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La incertidumbre todavía no se ha ido de la Universidad Santiago de Cali

La normalidad académica en la Universidad Santiago de Cali es aparente. Han pasado cuatro días desde que Heberth Celín Navas “dio un paso al costado” para desprenderse de su cargo como rector, pero el ambiente en la institución es de tensa calma.

27 de febrero de 2011 Por: Redacción de El País

La normalidad académica en la Universidad Santiago de Cali es aparente. Han pasado cuatro días desde que Heberth Celín Navas “dio un paso al costado” para desprenderse de su cargo como rector, pero el ambiente en la institución es de tensa calma.

La normalidad académica en la Universidad Santiago de Cali es aparente. Han pasado cuatro días desde que Heberth Celín Navas “dio un paso al costado” para desprenderse de su cargo como rector, pero el ambiente en la institución es de tensa calma.Es los pasillos se rumoran inquietudes y hasta se dice que los estudiantes que el pasado lunes se tomaron la universidad como símbolo de rechazo a los presuntos malos manejos administrativos están dispuestos a hacerlo de nuevo si no se cumple el pacto firmado el miércoles con el Consejo Superior. Algunos de los puntos aprobados plantean la reducción del periodo en la rectoría, la abolición de la reelección en el cargo y la disolución del Consejo Superior.El mal ambiente continúa, porque, según dicen, la mayoría de los directivos sigue la línea de Celín Navas y el cambio luce lejano. Incluso, hay quienes aseguran que el pasado fin de semana el ahora ex rector modificó los contratos de sus allegados con el propósito de conservarles el puesto por dos y hasta más años. Sin embargo, Celín se negó a responder preguntas de El País.Lo que también causa malestar es el inminente recorte de maestros y administrativos. El presidente del Consejo Superior, Javier Barreto, aseguró que el gran problema de la universidad es la estructura de los costos. “Por cada cien pesos que entran, 75 se van en nómina. Ese es el verdadero problema. Según los estándares de la universidad superior, la USC podría funcionar con 700 docentes y no con los 1.400 que tiene hoy y podría operar con 350 empleados administrativos y no con 700 que tiene”, insiste.Sin embargo, Hernando Giraldo, líder sindical, alegó que esa opción no quedó dentro del pliego de peticiones. “Nunca se habló de echar profesores a la calle. Se pidió modificación del cogobierno y del modelo gerencial de la universidad. Si eso es lo que van hacer, entonces nosotros alegaremos las convenciones colectivas”.A lo que Javier Barreto responde que “no se trata de ejecutar una masacre laboral”.Un aspecto que sí es expuesto por los universitarios es que los docentes, directivos y el rector deben tener un perfil académico acorde a sus aspiraciones. Freddy Riascos, uno de los líderes de la protesta, manifestó que “queremos que esas personas demuestren producción intelectual, publicaciones, trabajos científicos o investigativos”.Pero Milton Flórez, ex directivo de la USC y uno de los grandes críticos de la gestión de Celín, sostuvo que eso no es necesario. “El tema va más allá de lo académico. Lo que la universidad necesita es una persona con un perfil de gerente, con buenas relaciones con los medios de comunicación y un poder de negociación con las empresas de seguridad social a las que hoy se les debe tanto dinero, entre otras cualidades”.El profesor Hernando Giraldo también pide que se esclarezca la responsabilidad de quiénes ocasionaron el detrimento en la universidad.Como se recordará, el pasado 8 de febrero, El País reveló los hallazgos de la revisoría fiscal de la firma Jahv McGregor, que entre otros problemas indicaban una deuda de impuestos con el fisco nacional por $31.000 millones y otros $9.000 millones por pagar de seguridad social. Para algunas personas consultadas por este diario, no sólo es necesario identificar culpables, sino crear proyectos para que el alma máter se recupere de las elevadas obligaciones que tiene. Aún así, todavía “no hay nada claro. En esta universidad todo se rige por corrientes políticas y así es difícil proponer un cambio”, sostiene José Luis Niño, manifestante.Javier Barreto, presidente del Consejo Superior, aclaró que en un mes se convocará a elecciones. “El llamado será a través de los medios masivos y después de estudiar las hojas de vida de los aspirantes se decidirá por votación a través de una asamblea del Consejo”.En la universidad suenan nueve nombres de docentes, decanos y egresados para el cargo de rector. En el sonajero están Jefferson Ocoró, actual decano de la facultad de Salud; Giovanni Sánchez, director de maestrías de Derecho y quien es cercano a Celín Navas; Miguel Yusti, ex secretario de Gobierno de Cali y profesor actual de la universidad; Luis Élmer Ruiz, Diego García, Arturo Arenas, Beatriz Delgado, Libardo Orejuela y Milton Mora, ex director del HUV.Las elecciones también generan incertidumbre. Milton Flórez asegura que el actual Consejo Superior está permeado por los intereses de Celín Navas y no permite garantías para una elección transparente. Esa preocupación retumba en los pasillos de la universidad.Para aclarar algunas de esas inquietudes El País intentó establecer contacto con María Nelsy Rodríguez, rectora (e), pero voceros del Consejo Superior aseguraron que era sólo el titular de este colectivo quien entregaría declaraciones.

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