Las invasiones en Cali son un problema en aumento

“Falsas expectativas” habrían atraído al menos a cinco mil nuevos invasores. Preocupación.

Cuatro palos de escoba sirven para delimitar el terreno. Madera, bolsas, hasta pendones abandonados, se usan para construir casas hechas de delgados troncos, sostenidas casi en el aire. Es éste el panorama recurrente en las invasiones de Cali, generalmente ubicadas en montañas con pendientes excesivas y junto a ríos con riesgo de crecientes súbitas.Es precisamente el tema de las invasiones uno de los que más preocupa al Municipio por estos días. El reciente incendio en el barrio Mojica, en el que falleció una menor de 16 años, generó dudas en las autoridades, como lo expresó Rodrigo Zamorano, coordinador del Comité Local de Prevención y Atención de Desastres, Clopad, luego de pedir a la Fiscalía que abriera investigación sobre el hecho.“Nos genera suspicacia que se estén presentando estos eventos tan seguido y cómo la gente reacciona frente a ellos”, indicó Zamorano.Según él, pese a que los censos que hizo en años pasados la Secretaría de Vivienda muestran que son por lo menos quince mil edificaciones las que deben ser reubicadas en la ciudad, los anuncios que hizo Jorge Iván Ospina el año pasado sobre reubicar a estas personas, “generarando falsas expectativas”, provocaron que cinco mil personas más invadieran el jarillón del Cauca. Según Emma Berón, secretaria de Vivienda, éstos censos no serán actualizados “para evitar que las nuevas personas se adhieran a la medida intentando aprovechar el beneficio”. Según ella, este tema es una prioridad para el Municipio y en los próximos cuatro años se crearán al menos 45.000 soluciones de vivienda.Zamorano, por su parte, enfatizó en que se debe reubicar esas familias prontamente, porque no hacerlo implica que cada vez más personas invadan y generen costos adicionales para el Municipio. “Si hay un terremoto o inundación, el Gobierno debe tener recursos para restituir a las víctimas”, manifestó.De hecho, el riesgo que implican estas invasiones es para la ciudad entera. Así lo indican organismos de socorro como los bomberos de la estación del Aguacatal, quienes explican que, como para construir estas edificaciones ilegales se hacen quemas no controladas en los cerros, han sucedido ya varios incendios forestales. Un ejemplo reciente ocurrió en el sector de Las Palmas, en la Vía al Mar.Además, afirmó Zamorano, hay quienes se aprovechan de la voluntad del Gobierno. Relata que en ocasiones, cuando se llevan ayudas para estos asentamientos, “pasan hasta cuatro mujeres distintas con el mismo bebé, para pedir pañales múltiples veces”.¿Falta de autoridad?Hay quienes piensan que el de las invasiones es un problema de falta de autoridad. La concejala Noralba García, por ejemplo, asegura que la Administración “no ha sido capaz de tomar medidas drásticas para evitar que se formen los cordones de pobreza”. “Hay que tomar acciones definitivas. En ocasiones los invasores despejan y al tiempo regresan, porque nadie los detiene. Los asentamientos siguen creciendo y parece que nadie hace nada al respecto”, comentó la edil.El secretario de Gobierno de Cali, Carlos José Holguín, añadió que el problema se dejó crecer en otras administraciones, “porque incluso se les puso servicios públicos y vías pavimentadas, por lo cual la Corte Constitucional exige que el desalojo se haga sólo cuando haya una alternativa de reubicación”.La asesora del programa Desplazados de Cali, Decepaz, Arabella Rodríguez, señaló que “hay que pensar que muchos de quienes habitan estas invasiones, provienen de otros municipios, tras ser azotados por la violencia”. Por esta razón, añadió, en la mayoría de los casos, el arraigo es tal que ya han tenido hijos nacidos aquí en Cali. “Por tanto el tema de la reubicación no es tan sencillo”, concluyó.