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“La escuela sola no educa, se necesita toda la sociedad”

El investigador español Pedro Navareño dictó una conferencia en Cali sobre la importancia de cambiar el modelo educativo para formar profesionales éticos.

24 de septiembre de 2011 Por:

El investigador español Pedro Navareño dictó una conferencia en Cali sobre la importancia de cambiar el modelo educativo para formar profesionales éticos.

¿Qué son ejes transversales en educación?Son los temas que deben impregnar o atravesar todas las áreas curriculares o contenidos de aprendizaje básico que los estudiantes reciben en instituciones educativas.¿Qué características tienen?Que no deben considerarse un contenido más, sino centrarse en el para qué de la educación, buscando la formación integral de los alumnos, para que sean ciudadanos solidarios, justos, pacíficos y que sepan integrarse y participar de la sociedad para tener una vida digna en el ámbito familiar, laboral y social.¿Cómó fue la experiencia en España?En los años 90 la Ley de Ordenación del Sistema Educativo ordenó integrar en los proyectos curriculares, los objetivos y contenidos. Pero cuando se pedía que el profesorado desde cada área integrara ejes transversales (educación sexual, educación ambiental, no violencia de género), el que tenía interés ponía algo de eso. Al final el objetivo esencial se diluyó, no se concretó.¿Cómo lo enfrentaron?Tenemos una materia obligatoria por la Unión Europea: Educación para la Ciudadanía, que integra buena parte de sus contenidos. Y ya estamos trascendiendo al nivel de las competencias básicas, o sea la educación que los ciudadanos requerirán dentro de 20 ó 30 años.¿Cuáles son esas competencias?Se comprenden como una triple vertiente: una de saberes e ideas, aunque se llegó a decir que el conocimiento no era necesario, sí es imprescindible: hay que saber; la segunda es saber hacer, desarrollar habilidades y destrezas para aplicar ese conocimiento en cada profesión, pero hay que hacerlo con principios éticos y morales, que es la tercera vertiente, es decir, tener actitud.¿A cuál de esos saberes apuntan?Los temas transversales deben ser la respuesta a los problemas de cada sociedad en su momento, no vale trasladar modelos de un país a otro ni aplicar lo que sirvió a otros. Hay que conocer los principios de cada sociedad, con sus características psicológicas, económicas, culturales, integrar esos tres conocimientos y aplicarlos en ese contexto.¿Cuál es el mayor obstáculo?Que hemos trabajado con buena voluntad y mucha dedicación, pero no hemos tenido en cuenta algo esencial: el conocimiento de la comunidad científica. En salud el conocimiento sí está al máximo nivel, –allí no ensayan con el paciente si lo operamos o no– pero en educación no. Universidades como Harvard y otras trabajan con los autores más referenciados (Paulo Freire, Habermás, Vigotsky), pero pocos los conocen. Es imprescindible abrir un diálogo serio, responsable y basado en lo que dice esa comunidad científica para construir sociedades más justas, pacíficas e igualitarias.¿Cuál es la propuesta de ellos?Que la escuela debe ser coherente con sus objetivos y que esa conclusión es tan esencial como lo son los proyectos, contenidos y los ejes transversales. Según el aprendizaje dialógico, los argumentos no valen por la autoridad de quien los dice sino por el aporte o valor que tengan en sí. Así, lo que propone un padre o madre de familia, es tan importante como lo de otra persona. Y si el profesorado y la institución no han establecido canales de respeto y de participación igualitaria, hay deficiencia.Es tarea de todos...Un proverbio africano dice que para educar a un niño se necesita toda la sociedad. La escuela sola no puede dar respuesta hoy a todas las inquietudes de los ciudadanos. Es esencial que participe toda la comunidad educativa; porque sino, las incoherencias entre el sistema de valores social y el sistema de valores escolar es una gran contradicción para los alumnos.La escuela trata de enseñarles valores de honestidad, solidaridad, de paz, de cooperación, pero al salir encuentran todo lo contrario: competición. Resulta difícil para ellos asimilarlo si lo que hacemos es enseñar incoherencias.Los niños crecen en un caos...En educación es muy difícil construir o destruir educación es tan sencillo como decir lo contrario de lo que dijo el profesor de la clase pasada. O encontrar que lo que dicen en la calle o los padres es diferente totalmente. Nos tenemos que poner de acuerdo. Porque tenemos escuelas del Siglo XIX, profesores del Siglo XX y alumnos del Siglo XXI. La sociedad necesita una escuela pública fuerte para dar una respuesta adecuada y los colegios necesitamos a los padres y a la sociedad para que colaboren en un proyecto común: crear una verdadera comunidad de aprendizaje.Si España trabaja ese modelo desde los 90, ¿llevamos 20 años de atraso?No me atrevería a ser tan categórico. Estoy convencido de que los docentes de Colombia vienen trabajando desde mucho antes en ello, he visto proyectos muy avanzados, quizá se ha hecho más explícito ante la necesidad de regularlo. Pero lo importante es tener claro hacia dónde debemos ir para dar pasos firmes en la dirección que dice la comunidad científica. Y uno de los conceptos esenciales es que padres, alumnos y escuela deben ser una comunidad de aprendizaje.¿Y cómo se llega a ese punto?Una de las fases es el sueño. Se trata de sentarnos juntos y soñar –recordando un poco a Martin Luther King, ‘I have a dream’–, o pensar en conjunto en el colegio ideal que queremos, en un proceso democrático, de participación igualitaria y equitativa, donde se van uniendo sueños hasta consolidar una serie que estamos dispuestos a sacrificarnos para conseguirlos.¿Y cómo se lleva a la realidad?Habría que tumbar los muros de los colegios porque el gran objetivo del aprendizaje dialógico es la transformación de la escuela en interacción con la sociedad y viceversa. La intención del eje transversal es darle el sentido al para qué educar, con la formación ético, moral y valores para obtener ciudadanos que se integren bien a la sociedad.En Colombia profesionales con más títulos son los responsables de los procesos de corrupción más graves...Si se es un profesional con muchos conocimientos y muchas habilidades, pero no es ético, no es un profesional competente. Por eso, el funcionamiento, las decisiones y la organización del centro educativo tienen que ser coherentes con los principios y doctrinas que predica.Es decir, el colegio como tal falla...No se enseña buen comportamiento sólo con teoría. Enseñamos más con el ejemplo que con las palabras. Puedo decir en clase que soy democrático, pero al primero que levante la voz lo aplasto con una respuesta contundente. El que pega sólo enseña a pegar y el que tiene actitud positiva, abierta, solidaria y la practica, enseña más que lo que predica en clase. Ese es el llamado currículum oculto, no explícito, pero pasa en la vida diaria. Ejemplo: si dos profesores se cruzan en un pasillo y se miran feo o ‘rayado’, sus alumnos lo van a percibir y van a decir, ¿cómo me va a enseñar a mí respeto si él no lo hace?Entonces, ¿cuál es la fórmula?Para tener buenos profesionales hay que construir buenas personas. Cuando los papás venían con un problema del estudiante, les decía: Hagan ustedes una buena persona, bien amada, con buenos asideros afectivos, emocionalmente equilibrada, con una buena socialización primaria, y déjenos a los educadores que, sobre esa base construyamos un profesional que pueda tener éxito en la vida, porque el éxito escolar no es nada sino viven dignamente, no hay equivalencia entre éxito escolar y éxito en la vida.

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