Las historias detrás de los colombianos afectados por el terremoto en Ecuador
Del Cauca es uno de los fallecidos. Familia de niño colombo-ecuatoriano, en vilo porque aún no se conoce su paradero.
Del Cauca es uno de los fallecidos. Familia de niño colombo-ecuatoriano, en vilo porque aún no se conoce su paradero.
Apareció con el número 64. Nombre: Edilmo Ruiz Espinoza. No se dan más detalles. Está en la lista que la Fiscalía General del Estado de Ecuador publicó ayer de las víctimas mortales del sismo que azotó la zona costera de ese país.
Edilmo, un colombiano de 38 años, es uno de los centenares de muertos que deja hasta ahora el desastre, siete de ellos de nuestro país. De oficio agricultor, salió hace quince días de la vereda El Plateado, municipio de Argelia, Cauca, a visitar a su primo Arley Ruiz, quien vive en Pedernales hace unos años. No era la primera vez que Edilmo iba a ese lugar, pero el destino quiso que fuera la última.
La historia la cuenta Nidia, su hermana, quien vive en Popayán. El domingo sus padres recibieron la llamada de Arley, quien les dio la noticia. De inmediato, sus hermanos Manuel y Segundo Ruiz viajaron a Ecuador a hacer las diligencias para tratar de repatriar el cuerpo de este colombiano que deja un hijo de 16 años. Ahora Nidia y su familia solo esperan el traslado de sus despojos mortales.
Por otro lado, aunque este lunes, organismos de socorro de Pasto que apoyan el rescate de sobrevivientes en Ecuador indicaron que el menor colombo-ecuatoriano de 6 años Juan David Páez había sido localizado, el capitan Germán Andrés Miranda, director nacional de los Bomberos de Colombia, precisó este martes que no hay certeza sobre el paradero del niño todavía.
Inicialmente, los bomberos de Pasto alertaron sobre el hallazgo del niño teniendo en cuenta que habían detectado latidos entre los escombros con equipos especializados y sobre la información hicieron eco diferentes medios de comunicación. Hoy, su familia está entre la incertidumbre y la zozobra.
Vea también:Pedernales, de turístico balneario a zona cero del terremoto de Ecuador
Entre tanto, Alberto Sánchez espera ansioso en Cali noticias de su exnuera Lilia Inés Rodríguez y su nieto Adán Mauricio Sánchez Rodríguez, de 13 años, a quien vio por última vez en diciembre en Bogotá, cuando el niño hizo la primera comunión.
Mi nieto estaba grandísimo, muy activo, muy inteligente y queremos saber de él, dice el abuelo.
Ella se fue a vivir a Esmeraldas porque consiguió una nueva pareja, un vendedor de pomadas que anda de ciudad en ciudad, unas veces está en Colombia, otras en Ecuador. Ella es ama de casa, pero no nos hemos podido comunicar y la mamá de ella tampoco, dice este pensionado que vive en El Morichal de Comfandi.
En cambio, a Mirneye Bautista le volvió el alma al cuerpo porque ayer en la mañana tuvo buenas noticias de su hijo Juan David Ágredo Bautista, de 24 años, quien vive en San Isidro, un poblado de Manabí, la segunda ciudad más golpeada por el terremoto del sábado pasado. El joven es músico y vive de cantar en la playa y vender artesanías a los turistas.
[[nid:528042;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/04/afp_9q8eb.jpg;full;{Países como Chile, Colombia, Venezuela y España, apoyan a víctimas de Ecuador tras el devastador terremoto que golpeó a este país, el más fuerte en 40 años.Agencia AFP}]]
Estaba muy preocupada, no nos podíamos comunicar, pero le puse un mensaje a la mamá de una niña que vive allá y ella lo buscó y me pusieron un mensaje por WhatsApp; entonces lo llamé al teléfono de esta señora, hablamos unos segundos porque ella no quería que se le descargara el celular, relató a El País.
Juan David le alcanzó a decir que allá están sin energía, sin agua y sin alimentos, porque no han llegado las ayudas. Pero me dijo que él, su esposa y la bebé de 17 meses, están bien gracias a Dios, dice emocionada esta profesora de preescolar de un colegio de Cali.
Otra historia vive Beatriz Elena Cano de Acevedo. Su hijo Johny Alexánder Acevedo Cano, un comerciante independiente de 41 años que vive hace seis en Esmeraldas, no se ha reportado. La última vez que me llamó fue el 15 de febrero, hace dos meses, pero ahora lo llamo al celular y no me contesta, dijo la angustiada madre.
Él tiene un hijo de 13 años, pero vive en Mocoa con la mamá y los abuelos paternos. Beatriz Elena dice que solo sabe que su hijo compra y vende mercancía y que allá (en Ecuador) tiene una nueva esposa que se llama Jazmín, pero no la conoce ni sabe el apellido.
La lista de víctimas que publicó ayer la Fiscalía del Estado de Ecuador, figuran Bedon Solano Jamaira Jazmín, en Manta. Y Castro Delgado Jazmina Jessenia, en Portoviejo. Coinciden los nombres, pero no el lugar porque él está en Esmeraldas.
María Marlene Lora Zapata padeció la misma incertidumbre de no saber de su hijo Harold Alberto Arcila Lora. No me podía comunicar con él ayer (domingo), entonces le puse un mensaje por messenger a un amigo de él que está en Tulcán o en Quito y ese amigo lo llamó porque las llamadas nacionales sí entran, y me comentó que le dijo que no me preocupara, que está bien, cuenta.
[[nid:528311;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2016/04/busqueda-damnificados.jpg;left;{Marlene Zapata estuvo preocupada por su hijo Harold Arcila y sus nietas.Foto: Archivo particular especial para El País}]]
Pero la mejor sorpresa la recibió ayer cuando su propio hijo la llamó por la mañana para darle el parte de tranquilidad. Me acaba de llamar, dijo emocionada. Harold le contó que iba con la esposa y las dos niñas en el trolebús, que con el vehículo en movimiento no sentían el temblor, pero veían que todo el mundo corría hacia el parque.
Como ese sistema de transporte funciona con energía y se fue la luz, entonces se detuvo, se bajaron y fueron hasta el parque. Fue así como se salvaron él, su esposa y mis dos nietas, bendito sea mi Dios, dice con voz entrecortada Marlene sobre su único hijo, de oficio tatuador, y casado con una artesana ecuatoriana.
Mamá, nos resguardamos en el parque y desde allí vimos cómo los edificios se iban desencajando, iban perdiendo su forma, y se iban derrumbando. Lo que teníamos se acabó, pero no importa; lo importante es que los cuatro estamos con vida, dijo Marlene que le contó su hijo.
Pero no solo los colombianos buscan a sus familiares connacionales en la devastada e incomunicada Ecuador. Descendientes de ecuatorianos residentes en Cali también buscan a sus parientes en su país ancestral. Es el caso de las hermanas Azucena y Nancy Arangudi, que aunque son nacidas en Colombia, quieren saber de su familia paterna, su tía Olga Arangudi y su hija Patricia Ordóñez Arangudy.
Hace dos años estuve pasando vacaciones allá en Guayaquil donde ellas, viven en Sauces I y Sauces II, Villa 15, mi tía ya está enferma y mi prima es profesora, pero no tenemos noticias suyas, declaró.
Buscan familiares
Al cierre de la edición, se desconocía la identidad de los otros seis colombianos fallecidos en Ecuador, además de Edilmo Ruiz.
Según el último reporte, la Cancillería colombiana tiene 228 solicitudes de localización de colombianos en el vecino país.
De estos, 142 ubicados y 86 faltan por localizar.