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La tragedia de Siloé podría repetirse en las laderas de Cali

La presión sobre los cerros que rodean a la ciudad sigue creciendo. Y con ellas la amenaza de nuevos derrumbes. ¿Qué hacer?

4 de diciembre de 2016 Por: Zulma Lucía Cuervo Plazas | Redacción de El País

La presión sobre los cerros que rodean a la ciudad sigue creciendo. Y con ellas la amenaza de nuevos derrumbes. ¿Qué hacer?

Eso de que ‘Cali es Cali, lo demás es loma’, como dice la  canción famosa del Grupo Niche, que en días de Feria se entona mucho, no resulta ser tan cierto para una ciudad  donde cerca de 200.000 familias (30 % de la población) vive en la ladera, en suelos que según el Plan de Ordenamiento Territorial ya se consideran urbanos.

Ese poblamiento de la parte alta, que data de por lo menos 80 años atrás, empezó en Siloé, justo el lugar donde esta semana ocurrió uno de los hechos más dolorosos que ha vivido la ciudad este año: la muerte de seis personas (de una misma familia) que quedaron sepultadas en lodo y escombros.

La tragedia se dio luego que las fuertes lluvias cedieran el terreno donde estaba el muro de contención que sostenía la casa de la señora Nancy Cárdenas. Toda la construcción terminó enterrando  la vivienda de los García. 

La hipótesis que maneja la Secretaría de Gestión del Riesgo de Cali indica que los suelos se saturaron rápidamente de agua. La pluviosidad en esa zona marcó  58 milímetros de agua en  hora y media. Un aguacero fuerte, según la CVC, marca  40 milímetros de agua en 24 horas. Pero a eso se unió la combinación fatal de la  mala disposición de los escombros, que taponaron todos los canales por donde podía pasar el agua de escorrentía, producto de la lluvia. También jugó en contra la ubicación de las viviendas, que están en una zona que se construyó en la informalidad y que con el tiempo  fue regularizada (es decir, el Municipio le fue pavimentando vías e instalando los servicios públicos).

Historia del presente y el pasado

Lo sucedido en Siloé es una tragedia que perfectamente se puede repetir. Un estudio denominado ‘Actualización de la zonificación de la amenaza por movimientos en masa en Cali, 2003’ estimó que 88 hectáreas  están en zonas de riesgo en las comunas  1, 2, 18, 19 y 20. Los movimientos en masa son más conocidos como deslizamientos, derrumbes o desplomes de tierra. 

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Los deslizamientos, con muertos, personas afectadas y casas destruidas hacen parte de la historia de Cali. En un documento soporte del POT, de 1970 a 2012, indica que en ese lapso se presentaron  deslizamientos en 31 de los 42 años analizados, con un promedio de seis deslizamientos por año.

Esos eventos, dice los soportes del POT, dejaron 260 emergencias atendidas, con un saldo de 40 muertos,  1815 personas afectadas y  164 viviendas destruidas.

Los fallecimientos del jueves pasado y de las demás muertes que han dejado los deslizamientos tienen como origen  las invasiones. Hernán Bonilla, director ejecutivo de Corpocerros, dice que ahí radica el problema. “Nos preocupa la sobrepoblación y las malas condiciones en las que viven”, advierte. 

El estudio de 2003 que hace parte de los documentos soportes del POT explica que Siloé, con el paso del tiempo dejó de ser un barrio subnormal para ser un asentamiento consolidado. “Hoy hay redes de acueducto y alcantarillado sanitario, pero que como se instalaron después  de construidas las viviendas, impidieron hacer un diseño riguroso y una construcción óptima de esos sistemas para garantizar su buen funcionamiento”.

“La adecuación de los terrenos para construir las viviendas que conforman los barrios que hoy están legalizados (como Siloé o Terrón Colorado)  se hizo sin considerar parámetros para drenar el agua y estabilizar el terreno. Esta situación  también caracteriza a las ocupaciones inconsolidadas (asentamientos informales), en las cuales, además, no existen o son precarias las redes de acueducto y alcantarillado”, indica el mismo estudio.

[[nid:598719;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/12/rescate_siloe.jpg;full;{En medio de la angustia de los habitantes del sector por la emergencia que se registró este jueves, miembros del Cuerpo de Bomberos de Cali y de la Cruz Roja lograron sacar con vida de los escombros a tres personas. Derrumbe dejó seis muertos.Videógrafo: Álvaro Pío Fernández}]]

Para el control de la escorrentía (el agua lluvia que cae a la calle) “estos asentamientos únicamente cuentan con estructuras que hacen parte de las vías pavimentadas (canaletas y alcantarillas)”, dice el mismo informe.

Hugo Salazar,  presidente de la Asociación Colombiana  de Ingenieria Sanitaria y Ambiental (Acodal), sostiene que la ladera, antes de poblarse tan densamente, tenía por lo menos quince quebradas, muchas iban a dar al río Cañaveralejo. “La memoria hídrica de la naturaleza no se pierde, ella busca el espacio que el hombre le arrebató”.

