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El 50% de las hectáreas sembradas con fríjol en América Latina son variedades liberadas por el CIAT. | Foto: Giancarlo Manzano / El País

INVESTIGACIÓN

La increíble historia del 'superpandebono' que ayudó a crear el Ciat

Ese es solo uno de los sorprendentes avances que el Ciat ha aportado durante medio siglo de investigación. Conozca más aquí.

12 de noviembre de 2017 Por: Redacción de El País

La primera semana de diciembre, Fabián Castaño, un pequeño agricultor de Tuluá, empezará a cosechar fríjol. Pero esta vez no se trata de las tradicionales variedades de cargamanto o fríjol verde. Cosechará un grano biofortificado, es decir, que tiene más hierro y zinc y es resistente a la sequía.

Esta planta hace parte de las nuevas variedades que sacó al mercado el año pasado el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat), ubicado en Palmira, con el apoyo de otras entidades de investigación.

La biofortificación es un método para aumentar el contenido de nutrientes en los cultivos, mediante prácticas de mejoramiento de las variedades.

“Nosotros empezamos en un proyecto piloto con una hectárea y hasta ahora todo marcha bien. Yo llevo 35 años cultivando variedades tradicionales y escuché de este proyecto y quise apoyar la iniciativa”, dijo Castaño.

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La idea es que este cultivador sea proveedor del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y que poco a poco los vallecaucanos y, en especial los niños, empiecen a consumir un fríjol biofortificado. “Los fríjoles de la primera producción irán en parte al mercado campesino y la otra al Programa de Alimentos”, aseguró el agricultor.

Pero no solo este cultivador apuesta por la siembra de la nueva variedad de fríjol, hay varios colegios agropecuarios del Valle que se le están midiendo a este proyecto, con el fin de que este grano sea la base de la dieta en el programa de Alimentación Escolar, PAE.

Juan Lucas Restrepo, director de Corpoica, centro de investigación colombiano que trabaja en alianza con el Ciat, explicó que una buena parte de los fríjoles que consumen los colombianos son variedades criollas que el Ciat seleccionó y ayudó a impulsar.

“Ahora buscamos que el agricultor le crea a la tecnología y pruebe las variedades biofortificadas que traen muchas ventajas. Además, hay que establecer mecanismos para que podamos diferenciar este producto en el mercado”, destacó.

El fríjol biofortificado, que se ha distribuido a unos 600 productores y más de 6000 personas lo han consumido en la región, es uno de los innumerables logros que ha alcanzado el Ciat en sus 50 años de operación, tanto en Colombia como en Asia y África donde tienen presencia.

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Se estima que en el mundo 350.000 familias siembran variedades biofortificadas con hierro, provenientes del Ciat, centro de investigación que a lo largo de su historia, ha liberado 322 variedades de fríjol en América Latina y el Caribe y 357, en África subsahariana.

Pandebono de la yuca caucana

Uno de los productos más tradicionales del Valle del Cauca es el pandebono, el cual se puede disfrutar en las cientos de panaderías que existen en el departamento, sin embargo, muy pocos se preguntan cuáles son los ingredientes básicos para que este alimento tenga más calidad.

Martín Moreno, agricultor de Morales, Cauca, cuenta que junto a los investigadores del Ciat y otros organismos internacionales lograron seleccionar las mejores variedades de yuca para sembrar en ese municipio. Una labor que llevó más de 20 años.

Con ello, incrementaron la producción de unas 10 toneladas por hectárea hasta 40 toneladas. Pero ese no es solo uno de los logros, las dos variedades que hoy usan (Cumbre 3 y La Francesa), también ofrecen “buena materia seca que sirve para producir el almidón, del que se extrae el almidón agrío de yuca con el que se hace pandeyuca, pandebono, buñuelos y otros productos”.

Agregó Moreno que los productores y, en especial, las rallanderías de yuca, buscan que la masa crezca bastante en el horno para tener un mejor producto y “estas dos variedades tienen la ventaja de producir buena materia seca y muy buena panificación”, aseguró.

