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Las estaciones del MÍO ya no son motivo de orgullo en Cali

Muchos tableros informativos no funcionan y en algunas plataformas de abordaje no hay bandas de seguridad. ¿Qué dice Metrocali? Le contamos.

17 de julio de 2016 Por: José Luis Carrillo Sarria | Reportero de El País

Muchos tableros informativos no funcionan y en algunas plataformas de abordaje no hay bandas de seguridad. ¿Qué dice Metrocali? Le contamos.

[[nid:556890;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/07/ep001150719.jpg;full;{El País hizo un recorrido por algunas estaciones del MÍO y las encontró sucias, sin puertas funcionando, con tableros de mapas rotos, pantallas de información vandalizadas y taquillas con horarios especiales.Fotografías: Oswaldo Páez| El País}]] ¿Recuerda su primera vez en una estación del MÍO? Tuvo que ser en el  2009  cuando  los caleños  nos montamos en los  buses articulados  y recorrimos las troncales del centro, la  Calle 5 o la Carrera 1. Sin importar el estrato, era un paseo casi obligado.    Sabíamos que no debíamos  pisar más allá de la franja amarilla a no ser que llegara un articulado.  Se hacía   fila y se respetaba  el turno, los recipientes de basura eran escasos, pero no habían  papeles en el suelo. Las puertas de las estaciones se abrían automáticamente y nadie   interfería con su operación.  Y la  sensación de seguridad. Se podía hablar por  celular en  las estaciones y nos sentíamos en  una vitrina que nos refugiaba de los   males  de la calle. La cultura MÍO  parecía ser el revulsivo  para que Cali recuperara su civismo.    

Pero hoy, al utilizar las estaciones, el escenario es distinto: las franjas amarillas  están desgastadas, de las puertas automáticas se desprenden  reventadas bandas de plástico tras las  peleas  con  pasajeros. Gran parte de los  baños están fuera de servicio y algunas pantallas   están tronadas   por los golpes.
En un recorrido que realizó El País por las estaciones, constató  que es más fácil contabilizar  las puertas automáticas buenas que las malas. En la troncal de la Carrera  15,  de las 60 puertas contadas,  13  estaban operando.   Guadalupe, Belalcázar, Torre de Cali, San Pedro, Petecuy,  San Bosco, San Pascual, Santa Librada, Manzana del Saber, Estadio,  por  mencionar algunas estaciones,  tienen   puertas afectadas.  Muchos  tableros informativos no funcionan  y en algunas plataformas de abordaje no hay  bandas de seguridad —esas que están entre los buses y las estaciones—. El vandalismo también está  presente: consignas estampadas con    aerosol y  vidrios de taquillas estallados son visibles en las estaciones   Univalle, San Bosco y Estadio.    Las estaciones intermedias  de  Unidad Deportiva, Menga y Andrés Sanín también acusan  falta de mantenimiento.     Solo la última tiene sus baños funcionando y en varias taquillas hay letreros que rezan:“Para recargar tarjeta, favor utilizar  máquinas automáticas”, “Le informamos que el horario de atención en esta taquilla  es: lunes a sábado 6:00 a 9:00 a.m. y 3:30 a 8:30 p.m.” En mayúsculas resaltan que “domingos y festivos no hay atención”.   Pero sobre todo se percibe esa sensación de abandono, de deterioro, de polvo, de chicles pegados en el piso, de caminar y patear vasos y  envolturas de  mecato. También  hay que decirlo,  se puede ver personal  haciendo limpieza, pero su esfuerzo es insuficiente. Sí, parece un rosario de queja tras queja, una lista interminable de males: los afiches informativos estrujados colgando, las paredes manchadas.  “Hay que meterle la mano” Armando Garrido, presidente de Metrocali, dijo en una rueda de prensa que es consciente de estos males, “hay que meterles la mano.  La gran mayoría -de las estaciones- tienen problemas con las puertas, están dañadas porque la gente las maltrata y lo hacen porque se angustian, quieren asomarse a ver si  el bus viene porque las pantallas no lo informan”.  Sostiene  que  la Unión Temporal de Recaudo y Tecnología, UTR&T, es   responsable  de las estaciones y que Metrocali tiene que tomar  acciones.  “Ellos están en el  plan de recuperación de largo plazo del sistema que presentaremos a  fin de año.  Tenemos que buscar la manera de que pongan los recursos para reparar las estaciones.  También  hay que hacer una estrategia con la seguridad para que los usuarios se sientan protegidos ”, agregó  Garrido, sin comprometerse en plazos.  El funcionario además dijo  que la UTR&T tienen niveles de incumplimiento.  “Habrá auditoría para ellos. Todos los operadores tienen que cumplir los contratos, incluido ellos”. Por su parte el director general de la UTR&T, Arturo Villareal, sostiene que las puertas son responsabilidad de Metrocali. “Entendemos que Metrocali realizó un contrato para arreglar las puertas y que continuarán”, dijo.  No obstante, señaló que el mantenimiento general de la infraestructura es responsabilidad de la UTR&T y ante el mal estado de las estaciones dijo que: “Estamos cumpliendo con los contratos. A nosotros nos competen las paredes, los techos, la pintura. Si hay alguna inquietud, el Presidente de Metrocali es la persona que debe pronunciarse”.  En relación con los problemas de seguridad, dijo que se contrató una empresa experta en la materia. “Inclusive la Policía tiene presencia en nuestro centro de control para monitorear desde las cámaras”.       Para Villarreal,  los sistemas de transporte masivo del país se han convertido en  blanco  de  manifestaciones y  vándalos. “Vemos con desazón personas disparando contra las estaciones del MÍO con pistolas de balines. Es una situación que pasa en todo el país”.  Cuando se le pregunta sobre el deterioro de algunas estaciones dice que están reuniéndose con Metrocali para buscar soluciones estructurales.  “El MÍO se burla de los usuarios”  Todos los días, a través de las redes sociales, Jorge Vélez, presidente de la Liga de Estudiantes MÍO,  recibe quejas de  daños y abandono en el sistema. Y asegura que lo más grave es que hay una  falta de pertenencia de los caleños  porque sienten que el  transporte masivo se burla de ellos.  “La falta de cuidado de las estaciones  es nula. No le hacen mantenimientos  a los baños ni a las estaciones. El fin de semana pasado, en el MÍO Cable no había taquilleras y eso muestra que la UTR&T no está cumpliendo”, comentó.   Veléz sostiene  que la sensación de inseguridad en algunas estaciones se debe a los cambios en el esquema.   “Antes, en las estaciones de las troncales había vigilantes con una capacitación idónea en seguridad, uniformados, pero ahora lo que hay es personal vestido de civil con camisetas naranjas o simplemente un policía  bachiller con bolillo”, expresa.  Comenta que las estaciones del centro son las más inseguras porque las puertas no están cerradas y por allí se cuelan los ladrones al sistema.  Mauricio Vente, miembro del Comité MÍO Usuarios,  sostiene que la mala hora de las estaciones del MÍO empezó con la crisis de la UTR&T. “Dejaron de contratar las personas necesarias para hacer la vigilancia, el aseo y la venta en las  taquillas. También hay que decir que el deterioro se da por el mal uso de algunos pasajeros. Las estaciones están mal. A eso se suma que la pasada Administración hizo muy poco mantenimiento”. El País preguntó  en varias ocasiones a  Metrocali sobre la cuantificación de los daños al sistema, las sanciones a la UTR&T por falta de mantenimiento en las estaciones, las inversiones en el mantenimiento, pero las preguntas no tuvieron respuesta.

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