El directivo de Acodal dice que este es un problema muy grave, porque la ladera debería tener lagunas para amortiguar el crecimiento de ríos y quebradas de la montaña en época invernal. “Tal como el Cauca tiene las lagunas de Charco Azul y El Pondaje, la ladera debe tener por lo menos dos lagunas para amortiguar las crecientes”, sostiene Salazar. 

Lea aquí: El conmovedor relato del padre que perdió a sus tres hijos en el derrumbe de Siloé

Las soluciones

El secretario de Gestión de Riesgo de Cali, Rodrigo Zamorano, dice que los asentamientos informales son un problema social “delicado” que tiene el Municipio. “La necesidad logra que la gente viva en condiciones difíciles, en pendientes de 45 grados y al lado del río”, comenta.

Reconoce que se debe reubicar un grupo de gente de zonas no mitigables y que se deben hacer obras de ingeniería en lugares donde se puede reducir el riesgo. Pero no indica sitios, porque “cuando se habla de una posible ayuda, la gente se multiplica, el problema aumenta”.

Pero la Alcaldía tiene la dificultad de no contar con cifras actualizadas ni estudios recientes de riesgos en la ladera, tal como se reconoce en el mismo POT que dice en sus apartes que “se deben adelantar los análisis de vulnerabilidad ante los movimientos en masa con el rigor suficiente que se requiere para asociarlos con los resultados de los estudios de amenaza y  así estimar y zonificar el riesgo”.

El secretario de Vivienda, Alberto Reyes, dice que Cali tiene 157 invasiones (o barrios informales) donde viven 254.792 hogares, que suman   un millón de personas. “En Oriente  y ladera están esos asentamientos, siendo mayores  los que viven en la montaña”.

El funcionario explica que para poder mejorar las condiciones de vida de la gente, se tramita actualmente en el Concejo la política pública de mejoramiento integral del hábitat, la cual deberá quedar aprobada este mes.

 “Con ella vamos a priorizar las zonas de mayor riesgo para hacer las intervenciones cuando son mitigables o las reubicaciones, cuando no se puede mitigar. No son solo subsidios para mejorar casas, sino que se trabajará en atender el entorno y eso involucra tener mejores servicios públicos, vías, andenes y parques”, resalta.  

Riesgos en la ladera

Comuna 1

Estudios dicen que hay ocupación informal en Patio Bonito, Terrón Colorado, Alto de las Fresas,  Vistahermosa, Bajo Palermo, Alto Aguacatal y la invasión aledaña de La Fortuna. Se estiman 770 viviendas ilegales, en 15 hectáreas. Hay sectores con terrenos inestables por ser de materiales blandos arcillosos y se aumenta por la disposición inadecuada de aguas residuales, lluvias y cortes muy pendientes para adecuar terrenos.

Comuna 2

En Altos de Menga hay fugas y filtraciones por las precarias condiciones de redes de acueducto y alcantarillado informales, que pueden ceder el terreno. Se nota  alta concentración de casas en pendientes elevadas (Vagón Alto y Las Colinas Bajo). Las calles despavimentadas sin drenaje pluvial incrementan el arrastre de sedimentos en el invierno, que taponan los sumideros. Las obras de mitigación son escasas.

Comuna 18

Tiene sectores con riesgo alto como Las Veraneras, Polvorines, Palmas II, Pampas del Mirador y La Choclona. La ocupación informal en las partes altas se  caracterizan por su desorganización. El estimado de viviendas nuevas informales es de 1280 (año 2003), en 26 hectáreas. Se urbanizó irregularmente en cárcavas de minería  llenas de escombros. Las calles carecen de drenaje pluvial y de mantenimiento.

Comuna 19

En Brisas de Los Cristales hay ocupaciones en el talud de la margen derecha de la quebrada San Fernando. Hay manejo inadecuado de las aguas residuales y de escorrentía porque se dan en terrenos con pendientes que van desde los 35 hasta los 65 grados. Se observan algunas viviendas precarias construidas al borde de la quebrada o sobre el cauce, que carecen de alcantarillado. Hay 45 hectáreas categorizadas en amenaza alta.

Comuna 20

En invierno, la saturación de agua del terreno sumada al peso de las viviendas se convierte en factor para derrumbes. La descarga de aguas residuales se hace en los flancos de los taludes, aumentando el agua que se infiltra al terreno agregando más peso. Hay inadecuado manejo de las redes de escorrentía y mala disposición de basuras. Las quebradas de la comuna están intervenidas por los asentamientos.

 

[[nid:598759;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/12/aguacero-home.jpg;full;{Un trágico resultado dejó el fuerte aguacero de este medio día en Cali, con la muerte de seis personas, cinco de ellos menores de edad, tras el derrumbe de una vivienda en Siloé. Lluvias dejaron también árboles caídos, vías inundadas, entre otros.Fotos: José Luis Guzmán y Jorge Orozco | El País}]]

 

 

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