Las macetas, una dulce tradición que permanece

La ruta dulce comenzará esta tarde en el parque de El Peñón, donde los niños recibirán el palo de maguey y un mapa para ir descubriendo las pistas sobre la bella tradición de las macetas.

La ruta dulce comenzará esta tarde en el parque de El Peñón, donde los niños recibirán el palo de maguey y un mapa para ir descubriendo las pistas sobre la bella tradición de las macetas.Una artesana les mostrará cómo se elabora el alfeñique o dulce, cuya receta ha sido transmitida de generación en generación. Luego, acompañados por sus padrinos y familiares, los infantes caminarán con los palos hasta el parque Isaías Gamboa, donde harán una parada en la estación ‘Dulce’ y se encontrarán con entorchados y piñas para seguir armando su propia maceta. Esta será la estación más azucarada en el marco del Décimo Festival de Macetas ‘Dulce Tradición Centenaria’, organizado por la Cámara de Comercio, que se celebra desde hoy y hasta el próximo jueves en Cali y en diez municipios más. Pero después de que los pequeños hallen los dulces seguirán su recorrido hacia la Colina de San Antonio, donde en la parte baja se toparán con la estación ‘Papel y Color’, en la que talleristas les enseñarán a elaborar el ringlete, pieza fundamental de la maceta, y con papelillos de colores la decorarán.Igualmente en este emblemático barrio estará la cuarta y última estación, la de los ‘Ahijados’. En el colonial sector, los niños sabrán que, según una leyenda, hace cien años dos caballeros que eran los santos apóstoles tocaron a una casa y le enseñaron a una mujer a hacer con azúcar pequeñas figuras. Ella se las dio a sus hijos, quienes corrieron felices por la empinada colina.Con el transcurrir de los años, esta manifestación de afecto quedó grabada entre los caleños, celebrándose cada 29 de junio en el día de los apóstoles San Pedro y San Pablo.Uno de los artífices de que esta tradición permanezca en el tiempo es la familia Otero, que lleva más de 25 años endulzando a los caleños. De hecho, hoy Mariela y su hermana Ester serán condecoradas en el Centro de Convenciones del Pacífico. “Este homenaje representa todo el esfuerzo y el trabajo con que hacemos las macetas. Es un orgullo porque es un legado que nos dejó mi mamá”, expresó Mariela. Los Otero son conocidos por sus macetas convencionales con figuras como elefantes, pescados, caballos de mar y palomas. “Ester y yo somos las que mejor hacemos las figuras. Jairo, mi hermano, sabe trabajar el dulce. Todo lo hacemos a mano, nada en molde”, agrega Mariela. Desde enero, como es habitual cada año, madres, esposos, hijos y sobrinos Otero comienzan a organizar los papelillos, a hacer las flores, porque la elaboración de toda la maceta puede demorar seis meses. “La maceta de miniatura demanda mucho más tiempo. El dulce tiene que salir muy bueno para que no le queden grumos a la figura pequeña”, explica Mariela, quien contó que esta tradición también se usa mucho en matrimonios, bautizos, primeras comuniones y reuniones en empresas y hoteles. Ayer los Otero despacharon macetas hacia México a solicitud de un caleño que contraerá nupcias en el país azteca con una mexicana y quiere sorprender a los invitados con los bellos alfeñiques. Esta es una más de las miles de anécdotas que esta familia dulce ha reunido durante más de dos décadas. Historias que los niños podrán escuchar al participar hoy y mañana de la ‘Ruta de los Ahijados’ en Cali.