Según el cultivador, este logro hace que el valor de la yuca del Cauca tenga un precio superior hasta en un 60 % al del mercado. En Colombia, la mayor zona productora de yuca está en la Costa Atlántica, sin embargo, gracias a la investigación y la transferencia tecnológica del Ciat, los productores del Cauca han logrado una buena rentabilidad.

En el Cauca hay unas 150 rallanderías de yuca que venden almidón agrío a las panaderías, pero también a empresas como Yupi, Pepsico, Rosquillas Caleñas, entre otras.

Pese a estos resultados, el Ciat destaca que los mayores éxitos en materia de investigación en yuca se han dado en Asia. Por ejemplo, el ingreso anual de los agricultores se incrementó en US$386 millones, o en US$51 por familia en Vietnam y US$460 en Tailandia, debido al aumento en los rendimientos de la yuca.

Mejores variedades en arroz

El Ciat y el Fondo Latinoamericano para Arroz de Riesgo (Flar) liberaron para el año 2003 299 variedades del cereal, a través de 23 programas en América Latina y se estima que actualmente más del 60 % de las variedades mejoradas de arroz de esta región tienen germoplasma desarrollado por estas entidades.

El Valle también ha aprovechado esta investigación. El agricultor Carlos Gaona, asegura que el trabajo que han hecho muchos científicos de la mano de los cultivadores ha dejado grandes resultados para el departamento. “Para nosotros es motivo de satisfacción y orgullo haber trabajado con científicos internacionales, quienes nos han permitido adquirir nuevos conocimientos y adoptar prácticas agronómicas para tener mejores resultados con el cultivo”.

Resaltó como logros el alcanzar mayor productividad, pues se pasó en la región de producir 3 o 4 toneladas por hectárea de arroz a 8 toneladas; se adoptaron variedades más resistentes al cambio climático y a las enfermedades. “El Ciat ha contribuido de manera notable a mejorar las condiciones de manejo del cultivo, los agricultores del Valle hemos aprendido a sembrar en las épocas apropiadas, a mejorar la densidad de siembra, por ejemplo, antes se sembraban 250 kilos por hectárea, hoy solo 120 kilos y se logra más producción”.

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El Valle tiene unas 5000 hectáreas sembradas con arroz de alto rendimiento por parte de unos 800 productores.

José Manuel Suso, gerente de Blanquita, aseguró que los productores de esta empresa manejan unas 10 variedades del Ciat. “Todo el conocimiento que ha salido de este Centro de Investigación se ha transferido a todos los productores que trabajan con nosotros”, dijo.

Otro logro que destacó Rafael Hernández, presidente de Fedearroz, además de los desarrollos en materia genética para lograr altos rendimientos, es la posibilidad de predecir cómo será el clima en las zonas agrícolas. “En Córdoba se hizo en 2014 una advertencia a los productores de que venía una sequía y ellos dejaron de sembrar en ese semestre y se libraron de cuantiosas pérdidas. Eso fue por una predicción del Ciat”.

Como estos logros, el Centro Internacional de Agricultura Tropical tiene documentados cientos de impactos en América Latina, África y Asia, tanto en el incremento de la producción como en reducción de la pobreza y el hambre. Calculan que la adopción de variedades de yuca, fríjol, arroz y pastos relacionadas con el Ciat, generó, a la fecha, beneficios económicos por $US38.900 millones en estos continentes.

Impacto

El Ciat desarrolló fríjoles de rápida cocción que se utilizan en África. En Etopía se distribuyeron variedades de fríjol resistentes a la sequía.

3,5 millones de hectáreas con pastos en Colombia tienen variedades del Ciat. Esto llevó a que la producción de carne pasó de 300 kilos por hectárea año a 1500 kilos.

Sobre el Ciat

El Ciat es un centro internacional de investigación que fue creado con el fin de combatir la pobreza y el hambre en 1967. Su trabajo, que se comparte a nivel mundial, se concentra en arroz, fríjol, forrajes y yuca, pero han avanzado hacia temas de cambio climático, usos de suelo y mercados.

El Ciat trabaja en más de 50 países de Asia, África y América Latina, cuenta con más de 300 proyectos activos en investigación.

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