que sean necesarias,  es decir, que el número de repeticiones que se puedan hacer en un simulador es mayor.

Simultáneo a la experiencia  con los modelos anatómicos o simuladores, los estudiantes de la Javeriana hacen rotaciones por clínicas y hospitales, “pero antes de pasar una sonda ya han hecho prácticas en estas salas  y han aprendido a comportarse en un quirófano, es decir, no se enfrentan a la realidad sin saber absolutamente nada”, complementa el doctor Villamizar.

[[nid:514269;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2016/03/simulador_bebe.jpg;right;{En la Universidad Javeriana los estudiantes tienen la oportunidad de hacer prácticas en el hospital simulado. Hroy Chávez / El País}]]

 Para él, no se concibe que hoy existan estudiantes en salud que no estén formados en simulación. Ya no es opcional, sino obligatorio  que todos los centros de formación tengan al menos aulas de simulación  para que desarrollen destrezas y habilidades previas al contacto con el paciente, idealmente, que sean hospitales simulados para todas las áreas de la salud.

Para Juan de Dios Villegas, quien está al frente de la decanatura de Salud de la Universidad San Martín de Cali, la importancia del aprendizaje simulado no admite discusión y es una de las razones por las cuales se han puesto en boga los centros simulados en el mundo.

Y aunque aún no cuentan con uno propio,  antes de iniciar las prácticas, los estudiantes tienen dos semanas de inducción, preparándose en distintas patologías, en el tipo de pacientes que  van a abordar, lo cual disminuye sustancialmente los riesgos.  

Todo esto, mientras construyen su  escenario académico, para lo cual ya está la financiación y el espacio. Probablemente será el próximo año, concluye el profesional.

Así las cosas, el aprendizaje simulado se impone en la capital del Valle.

 

Pacientes multifuncionales y de muchos millones 'Harvey’ es uno de los simuladores al servicio de los estudiantes de Univalle. Tiene más de 20 funciones, entre ellas movimientos cardiacos, digestivos y respiratorios y permite hacer  toma de muestras. ‘Harvey ’ costó alrededor de $400 millones.  “Si bien aún no contamos con el espacio físico, sí tenemos simuladores en cantidad y calidad”, explica el decano de la Facultad de Salud, Gerardo Campo Cabal y agrega que uno  de los pisos del edificio que construirá este año la  Universidad en San Fernando, funcionará como hospital simulado.  “Cada vez  los fabricantes de simuladores se acercan más a la realidad en su parecido con  las personas”, afirma el doctor Pedro José Villamizar, de la Javeriana.  Estos aparatos con figura humana son importados y algunos son de alta fidelidad: respiran, lloran, hablan y por tanto, pueden agregar una cantidad de variaciones que le permiten al estudiante  una mejor formación. Los hay también de  mediana complejidad y con funciones  básicas.
  La era de la simulaciónLa Icesi  cuenta con simuladores que permiten  consolidar  habilidades clínicas: examen físico, cardiopulmonar, procedimientos terapéuticos y  para reanimación cardiopulmonar avanzado y atención de partos. Los  consultorios disponen de sistema de circuito cerrado de TV, video y audio para  retroalimentación a  estudiantes.La Universidad  Libre  tiene simuladores y laboratorio para las prácticas académicas.
"El hospital simulado es algo vital. Al hacer las prácticas, los docentes nos leen la historia clínica de un paciente real, no son casos inventados, de ahí que nosotros atendemos a los maniquíes como si fueran pacientes”. Juan Camilo Cediel, estudiante de décimo semestre de  medicina de la Javeriana  Cali. Otra ventaja de los simuladores, según los estudiantes, radica en que el docente puede, en cualquier situación,   activar una respuesta inesperada en el simulador (maniquí) para observar el comportamiento de los estudiantes ante cualquier eventualidad.

 

 

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