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La historia del profesor caleño que enseña inglés usando las redes sociales

Edgar Ramírez, docente del Agustín Nieto Caballero, ganó un viaje a Corea por utilizar las redes sociales para enseñar inglés.

10 de mayo de 2013 Por: Alda Mera | Reportera de El País

Edgar Ramírez, docente del Agustín Nieto Caballero, ganó un viaje a Corea por utilizar las redes sociales para enseñar inglés.

Ayudar a preparar los alimentos en casa ya no es un asunto de supervivencia o placer gourmet. Es una tarea del colegio y no precisamente de la clase de arte o lúdicas, sino de la de inglés. Los adolescentes del Colegio Agustín Nieto Caballero, ANC, mientras ayudan en las labores del hogar, graban con sus celulares un minivideo en inglés del plato, los ingredientes y el proceso de cocción, mostrando las distintas fases de la preparación y lo suben al Facebook, a Youtube o al blog creado para ese fin por el profesor Edgar de Jesús Ramírez Ramírez.De esta manera este docente ha hecho de la enseñanza del idioma inglés, la asignatura más atractiva para los estudiantes de bachillerato del ANC, una institución pública situada en el barrio La Esperanza, de Cali. “Así aprenden algo útil para la vida, ayudan a sus padres, se integran a la familia, practican el idioma y dominan las nuevas tecnologías al convertirse en ‘moviemaker’ (editores de video)”, dice Ramírez, un expolicía que por una lesión debió colgar el uniforme. Pero como no hay mal que por bien no venga, él se propuso estudiar Lenguas Modernas y ya lleva 25 años enseñando inglés, los últimos ocho años en el sector oficial.Apto para tímidosCon esta metodología, Ramírez ha logrado un avance importante en el aprendizaje del idioma no materno: que hasta los más tímidos aprendan a pronunciar, conversar, dialogar, leer en inglés. Basta escuchar a Natalia Rivera o Anthony Garzón, de undécimo grado, cómo se presentan en un inglés fluido mientras hacíamos este reportaje. Como todos no logran entablar una conversación en inglés frente al profesor y sus compañeros, él los pone a grabar videos de situaciones cotidianas como saludarse o presentar disculpas, todo en el idioma anglosajón. En estas producciones caseras el ejercicio les fluye más, a través de diálogos cortos llegan a conversaciones largas.Y si es un tímido extremo, puede hacer su tarea con ‘muppets’ (títeres) donde el muñeco es el que aparece en pantalla y realiza la acción, pero el estudiante es el que habla en inglés. O puede utilizar el voki, un programa de dibujo animado para motivarlos a participar: ellos crean en computador un avatar (muñeco animado) que hace las acciones y el alumno hace la voz detrás de cámaras. Siempre en inglés. Luego, los alumnos suben estas producciones a las redes sociales, a la página English ANC que él les creó en Facebook o las pegan a un blog que tiene para ese fin o le envían allí el link de Youtube, si lo colgaron en esa red. Y en estas plataformas él las evalúa.El método resultó infalible. Introducir las tecnologías de manera divertida al aula de clase, se ha convertido en la mejor herramienta pedagógica para interiorizar y familiarizarse con el idioma de Faulkner y de Hemingway. Y esas redes sociales que antes los adolescentes utilizaban para hacerse ‘bullying’ con mensajes agresivos, hoy las usan para aprender. Máxime cuando en un colegio público la intensidad horaria del idioma foráneo es de solo tres horas semanales. Un espacio muy corto para lograr un dominio fluido y no se tiene la opción de salir de intercambio a otro país.Así, practicando diálogos sencillos como ir de compras, escuchar la radio, ver televisión (método lexical approach, aproximación al vocabulario), sin la tensión de la clase, el alumno “adquiere” el idioma, le fluye la producción oral al estar expuesto día a día grabando sus videos con sus compañeros.“Me encanta la forma de enseñar del profesor, es muy entendible, pero no tenemos los suficientes materiales para reforzar el aprendizaje”, dice Carlos Toro, otro de los alumnos de grado once.Los resultados en las pruebas Saber (antiguos Icfes) hablan por sí solos. Hace seis años, cuando el profesor Ramírez empezó su proyecto, el promedio estaba en 35 puntos. “Ahora el promedio de sus 40 estudiantes pasa los 48 puntos, pero he tenido alumnos que han sacado 65 y 70 puntos. Y otros lo hablan fluido porque involucran el idioma en otras materias y han alcanzado hasta 89, puntajes superiores a los de muchos colegios bilingües”, explica el profesor. La fiebre anglo y por las nuevas tecnologías en el ANC ha subido tanto, que ahora son los alumnos los que están pidiendo a los profesores de otras materias que les enseñen con las TIC y que los evalúen como en inglés, con ‘moodle’, una plataforma que el profesor Ramírez usa para calificar.El profesor buena nota No solo sus pupilos han sacado buenas notas. También el profesor, que por su metodología innovadora y eficaz es uno de los 17 docentes elegidos (concursaron 262 de todo el país) en la convocatoria ICT, Training for Colombian Teachers, o Programa de formación en el uso pedagógico de las nuevas tecnologías, TIC, en Corea del Sur.El concurso forma parte de los estímulos de Colombia Aprende, una estrategia del Ministerio de Educación Nacional que busca fortalecer el manejo de las TIC dentro de sus propósitos de mejoramiento de la calidad educativa. Viaje que le llega como premio del Día del Maestro – que se celebra el 15 de mayo– a él y a 16 colegas más. El 21 de mayo partirá a Seúl, donde asistirá a una capacitación en tecnología aplicada a las aulas en Corea del Sur, país reconocido hoy como uno de los cuatro tigres asiáticos a partir del impulso a la educación. El incentivo indicado para este profesor que ya adelanta su maestría en informática educativa. Y aunque regresará el 3 de junio, el sueño continúa. El profesor Ramírez aspira y espera que este reconocimiento sirva para que el Ministerio de Educación le dé por fin los 40 portátiles que están gestionando hace un tiempo. Así podrá reemplazar los 20 viejos PCs que la Secretaría de Educación Municipal les donó en 1994. Hoy son insuficientes para sus 40 alumnos de cada curso porque les toca sentarse de a dos estudiantes por aparato. “Estos PCs ya están obsoletos, solo tenemos cinco modernos, pero los demás se bloquean cuando les pedimos herramientas nuevas”, explica mientras sus pupilos esperan pacientemente poder ingresar a Youtube o abrir sus programas voki para ver sus tareas realizadas con avatar o ‘muppets’ y poder tomar las fotos para este reportaje.Como la necesidad hace al maestro, él se las ingenia para suplir esa carencia: elaboró un directorio de páginas web temático para evitar que los muchachos se pierdan en la navegación. Hay que optimizar el tiempo en un colegio de 2.053 alumnos, 426 en la mañana, la jornada en la que él enseña de 6 a 11 grado, y 290 en la de la tarde.Lo que más satisfacción le da a este convencido de que la educación es el mejor agente de cambio social, es sentir cómo se hace patria desde un aula. “Aquí vienen chicos de todos los estratos, pero lo gratificante es ver cómo la educación los va cambiando. Hemos recibido adolescentes tentados por las pandillas, drogas y hasta por oficinas de cobro, pero con un trabajo social muy fuerte, ellos van cambiando el lenguaje, la forma de portarse y hasta los peinados que se hacen, y salen todos unos señores”, dice el profesor. La rectora María Montoya Cheng, más conocida como ‘María Cheng’, destaca que los docentes del ANC son de los que hacen más de lo que deben. “Tenemos los profesores más innovadores, en el caso del profesor Edgar, lo felicito porque él ha hecho sus proyectos solito, a pesar de los equipos tan obsoletos”, dice la rectora. Y es que a los docentes les toca hasta visitar a los estudiantes para motivarlos a continuar los estudios cuando sienten el impulso de desertar. Se encuentran con jóvenes semisolos, sus padres se han ido a otro país, y a veces no tienen ni para el pasaje del MÍO o en el colegio se comen hasta tres refrigerios porque no tienen nada más.Pero proyectos como el del profesor Ramírez hacen la diferencia y son objeto de estudio, incluso de la Universidad del Valle. Entonces él les replica: “No me investiguen a mí, investiguen a los estudiantes y verán su rendimiento”.Entonces Natalia, Anthony, Carlos y todos comienzan a hablar, a demostrar que el idioma extranjero ya no les es tan lejano ni ajeno: “now we got it”.

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